Monografía, 1810-1820 Historia.
Enviado por Jerry • 27 de Abril de 2018 • 12.499 Palabras (50 Páginas) • 416 Visitas
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Moda:
Una de las prendas básicas y distintivas de los Gauchos locales fue el chiripá según algunos expertos en pilchas gauchas, el chiripá tenía su origen en un prenda utilizada por los indios catequizados destinados a cubrir sus partes íntimas pero también funcionales y práctica a la hora de montar a caballo. Básicamente se trataba de todo un rectángulo de tela entrelazado entre las piernas y sujetas a sus cuatro puntas a la cintura, al modo de pañal. Es importante entender que las diferencias en las combinaciones y en el uso de estas prendas respondía también un sistema de diferencias entre dueños y empleados pero había una diferencia más en relación con esta prenda, puesto que el chiripá fue parte integrante del uniforme militar del momento. Con los años era el uniforme distintivo de los soldados de Rosas.
Las casas de la ciudad de Buenos Aires en 1820 estaban fabricadas con ladrillos y blanqueadas con cal, las ventanas tenían frondosas rejas que incluso no evitaban el robo con cañas de ropas o pequeños objetos, los techos eran en su mayoría planos constituyendo la famosa azoteas que servían de lugar de reunión en las noches veraniegas. Estás azoteas traían dolores de cabeza por sus continuas goteras. Otro de los problemas recurrentes era la humedad que afectada los interiores de las casas; y salimos de las casas encontramos calles anchas que permitían el transito fluido siempre que no haya llovido, en ese caso movilizarse era sumamente complicado porque el barro abundaba ya que solamente estaba empedrado el centro de la ciudad que tenía como eje la plaza de la Victoria.
Economía:
Largos años de guerra habían trastornado los procesos productivos rurales y destruido los planteles ganaderos en diversas provincias.
La agricultura sufría y además por los problemas derivados de la falta de mano de obra, en un contexto tradicionalmente por escases estructural de trabajadores, el reclutamiento de los varones para la guerra, y las manumisiones de esclavos observaron esa escases que afecto a su vez fuertemente la producción agrícola de las chacras cercanas a la ciudad. En tanto el desarrollo de los saladeros absorbió parte de la oferta de carne de vacuna destinada al consumo urbano; la situación en extremo fácil fue llevada a un punto culminante a causa de la aparición de las sequias, entre 1818 y 1821 los precios del trigo en Buenos Aires cuadruplicaron los ya altos de 1815 mientras que la carne aumentaba también sustancialmente. Las exportaciones de 1820 se componían en casi un 80% de productos derivados del vacuno, la nueva economía ganadera avanzaba aprovechando los despojos de la guerra pero también expandiéndose por las nuevas tierras de la frontera bonaerense.
Arte:
Se inicia una década de gran auge de la litografía gracias a la instalación de artistas extranjeros. Esta técnica de reproducción de imágenes consiste en dibujar con un lápiz graso sobre una piedra calcaría aplicar tinta sobre el dibujo y con ayuda de una prensa estampar la imagen en un papel. A mediados de esa época llega a Buenos Aires procedente de Ginebra Cesar Hipólito Bacle, quien instalo un importante establecimiento litográfico y hacía el final de los años de 1820 se transformo en litografía del estado.
Dentro de algunas provincias, el año 1820 fue un año de conflictos, estos fueron particularmente significativos en Buenos Aires donde hubo distintas autoridades a lo largo del año. En octubre un grupo con fuerte apoyo popular desconoció al gobernador y quiso quitarle el poder, ocupo la plaza principal la plaza de mayo, hasta que fue desalojado por fuerzas leales provenientes del campo con un combate que dejo 300 muertos. Esto fue también significativo de 1820, por primera vez el campo se imponía sobre la ciudad y algo similar ocurrió en otras provincias, finalmente otro episodio fundamental de 1820, fue que el ejército de San Martin que estaba en chile tras haberlo liberado marchó por mar hacía el Perú, desembarcó allí el 8 de septiembre y dio inicio a la campaña militar contra el principal baluarte español en América del sur, así mientras la obra de la revolución se desmoronaba en el Río de la Plata, su creación, el ejercito sanmartiniano empezaba la etapa final de la guerra de la independencia. Entonces 1820 fue un año decisivo porque marcó el cierre brutal del periodo revolucionario y el principio de una nueva etapa.
“La negativa del Ejército del Norte de auxiliar al gobierno en la guerra civil (sublevación encabezada por un grupo de oficiales, entre los que se contaban Juan B. Bustos, José M. Paz y Alejandro Heredia, en la posta de Arequito, enero de 1820), la decisión de San Martin de proseguir su campaña libertadora en lugar de invertir con su ejército en la guerra civil y la oposición generalizada al gobierno, incluso en Buenos Aires, contribuyeron al derrumbe del poder central.
Tras derrotar al ejército porteño en Cepeda (febrero de 1820), las fuerzas del litoral, conducidas por Ramírez y López, exigieron la disolución del Congreso y la renuncia al Director Rondeau. Frente al desmoronamiento del régimen a la imposición de los vencedores de figar los términos de la paz, el Cabildo porteño asumió el gobierno de Buenos Aires como Cabildo Gobernador, hasta que la Junta de Representantes de la provincia – votada en Cabildo Abierto- designó gobernador a Manuel de Sarratea.
Surgió así una nueva entidad política: la provincia de Buenos Aires que, como tal, firmó con las provincias litorales el Tratado de Pilar (febrero de 1820). El acuerdo firmado con Ramírez y López reconocía como sistema de gobierno el de federación aunque su organización se postergaba hasta un encuentro posterior de representantes, que deberían ser libremente elegidos por “los pueblos”. Como principio económico fundamental, el Tratado de Pilar establecía la libre navegación de los ríos Paraná y Uruguay.
Luego del retiro de las fuerzas militares del Litoral, se publicaron en Buenos Aires las actas secretas del Congreso, a la vez que se inició juicio a los implicados en el proyecto monárquico.
El derrumbe del poder centralizado dio origen a un proceso de fragmentación el poder, que se expresó en la conformación de provincias autónomas, la que, en ocasiones, se reagruparon políticamente. Aunque no se abandonó el proyecto de constituir una nación unificada, los estados provinciales soberanos fueron, por más de treinta años los protagonistas políticos”.
(Historia Argentina- Lucas J. Luchito, Silvia O. Romano, Gustavo L. Paz- Editorial Santillana,
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