Inteligencia - Reseña

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- Conocimiento de sí mismo. Habilidad para tomar conciencia y reconocer las propias emociones.

- Autorregulación. Capacidad para controlar las emociones y regular nuestros impulsos.

- Motivación. Capacidad de tomar en cuenta las emociones como impulsadores de la conducta.

- Empatía. Capacidad para mostrarse empática y reconocer emociones y necesidades de otros.

- Habilidades sociales. Habilidad para manifestar emociones y establecer relaciones sociales apropiadas.

Las habilidades emocionales están relacionadas con el éxito en la vida, el bienestar, la adaptación al entorno y otros comportamientos como el rendimiento académico y el liderazgo, por ello se le ha valorado y puesto interés en su estudio e investigación.

INTELIGENCIA Y TRABAJO

Llevar a cabo las labores con eficiencia y eficacia, resolver los problemas, tomar decisiones, alcanzar los logros o metas que las organizaciones esperan de los trabajadores requiere de ciertas habilidades o aptitudes intelectuales como analizar, razonar, habilidad con los números, tener capacidad perceptiva, comprensión y fluidez verbal, etc. Hay labores que también requieren habilidades de tipo manual, físico o corporal como manipulación de herramientas, coordinación motora, agudeza visual, fuerza, resistencia, etc. como es el caso de la medicina, arquitectura, ingeniería, etc.

Un trabajo demanda que la persona que lo va a realizar tenga ciertas aptitudes, capacidades o habilidades específicas además de un determinado nivel de inteligencia general, las cuales pueden ser observadas y reconocidas en las entrevistas de selección de personal y con la ayuda de las pruebas psicológicas de inteligencia o de aptitudes. Las habilidades va a depender de la especialidad de cada profesión o de la carrera técnica que elijan las personas y también de las necesidades que tienen las organizaciones, éstas de acuerdo al análisis de los puestos señalaran el perfil de aquel que va a ocupar el puesto de trabajo.

Así como se hizo referencia a las habilidades cognitivas y prácticas encontramos también las habilidades de la inteligencia emocional. No resulta difícil aceptar la importancia de la inteligencia emocional en el aspecto personal y laboral, considerada inclusive más importante que la inteligencia cognitiva, pues las emociones influyen en todo lo que hacemos diariamente, en el hogar, en el estudio, con los amigos y obviamente en el trabajo.

Las buenas relaciones con los demás y el buen desempeño en las tareas dependen en gran medida de la forma como se maneja las emociones. Si nos mostramos alegres o enfadados en el momento y lugar apropiados y de la manera más acertada, la gente entenderá las razones del porque nos sentimos así, de modo que las relaciones y los vínculos con ellas no se verán afectadas. Saber reconocer las emociones, tener control de las emociones que pueden influir sobre la conducta para conseguir metas, ser comprensivo con las emociones de la gente, responder emocionalmente y comunicarnos de manera adecuada con los demás son, entre otras, las habilidades emocionales que mejoraran las interacciones sociales.

En el desempeño laboral y profesional, la inteligencia emocional ha sido reconocida como un factor importante. Así, las emociones influyen y cumplen un papel en la conducta durante el trabajo en equipo, al tomar decisiones, en el liderazgo, en la efectividad de las tareas, en el éxito de los negocios, en las relaciones con los jefes y empleados, en la manera como se asumen las responsabilidades del trabajo, en la adaptabilidad al ambiente laboral, en la convivencia y las relaciones con los compañeros de trabajo, en la dirección de las organizaciones, en los cambios y desarrollo de la organización, en el cumplimiento de los compromisos, en la iniciativa, en el manejo de los conflictos, etc.