CARACTERIZACIÓN PSICOJURÍDICA DE LOS ADOLESCENTES INFRACTORES DE LA LEY PENAL EN COLOMBIA

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En el segundo capítulo, se aborda de manera integral lo que es el sistema de responsabilidad penal para adolescentes -SRPA- en la legislación colombiana, destacando dos pilares esenciales como son el régimen de la libertad y el régimen de las sanciones, haciendo referencia además al principio de corresponsabilidad que establece el papel de la familia, la sociedad y el estado.

En el tercer y último capítulo, se profundiza en los distintos modelos pedagógicos existentes para la atención de adolescentes infractores, profundizando además en el modelo propuesto por hogares Claret, que es eminentemente terapéutico, es decir, para personas con adicción al consumo de sustancias psicoactivas y el modelo amigoniano que busca el afianzamiento en la autonomía, pautas de comportamiento y optimización de un proyecto de vida; todo lo anterior desde el referente de la justicia restaurativa. Este artículo finaliza con algunas conclusiones que han sido fruto del abordaje y la profundización temática.

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CARACTERIZACIÓN PSICOJURÍDICA DE LOS ADOLESCENTES INFRACTORES DE LA LEY PENAL

- ADOLESCENTES Y CRIMINALIDAD JUVENIL: ¿POR QUÉ DELINQUEN LOS ADOLESCENTES?

Existen muchas razones por las cuales se puede identificar la causa de la criminalidad juvenil, y cada una de ellas comporta aspectos muy variados de su génesis. En la actualidad, una autoría muy reconocida es la socióloga Verónica Navarro, quien manifiesta desde su rol de psicóloga y socióloga, que existen muchos mitos frente a la criminalidad juvenil. La autora manifiesta que los adolescentes pueden delinquir por varias razones: (1) Condicionamiento del medio externo, es decir, adolescentes vulnerables en ambientes extremos de pobreza, marginalidad social, poco acceso a los servicios de educación y salud. (2) Hay una realidad también evidente en nuestro medio y es la disfuncionalidad de algunos ambientes familiares, esto significa que hay familias proclives al delito, que son ellas mismas las que inducen a sus hijos a delinquir, prueba de ello lo vemos en los medios de comunicación social donde madres obligan a sus hijos a ingresar a almacenes y que ayuden a entretener a una vendedora, mientras el integrante menor hurta elementos. (3) También la precitada psicóloga manifiesta como la barra de amigos, tiene una influencia muy grande en algunas situaciones de criminalidad juvenil, ya que muchos adolescentes no tienen suficiente autonomía y para pertenecer a determinados grupos o barras, son fácilmente influenciables hacia la criminalidad juvenil.

También es importante resaltar el aporte que hace Edgar Rodríguez Cimé en su artículo, el cual hace un análisis de lo desarrollado por Verónica Navarro, el cual indica:

En un mundo con el orden social colapsado, y la moral tradicional minada por la corrupción y la violencia social, la imagen de la juventud como “divino tesoro” es reemplazada por la del joven “transgresor del orden y protagonista de violencia”. Se piensa en los jóvenes como potencialmente “malos y corruptibles”. Sobre esta “construcción social del joven popular”, se basa la alarma social en relación con “los mitos sobre la delincuencia juvenil”. (Rodríguez Cimé, 2014)

Lo anterior se debe a que las condiciones de vida familiar y social no les garantizan el goce de los derechos mínimos, y desde temprana edad se ven enfrentados a situaciones de vulnerabilidad donde su crecimiento y aprendizaje solo se basa en el ejemplo que recibe de sus padres, y es acá donde el error comienza, ya que en las familias de estos niños, niñas y adolescentes se vive a diario problemas de abuso sexual por parte del padre, maltrato físico y psicológico, extrema pobreza, alcoholismo y drogadicción.

Rodríguez analiza los cuatro mitos de la delincuencia juvenil planteado por Verónica Navarro, así:

- Mito 1. Los jóvenes en conflicto con la ley, cometen delitos más graves cada día”. Al respecto no existe una evidencia real sobre la materia, porque de acuerdo a la estadística del Sistema de Responsabilidad Penal para Adolescentes, que reposa en las valijas del ICBF, los delitos cometidos por los adolescentes en mayor nivel de ocurrencia son: estupefacientes, hurto, porte ilegal de armas, lo que refleja que son delitos denominados “normales”.

- Mito 2. Los menores infractores violan la ley, pero no son víctimas”. La realidad del sistema nos muestra que los adolescentes infractores pueden tener un doble rol, como victimarios, es decir autores de las distintas conductas punibles, pero además pueden ser víctimas de exclusión social, de pobreza, marginalidad, falta de oportunidades, abusos por parte de la familia, que puede ser factor de protección, pero también factor de vulnerabilidad.

- Mito 3. “Los menores infractores delinquen a edades cada vez más tempranas” Esto es debido a la falta de oportunidades anteriormente mencionadas, lo cual generan que los niños por necesidades de un mínimo vital, buscan la manera de delinquir con el fin de subsistir en una sociedad en la que se encuentran desprotegidos tanto por sus padres como el Estado. Frente a esta realidad no hay una fuente concreta ya que las estadísticas reflejan promedio de edades entre 15, 16 y 17 años.

- Mito 4. “Los transgresores juveniles son hoy día más peligrosos”. Los jóvenes que cometen delitos, ingresan al sistema de responsabilidad penal colombiano, por los mismos delitos que cometen las personas adultas, en los niveles de ocurrencia como son Hurto, trafico fabricación o porte de estupefacientes, lesiones personales, violencia intrafamiliar, fabricación tráfico y porte de armas de fuego o municiones, violencia contra servidor público. Como puede observarse son los mismos delitos que suelen cometer las personas adultas

- SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD

Como se ha referenciado anteriormente una realidad latente de la criminalidad juvenil es la situación de vulnerabilidad en que muchos adolescentes desarrollan su diario vivir. Es por esto, que “los adolescentes en conflicto con la ley son quienes en su trasegar reflejan la desigualdad, la vulnerabilidad social, la pobreza, la exclusión del sistema educativo y del mercado laboral formal” (Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, 2012, pág. 5)

Para muchos colectivos en la sociedad los adolescentes infractores de la ley penal cometen delitos porque son personas proclives al delito per se, pero la realidad está denotando que no siempre es así. Muchos jóvenes viven en situación de extrema marginalidad y pobreza, donde no han tenido nunca