La educación es un tema que ha sido abordado durante toda la historia de la humanidad, de aquí sus variados matices, considerando en cada lugar y cada tiempo el hombre ha mostrado él aprehende el conocimiento, basándose en sus percepciones.

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En los años 60 se consideraba que el conocimiento proporcionado por el conductismo era incompleto, se necesitaba una nueva visión que no destacara ni la importancia de la mente ni la del cuerpo, sino la importancia del espíritu humano, fue así que se dio una revolución cognitivista y con ella surgieron el Humanismo y la teoría del desarrollo cognitivo de Piaget.

En el paradigma Humanista, se reencuentra la esencia del ser humano, donde se le da valor a las situaciones socioafectivas y a las relaciones interpersonales, es decir, su filosofía holística considera que todas las partes del hombre deben de ser asistidas, (cuerpo, mente, corazón).

El humanismo proponía la autonomía personal, autorrealización, orientación hacia metas y búsqueda de sentido y la concepción global del ser humano.

La Teoría de Piaget nos permite conocer y diseñar las actividades acordes a los estadios evolutivos del niño, pues muestra cuales son las características que se van presentando de acuerdo a su edad y cuales quedan fuera de su alcance, por lo que los esfuerzos que realice un profesor al diseñar el tipo de aprendizaje que está al alcance del alumno, serán gratamente retribuidos. Una de las primeras tareas del maestro es asumir que el alumno es un sujeto activo es capaz de progresar por sí mismo al construir su propio aprendizaje, pero también se debe de estar atento porque el alumno puede perder el objetivo.

En este paradigma los alumnos son considerados como entes individuales, únicos, diferentes a los demás; personas con iniciativa, con necesidades personales de crecer, con potencialidad para desarrollar actividades y para solucionar problemas creativamente. Los estudiantes son personas con afecto, intereses y valores particulares, a quienes debe considerarse en su personalidad total, y es así como se logrará el aprendizaje. Según la percepción de C. Rogers (1957), le agrega que el aprendizaje no debe ser impuesto por el profesor, sino que el estudiante sea activo y decidido, mueva sus propios recursos, desarrolle sus potencialidades y se responsabilice de su propio aprendizaje.

Por lo tanto el docente debe estar interesado en el alumno como persona total, procurando mantener una actitud receptiva hacia nuevas formas de enseñanza, fomentando el espíritu cooperativo, empático y rechazar todas las actitudes autoritarias y egocéntricas. Poner a disposición de los alumnos sus conocimientos y experiencias. Será pues la autoevaluación el recurso que fomente la creatividad, la autocrítica y la autoconfianza de los estudiantes como forma de evaluación.

El paradigma cognitivista nos lleva a apreciar las estructuras mentales de la mano de Piaget , el cual postula, que todo el conocimiento se basa en construcciones cognitiva en las cuales primero se asimila el conocimiento, después este se acomoda con lo que ya se sabe, para así, poder llegar a una adaptación cognitiva; David Ausubel, agrega que para que este conocimiento pueda ser retenido debe de ser significante para el individuo, nombrándolo aprendizaje significativo, siendo este implantado en la realidad y de relevancia para el aprendiz; Jerome Bruner nos habla que este mismo aprendizaje debe de ser por descubrimiento, en donde el alumno participa activamente en él.

Desde otro punto de vista, el cognitivismo intentó oponerse al conductismo para que éste se integrara al nuevo esquema teórico de referencia; en donde también se reemplazarían los procesos de aprendizajes, cambiaría el énfasis empírico por un énfasis racionalista, lo visual por lo experimental y el depósito de memoria por una representación del conocimiento. Así mismo, la tecnología creo un pilar muy importante a las teorías cognitivas.

Las implicaciones educativas del cognitivismo son impactantes, particularmente en cuanto a sus aplicaciones inmediatas en el aula escolar, en la solución de problemas, en los procesos de metacognición, en el pensamiento creativo, en cuanto a los estilos de aprendizaje, en la aparición de los nuevos enfoques para enseñar a pensar y en el desarrollo de habilidades de pensamiento, lo cual deja muy en claro que la corriente cognitiva está muy lejos de ser un cuerpo de conocimientos terminado y completo.

Por su parte Vigotsky y la teoría sociocultural, postula que los niños van a adquirir habilidades y conocimientos propios de su medio cultural. Su crecimiento esta mediatizado por la cultura en la que nace y vive. Para este autor los niños al interactuar con las personas adultas de su entorno está aprendiendo constantemente, a la vez este aprendizaje se hacen de manera informal, implícita. Los adultos van a aportar a los niños habilidades prácticas, sociales y habilidades de tipo intelectual cognitivo. De esta manera la influencia del contexto cultural pasa a desempeñar un papel esencial y determinante en el desarrollo del alumno, quien no recibe pasivamente la influencia sino que la reconstruye activamente.

El alumno es un ser social, producto de las múltiples interacciones sociales en que se involucra a lo largo de su vida escolar y extraescolar, gracias a los procesos socializadores logran cultivarse, individualizarse y auto realizarse. El profesor es un agente cultural que enseña en un contexto de prácticas y medios determinados, como un mediador entre el saber sociocultural y los procesos de apropiación de los alumnos. El control del proceso enseñanza- aprendizaje, será evaluar cómo va el proceso, tomar medidas para enfrentar dificultades, usándose como técnicas la observación sistemática, los cuestionarios y los trabajos grupales.

Recientemente se observa que en nuestro sistema educativo se habla mucho del Constructivismo, esta corriente del aprendizaje es ofrecido como “un nuevo paradigma educativo”. La idea subyace, de que, ahora, el alumno no debe ser visto como un ente pasivo, sino por el contrario como un ente activo, responsable de su propio aprendizaje y de su construcción.

Esta teoría participa del desarrollo de la inteligencia al postular que todo el conocimiento en un proceso de construcción del sujeto, dentro de este paradigma cognitivo, vuelve a aparecer el nombre de Jean Piaget, quien con su modelo psicogenético, se alista a estar dentro de este paradigma, en el centra la importancia del sujeto a la hora de aprehender al objeto (fenómeno o situación) dándole una mínima importancia a ese objeto; Lev Vigotsky, participa de este paradigma al teorizar qué tan importante es el sujeto como el objeto (entendido este como el medio social y no solo físico); por su parte el construccionismo social manifiesta que la adquisición se manifiesta únicamente por interacciones sociales.

En esta corriente, el aprendizaje está basado