Identidad humana en torno a una sociedad dominante
Enviado por Jerry • 26 de Octubre de 2017 • 1.931 Palabras (8 Páginas) • 518 Visitas
...
Además, la idea de comunidad según Bauman es una utopía, siempre se tiene la idea de que es algo bueno, “representa el tipo de mundo que anhela habitar todo individuo pero al que, por desgracia, no se puede acceder”. La comunidad es la razón por la cual se logra mantener un orden y por la cual seguimos las reglas. Todo ser humano tiene el instinto de pertenecer a algo, de compartir con alguien para sentirse seguro; y lo que otorga la comunidad es seguridad a cambio de algo igual o más importante: libertad, el derecho a tomar decisiones, el derecho a tener una personalidad propia, el derecho a expresar lo que se piensa y se siente.
Zygmunt expresa: “Perder la comunidad significa perder la seguridad; ganar comunidad, si es que se gana, pronto significaría perder libertad” (p. 11). Tanto la seguridad como la libertad son derechos indispensables para el ser humano, pero no se puede obtener las dos a la vez ni en las cantidades que le gustaría a cada persona. Por lo tanto, todo individuo tiene la opción de elegir entre ser libre y disfrutar de su individualidad o estar seguro en una comunidad que no le deja ser él mismo.
En la sociedad se han establecido valores, reglas ética y morales para que las personas se rijan a ellas y puedan convivir en comunidad, pero varios de estos valores y reglas restringen comportamientos y acciones que son propios del ser humano; es el caso de la restricción del libido, que es una carga sexual que todo individuo desea pero que es controlada por la sociedad, como dice Freud:
“La realidad nos muestra que la cultura no se conforma con los vínculos de comunidad mediante los lazos amistosos. La realización de estos propósitos exige ineludiblemente una restricción de la vida sexual; pero aun no comprendemos la necesidad que impulso a la cultura a adoptar este camino y que fundamenta su oposición a la sexualidad” (2003: p.3044).
Los seres humanos tienen instintos violentos y sexuales, de ahí nacen estas normas que desde el nacimiento del individuo son manifestadas a través de la educación, la política o la religión. Pero esto no fue así siempre, en las civilizaciones antiguas de Grecia se tenía un diferente concepto del egoísmo, pues éste era visto como positivo, ya que tenían la certeza de que el autoconocimiento de la persona misma, resultaba un beneficio para las demás personas, vivían en el presente, sin temor. Sin embargo, con la impregnación de la moral cristiana estos conceptos cambian drásticamente.
Con el catolicismo, el presente se vuelve colectivo, el egoísmo se torna negativo; se da origen a la creencia del cielo y el infierno, en donde la felicidad solo podrá ser alcanzada con el cumplimiento de las normas impuestas en la tierra, de ahí es que se transforma la experiencia sexual en algo moral. Como dijo Foucault: “La moral cristiana de la abnegación, la moral del sacrificio, es en realidad una moral que implica la renuncia uno mismo” (2006: p.16). El cristianismo ha trastocado al sujeto, ha influido en las perspectivas más íntimas de su ser.
La hegemonía del poder y la identidad son dos conceptos que están íntimamente arraigados, pues desde el momento que un individuo nace, está rodeado de reglas y procedimientos a seguir, en muchos casos ni sabe bien porque existen estas normas, pero solo sabe que las debe seguir. Convirtiéndose en un esclavo del sistema, en un borrego de las creencias de los demás, sin pensamiento ni ideas propias. Puede existir el caso en que una persona desee hacer algo con mucha fuerza, seguramente sienta que es lo que le va hacer muy feliz, como por ejemplo dedicarse a escalar en lugar de seguir con el sistema educación, pero deja esto y hace lo que esta correcto para la sociedad, de lo contrario será mal visto y juzgado.
En una sociedad en donde existe una verdad general y se sanciona a los discursos alternativos, las personas son reprimidas de su instinto propio de ser humano, alejándose de su esencia como tal, ya sea por miedo a ser sancionadas por la comunidad o en el caso de los fieles creyentes por miedo a ir al infierno, la influencia que tiene la moral cristiana en el comportamiento de cada individuo se ve reflejada en el desarrollo que ha tenido cada país, la limitación del pensamiento no ha permitido que las sociedades católicas se desarrollen, lo que ha logrado es formar a personas temerosas.
Por lo tanto, la construcción de una identidad humana auténtica en esta sociedad es una utopía, puesto que es encerrada, reprimida y alterada, causando el aleje del individuo de su esencia como ser humano, como ser pensante, de su existencia auténtica, y peor aún privándole de una felicidad verdadera.
Bibliografía
Bauman, Z. (2008). Comunidad en busca de seguridad en mundo hostil. Madrid.
Butler, J. (2006). Cuerpos que importan. Sobre los límites inmateriales y discursivos. Buenos Aires: Paidos, 53 – 94.
Ceballos Garibay, Héctor. Foucault y el poder. México: Ediciones Coyoacán, 1994, p. 54
Foucault, M. (1992). La orden del discurso. Buenos Aires.
Foucault, M (2006). La hermeútica del sujeto, México: Fondo de cultura económica, 14 -38 (sujeto).
Freud, S. (2003). El malestar de la cultura. Madrid: Alianza, 60 - 92.
MILL, John Stuart (1997). Sobre la libertad. Madrid: Alianza editorial, 126 - 151.
Ortega y Gasset, J. Ideas y creencias. Obras completas, vil. V.
Revel, J. (2008). El vocabulario de Foucault. Buenos Aires.
Watzlawick, P. (2003). El arte de amargarse la vida.
...