Cómo influyen los medios de comunicación en la vida juvenil

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El objetivo de los medios de comunicación es informar, formar y entretener, estos a su vez son utilizados por la publicidad, la mercadotecnia y otras formas de difundir información, con la finalidad de enviar un mensaje lo antes posible al público receptor.

Si bien cada mensaje es dirigido a toda la sociedad, por lo general todos tienen un público deseado, sin embargo gracias a la magnitud de los Medios de Comunicación Masiva no se impide la recepción de este mismo mensaje a un público el cual no se espera que lo reciba, generando así, una mayor audiencia.

Por otro lado, la comunicación en masa suele reducir o eliminar las relaciones interpersonales del proceso de la comunicación, y tiende a separar a los individuos de su entorno sociocultural tradicional, generando una masa integrada por miembros heterogéneos, es decir, personas de distintos estratos sociales, niveles culturales, diversas ocupaciones, intereses y modos de vida muy diferentes.[1]

De este modo podemos darnos cuenta de que los medios de comunicación influyen en gran medida en procesos de conducta económica, social, cultural e incluso política, fomentando así la necesidad de la gente por el consumo y el materialismo.

1.2 Clasificación.

Debido a la grandeza de los medios de comunicación masivos se pueden identificar distintos tipos, impulsados principalmente por los avances tecnológicos, logrando así la necesidad de clasificarlos.[2]

1.2.1 Medios primarios.

Estos se caracterizan por tener mera relación corporal entre el emisor y el receptor, en este caso se considera un medio de comunicación masivo cuando el emisor envía un mensaje de manera directa dejando de lado los recursos tecnológicos a más de siete personas a la vez. Por ejemplo, una clase con un profesor y su grupo de alumnos es un medio primario de comunicación masiva.

1.2.2 Medios secundarios.

En este tipo de medios de producción a diferencia de los primarios es indispensable el uso de la tecnología como herramienta pero en un sentido productivo, es decir, una maquinaria que produzca medios de emisión del

mensaje por parte del emisor hacia los receptores sin la necesidad de que estos últimos recurran a algún otro tipo de tecnología para recibir dicho mensaje, por ejemplo: periódicos, revistas, espectaculares, folletos, entre otros.

1.2.3 Medios terciarios.

Estos medios de comunicación al igual que los secundarios requieren de técnicas (tecnología) enfocadas a los medios electrónicos, es decir,

.que en este caso tanto el emisor como el receptor necesitan de dichos medios electrónicos como son televisión, radio, telégrafo, música, etcétera, para enviar y recibir un mensaje.

1.2.4 Medios cuaternarios.

Actualmente este tipo de medio de comunicación es la más empleada por las empresas y de igual manera es en la que más tiempo pasa la audiencia, haciendo altamente transmisible un mensaje casi en cualquier momento del día. El internet, los smartphones, televisión satelital etc. son el resultado de un avance tecnológico aún más desarrollado que los medios terciarios haciendo todo más digital, a su vez, los mensajes son de mejor calidad con relación a los otros medios de comunicación.

Como se puede ver los medios de comunicación son amplios y variados por lo que es necesario clasificarlos basados en su producción y forma de uso, debido a su fuerte relación de uno con otro, todo esto como resultado de una evolución social y tecnológica lo cual obliga a los medios de comunicación a evolucionar a la par de estos dos para seguir generando una gran cantidad de receptores.

Capítulo 2. Cambios en la belleza en los últimos veinte años.

La belleza es el conjunto de cualidades cuya contemplación produce deleite y admiración[3]. Sin embargo actualmente se ha visto modificado este concepto por los medios de comunicación haciendo así que sea un tema más subjetivo y en algunas ocasiones manipulado por los mismos. Ahora bien, los medios de comunicación han estado en constante cambio (ya sea para bien o para mal) pero, ¿Qué hay de la belleza en sí misma?

En este segundo capítulo veremos cómo ha evolucionado el concepto de la belleza, desde la década de los noventas hasta la actualidad. Estos cambios los han impuesto los medios de comunicación tales como las revistas, las canciones y el cine principalmente. Y como ya sabemos, las redes sociales en la actualidad han explotado los estereotipos de belleza en las últimas décadas.

Cuando hablamos de la belleza en los años noventa podemos observar cómo era la moda del vestir, de hablar, del caminar y de pensar. Éste último es el que más concierne en cuanto a este trabajo, debido a que veremos qué tanto han impactado los medios de comunicación para la percepción de la misma en la sociedad a través del tiempo.

Antes, como el cine y las revistas nos lo muestran muchas veces, la belleza no es más que tener un guardarropa a la moda, unas facciones

estilizadas, cortes de cabello electrizantes, una vida social despreocupada, entre otras cosas. Sin embargo en cuanto a la belleza (viéndola desde un punto de vista intelectual y emocional) el cine ha mantenido firme que una persona se puede volver bella una vez que abre sus sentimientos y pensamientos al exterior. Haciendo una reflexión de lo expuesto hasta ahora en este capítulo, nos damos cuenta que no han habido cambios radicales, seguimos siendo altamente influenciados por los MCM para seguir los estereotipos que se nos fijan. Lo que sí podemos notar es un cambio en la forma de pensar, y por ende, de actuar en las personas. Ahora sentimos más libertad al momento de expresarnos debido, en parte, a éstos mismos medios de comunicación masiva como las redes sociales los cuales nos motivan a ser más abiertos.

Hay infinidad de campañas en la web las cuales promueven la libertad de expresión y la alimentación de la autoestima de las personas, lo que provoca una mayor aceptación de la sociedad y de la autenticidad y esencia única de las personas.

Así como el cine y la televisión han manejado un alta gama de estereotipos, tanto para mujeres como para hombres, las revistas de los años noventa eran la segunda opción más fiable para marcar tendencias y redefinir la belleza con cada paso del tiempo. Con cada nueva propaganda, se le recomendaba a las personas a cambiar su estilo