Elogio del Conocimiento

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Después de todo lo logrado, ahora más que nunca hay que valorarlo y cuidarlo. Existe una mentalidad en España en la que se da más valor a lo que más cuesta, por ejemplo, pensando que la sanidad privada es mejor que la pública por el mero hecho de ser más cara, confundiendo así “valor” con “precio”. En estos tiempos de crisis en los que peligra el Estado del bienestar hay ser consciente del esfuerzo que costó conseguirlo y así luchar por preservarlo.

La administración pública ha de estar basada en el mérito. La clase política está aprovechándose de su posición para poder colocarse en ella, corrompiendo así esta y diluyendo el prestigio que tiene el conocimiento. Cada vez existen más cargos, los cuales están bien remunerados en los que no se mira el currículum, simplemente necesitas tener influencias con el partido en poder. Es necesario estar bien formados para saber los derechos que tenemos como ciudadanos y comprender como funciona el mundo que nos rodea para así poder ser críticos con él.

La enseñanza pública trata de que esta sea igualitaria, pero se está aplicando de forma errónea. Lo que se está consiguiendo es que haya una grave falta de exigencia en las aulas, cuando lo que se tendría que intentar lograr es que, por supuesto exista una educación para todos, pero que en esta de desarrollen y potencien las capacidades de cada alumno al máximo y que de esta forma encuentre su vocación a la vez de que sepa moverse en la sociedad en la que vive.

De manera intrínseca y potenciándolo con distintos medios como la publicidad, llegamos a tener una mentalidad egocentrista. No solo con nosotros mismos, sino con la sociedad en la que vivimos, el tiempo que nos ha tocado vivir, etc. La ciencia al final va poniendo las cosas en su lugar, desarrollando un pensamiento más racional y consiguiendo así que seamos conscientes de lo que de verdad somos y de lo nuestro lugar en el mundo. De esta manera podemos darnos cuenta de qué es lo realmente importante, alejándose por ejemplo del materialismo y valorando algo tan fundamental como vivir con dignidad.

Como comentario final, añadir que la educación es un privilegio y a la vez un derecho que tenemos que cuidar y valorar. La educación no sirve únicamente para formarnos en el ámbito profesional, sino que también tiene un papel fundamental en nuestra integración en la sociedad para que podamos actuar en ella con responsabilidad y siendo consciente del funcionamiento del mundo que nos rodea.