En la labor de entender y valorar al “otro” Un vistazo diferente a la alteridad

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La época en la que vivimos nos ha permitido estar inmersos en varias situaciones que han variado, que han sufrido un cambio, ya sea por necesidades económicas, políticas, sociales, culturales, etcétera. Un claro ejemplo de ello es como nos presenta Mara Viveros (2000) “inserción laboral de las mujeres”, esto es un nuevo patrón en éste ámbito, y se ha tomado como normal esto genere una crisis. Porque claro se cambian roles, se trasgrede lo común. Pero por este motivo es necesario pensar en que es posible construir o reconstruir nuevas dinámicas familiares, laborales, educativas, en fin en todo aquello que amerite un cambio.

Si, es fácil decirlo teóricamente, pero la lucha, la verdadera lucha está afuera, donde todo se mueve, donde todo sigue su función, ¡allí!... por tanto es un proceso complicado que implica un esfuerzo diario, a cada momento en exteriorizar todo el marco teórico que tenemos ya grabado en nuestra mente, pero no en nuestro corazón. Entonces es necesario un nuevo sentir, y un nuevo pensar los dos juntos pueden llegar a hacer grandes metamorfosis en el tejido social, metafóricamente son el Batman y Robin de las caricaturas, de las películas, juntos pueden lograr algo bueno. Entonces que esperamos para mostrar ese lado “heróico” que tenemos dentro de nosotros, vamos levantémonos, hagamos algo distinto en nuestros pensamientos, sentimientos, acciones, comportamientos, en fin en cada situación.

Es cuestión de únicamente considerar que por sobre toda característica (que nos identifica con unos y nos diferencia de otros) todos somos seres humanos, con la capacidad innata de cuidarnos nosotros mismos y a los demás, de amar, porque como menciona Freud (1927-1931) esa es la única forma en la que podemos alejar el sufrimiento. Y acorde a la temática que he adoptado en este artículo hablo de un sufrimiento generado por la acción de segregar de unos que se consideran superiores sobre otros que suponen como inferiores. Explotar esta capacidad que es inherente al ser humano es lo que podemos hacer, para con pequeños cambios que se generen en uno mismo, entonces así cambiar grandes estructuras.