CIEN AÑOS DE LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS. 25 AÑOS DE LA REFORMA AL ARTÍCULO 130 CONSTITUCIONAL. CARLOS EDUARDO GALÁN CORTÉS
Enviado por Albert • 15 de Enero de 2019 • 1.872 Palabras (8 Páginas) • 456 Visitas
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de la época. Se dice
que Plutarco Elías Calles, el Presidente que inicio la guerra para desaparecer la
religión católica en México, al final de sus días se dijo creyente de un ser superior
en el universo.
En 1926-1929, Manuel Ávila Camacho combatió a los católicos en Michoacán y
Jalisco, mientras que su hermano Maximino hacía lo mismo en el centro del país.
Cabe destacar que Francisco J. Múgica, el diputado radical del constituyente de
1917, era el principal contrincante de Manuel Ávila Camacho para ser el sucesor de
Lázaro Cárdenas. El presidente Cárdenas selecciono a Manuel Ávila Camacho
como candidato del PNR.
Cuando el Presidente Ávila Camacho tomó posesión del cargo, en su discurso dijo
ser creyente, esta declaración fue muy criticada, en especial por Daniel Cosío
Villegas, integrante de los Siete Sabios de México. Se dice que esa declaración fue
en honor a la señora Eufrosina Camacho, mamá de Manuel y Maximino Ávila
Camacho, quién les dijo a sus hijos que dejaran de perseguir a la iglesia.
Por otro lado, estaba don Adalberto Abascal del Río, abuelo de Carlos María
Abascal Carranza, quien participó en la guerra cristera defendiendo la fe católica y
su doctrina, así como el libre albedrío y así detener las represiones recibidas desde
la presidencia de la República.
Don Salvador Abascal Infante, padre de Carlos Abascal, líder de la Unión
Sinarquista Nacional, la cual era nacionalista que defendería a México del
comunismo y de la democracia liberal.
Me permito transcribir un párrafo del libro “Un cristiano en la vida pública: Carlos
María Abascal Carranza” de María Luisa Aspe Armella:
… los sinarquistas buscaban encauzar “las demandas de los católicos contra el
régimen posrevolucionario”, logrando que éstos, “divididos desde los arreglos
de 1929, se unieran en un frente común junto con otros sectores sociales
descontentos con el gobierno de Cárdenas”, siendo el ejido (en contraposición a
la propiedad privada) y la educación socialista (frente al derecho de los padres
a elegir el tipo de educación que deberían tener sus hijos), sus principales
objetivos de ataque.1
Recordemos que Manuel Gómez Morin junto con Antonio Caso lucharon por la
autonomía universitaria ya que Vicente Lombardo quería imponer un modelo
socialista de educación desde el plan de estudios, Lombardo tenía el apoyo del
gobierno federal. Esto derivo en una lucha académica, legal y hasta huelga de
hambre de Manuel Gómez Morin en contra del gobierno mexicano hasta lograr la
1
Aspe Armella, María Luisa (2016) “Un cristiano en la vida pública: Carlos María Abascal Carranza”, Editorial
Carlos María Abascal Carranza, A.C. p. 15
autonomía universitaria en las pláticas y negociaciones realizadas con el entonces
secretario de educación del gobierno de Abelardo Rodríguez, Narciso Bassols.
La lucha por la libre catedra y el respeto a las creencias de cada individuo siempre
ha sido ligada directa o indirectamente con Acción Nacional, esos hechos históricos
siempre han salido a favor de los mexicanos, resultados que hasta el día de hoy
siguen vigentes gracias al estado de derecho establecido por nuestras instituciones.
Se ha logrado el respeto a todos los mexicanos sin importar sus creencias y su
manera de impartir catedra.
A lo largo de la historia académica del siglo XX en México han estado grandes
catedráticos, entre ellos Rafael Preciado Hernández, diputado federal en la XLVII
Legislatura, donde desde la tribuna le toco defender la vida universitaria en México
y pedir castigo a los lamentables hechos del 2 de octubre de 1968 en la Ciudad de
México.
Rafael Preciado Hernández además de dar clases en la Universidad Nacional
Autónoma de México, también dio clases en la Escuela Libre de Derecho, donde
tuvo de alumno a Carlos María Abascal Carranza en la clase de Filosofía del
Derecho y además de ser su sinodal en su examen profesional para titularse como
licenciado en derecho.
En 1992 en la cámara de diputados se presentaba una serie de reformas a los
artículos 3, 24, 27 y 130 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos; el artículo tercero establecía que ya se podría impartir educación con
toque religioso siempre y cuando se respete el plan de estudios de base del
gobierno. El artículo 24 establecía con más respaldo jurídico la libertad de profesar
la religión con la que más se identifique, además de que los actos de culto público
regresaban a la legalidad siempre y cuando siguieran las normas establecidas por
la Secretaría
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