LA DIVISIÓN DEL TRABAJO DOMÉSTICO EN LAS PAREJAS ESPAÑOLAS: Un análisis del uso del tiempo

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La entrevista se realiza de la siguiente manera: cada miembro del hogar debe rellenar un diario de actividades. Estos diarios dividen el día en periodos de 10 minutos, para cada uno de los cuales el encuestado debe especificar qué actividad llevó a cabo durante ese periodo.

Los resultados: según el CIS el 65% elegiría que ambos trabajen fuera de casa y compartan las tareas de manera igualitaria. El 57% aprueba el matrimonio homosexual. En 2008 el 65% acepta las relaciones gay. El 77% igualaría derechos de casados a parejas que cohabitan.

En la práctica, sin embargo, las familias “alternativas” son minoritarias. En 2006 un 12% de parejas viven juntas sin casarse. En el censo de 2001, entre 1% y 3% de las son parejas homosexuales.

El nivel de actividad laboral femenino es el siguiente: la tasa de empleo 52,7% (9 puntos menos que la media en UE); la tasa de actividad 70,2% (2 puntos por encima de la media en UE); 10 puntos de diferencia respecto a los hombres, 20 puntos en 2007.

Las conclusiones del estudio a las cuatro hipótesis que se plantearon en un principio son las siguientes:

Hipótesis 1: contra más recursos implica menos contribución en las labores domésticas, de forma neutral respecto al género, con la excepción de la educación.

Hipótesis 2: el tipo de pareja, día de la semana y nivel educativo vemos que tienen efectos diferentes para hombres y mujeres pero las demás variables apuntan a la validez de la teoría sobre roles de género.

Hipótesis 3: las mujeres dedican más tiempo a las labores del hogar pero el reparto es más igualado en proporción a la contribución y en el tipo de tareas realizadas en las parejas no casadas.

Hipótesis 4: en las parejas homosexuales el reparto es más igualado debido a los

COMENTARIO: Los resultados del estudio indican que España tiene niveles de desigualdad de género en el trabajo doméstico muy superiores a la media europea.

Esta elevada desigualdad de género no se da de la misma forma en las parejas homosexuales, de hecho o en los matrimonios, siendo en estos últimos casos donde más en mayor medida tiene lugar esa desigualdad.

El texto introduce una serie de teorías para explicar esta situación. Unas teorías que se centran más en los recursos relativos y otras más centradas en los procesos de socialización que hacen que las mujeres aprendan un determinado papel y lo acaben interiorizando. Podemos decir que ambos tipos de teorías no son necesariamente incompatibles sino complementarias, ya que la división del trabajo doméstico puede verse influida por factores sociales como los mercados laborales y la capacidad de negociación de las parejas, pero esto no significa que no tengan una gran importancia los procesos de socialización y los roles de género. De hecho las hipótesis finales parecen dar validez a estas teorías de roles de género, que tienen un papel mucho más determinante de lo que la mayoría pensamos o somos conscientes.

Tiene mucho que ver con la baja participación laboral femenina y las pocas coberturas de políticas de conciliación laboral y familiar. Esta inflexibilidad del horario laboral en España, en muchos casos, lleva a que las mujeres no participen en el mercado laboral. También es cierto que el estudio no dice qué ocurre cuando ambos miembros de la pareja se encuentran en situaciones laborales parecidas. Sin embargo, según las teorías de roles cabe esperar que las mujeres sigan siendo las que mayor tiempo dedican a las tareas domésticas.

Con todo, a pesar de que el estudio tenga ciertas limitaciones como que la distribución del tiempo va cambiando dependiendo de los ingresos y del tiempo que cada miembro de la pareja, o que esa distribución varíe con determinados acontecimientos como, por ejemplo, el nacimiento de un hijo, lo cierto es que esta desigualdad en términos de distribución de tiempo ha existido desde siempre y es una realidad innegable. Técnicamente el abismo va disminuyendo con el tiempo, pero se produce de forma muy lenta y no en todas las parejas, dependiendo del tipo de pareja que sea, por no mencionar que es uno de los tantos aspectos en los que se observa desigualdad entre hombres y mujeres (no únicamente en la distribución de las tareas domésticas). En definitiva, aunque la gente cada vez es más consciente de ello, sigue sin ser totalmente consciente de la magnitud de esta problemática, de todos los aspectos en los que influye y de todas las limitaciones que provoca.