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Comparación entre las mentalidades mexicana y húngara inspirada en "Máscaras mexicanas" de Octavio Paz

Enviado por   •  5 de Enero de 2019  •  6.680 Palabras (27 Páginas)  •  293 Visitas

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En lo que respecta a la sinceridad de los húngaros la situación es similar. Las opiniones en su mayoría son neutras (53%) pero también se deja ver una inclinación relativamente fuerte (30%) hacia el convencimiento de que los húngaros no son sinceros y sólo el 16 % piensa que sí lo son. Resultó interesante notar que algunos encuestados tienen una opinión tan mala sobre la sinceridad húngara que dejaron comentarios para expresar que, a su parecer, la encuesta carecía de sentido ya que los húngaros no iban a responder lo que es la verdad.

Merece un pequeño análisis semántico el verbo rajarse, que reviste gran importancia en la obra de Paz: “el ideal de la "hombría" consiste en no "rajarse" nunca. Los que se "abren" son cobardes.” En la versión en castellano del cuestionario se les preguntó a los participantes qué es lo que se les ocurría al escuchar la palabra rajarse, y en trece respuestas surge de alguna forma el concepto de miedo o cobardía (tal y como recalca el autor), pero en ninguna aparece claramente que se trate de algo muy negativo o condenable, en contraposición con el ensayo que dice así: “El "rajado" es de poco fiar, un traidor...” Además, sólo en una respuesta aparece alguna connotación relacionada la hombría: “es un machismo, quiere decir arrepentirse”. Según la tendencia general, para los mexicanos rajarse coincide con la definición que nos trae el diccionario de la RAE: “Echarse atrás, dejar de hacer algo en el último momento.” Aunque, en muchas ocasiones se complementa con el verbo arrepentirse como sinónimo de rajarse y las únicas connotaciones negativas que conlleva es “no cumplir con un acuerdo”, “rendirse” o “ser cobarde para afrontar una situación”. Los mexicanos no asocian a las mujeres con el hecho de rajarse como lo hacía Octavio Paz: “Las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse, se abren. Su inferioridad es constitucional y radica en su sexo, en su "rajada", herida que jamás cicatriza.”. Tampoco piensan en general que rajarse sea “permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad”. Aunque, claro está, como a los encuestados sólo se les pedía que expresaran en qué piensan al escuchar la palabra rajarse bajo ningún concepto podemos esperar que uno corrobore o desmienta de forma exacta lo que opinaba el autor en 1950.

“El hermetismo es un recurso de nuestro recelo y desconfianza.” – reza el ensayo de Paz, al inicio de un párrafo dedicado a la desconfianza. En “Máscaras mexicanas” dicho fenómeno y el análisis de sus causas reciben especial atención. Paz considera que los mexicanos son un pueblo ampliamente desconfiado y las raíces de esta desconfianza se remontan a “lo que ha

sido nuestra historia” y tienen que ver con “el carácter de la sociedad que hemos creado”.

Y, efectivamente, casi la mitad de los encuestados (49%) piensa que en la mentalidad mexicana la falta de confianza en los demás en un rasgo importante, aunque también es cierto que un 36% se sitúa marcadamente en contra de dicha afirmación. Un factor interesante es que en este caso el número de las respuestas neutras ha sido bastante bajo, lo cual indica que la opinión de los mexicanos al respecto está bastante dividida. En lo que sí estaba de acuerdo casi todo el mundo es en que esta cierta desconfianza se debe a causas sociales, como la falta de la seguridad pública y el alto número de delitos. El 87% de los participantes marcó esta opción, mientras sólo el 5% busca los orígenes de la desconfianza en factores históricos. Según el restante 8% la falta de confianza se atribuye a que los mexicanos tienden a desconfiar por naturaleza o a otras causas. Sobre la situación de la seguridad pública se desprende lo siguiente: el 85% de los mexicanos sostiene que su país es un país peligroso. Este dato en el caso de los húngaros es de un 14%. No obstante, el contraste no es tan marcado y sólo el 60% juzga que Hungría es un país seguro, mientras que hay un número bastante amplio de respuestas neutras (26%), algo que en cuanto a la encuesta sobre México no se pudo experimentar.

Octavio Paz dice así: “Cada vez que el mexicano se confía a un amigo o a un conocido, cada vez que se "abre", abdica. Y teme que el desprecio del confidente siga a su entrega.” Una de las interpretaciones posibles de esta idea del autor puede ser que el hecho de confiar supone la renuncia a nuestra intimidad o conlleva el miedo a ser utilizados por la persona en la que confiamos. La alta mayoría de los encuestados mexicanos (48%) está totalmente en desacuerdo con esta afirmación. Una cuarta parte de los que respondieron dieron respuestas neutras pero también otra cuarta parte parece estar de acuerdo con Octavio Paz.

individuo

Las preguntas anteriores se referían a la concepción general que tienen las personas acerca de la sociedad en la que viven, pero en otra entrada de la encuesta se les preguntó sobre lo que tienden a hacer de manera individual. La pregunta de “¿Usted personalmente tiende a desconfiar de ciertas personas aunque le parezcan simpáticas?” trajo resultados que se reparten igualmente entre respuestas positivas, neutras y negativas en el caso de los mexicanos. Los húngaros se inclinan más bien hacia la neutralidad ante la cuestión. Con esta parte del cuestionario se pretendió aclarar la actitud que tienen mexicanos y húngaros respecto a la siguiente frase de Paz: “Ante la simpatía y la dulzura nuestra respuesta es la reserva, pues no sabemos si esos sentimientos son verdaderos o simulados.” Es decir, aunque alguien “nos caiga bien”, seguimos sintiendo cierto recelo hacia la persona.

Un abismo significativo se deja ver entre México y Hungría en torno a la pregunta que medía el carácter rebelde de los pueblos. Aunque no se trata de una mayoría devastadora, el 53% de los mexicanos que participaron dice que el pueblo mexicano tiene un espíritu luchador y protesta si no están de acuerdo con algo. En cambio, las frases de Octavio Paz que rezan así: “procuramos ser resignados, pacientes y sufridos.” o “La resignación es una de nuestras virtudes populares.” parecen más ciertas en el caso de los húngaros, de los cuales el 88% dijo que en la sociedad húngara es más típico un carácter resignado e impasible.

En el ensayo de Paz leemos lo siguiente: “...en la esfera de las relaciones cotidianas procura que imperen el pudor, el recato y la reserva ceremonisosa.” Partiendo de lo que afirma esta cita de “Máscaras mexicanas” prometía ser interesante preguntarles a los mexicanos y húngaros sobre el papel que la moral tiene en sus vidas.

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