División de prevención y combate a la corrupción.

...

- División de prevención y combate a la corrupción.

- División de reforma en la justicia penal

- División de reforma político electoral

- División de seguridad publica

Dentro de cada una de ellas siguiendo lineamientos específicos, que abarcaran desde la capacitación, formación y fortalecimiento de fiscales, jueces, y personal directamente vinculado al área, supervisado por fiscales internacionales, por personal forense calificado que verificaran las capacidades del sistema y elaboraran planes de acción a implementarse.

Considero un giro positivo en la Historia Nacional esta acción del gobierno actual, ya que los cuatro puntos en que se pretende establecer estas nuevas herramientas de fortalecimiento son las más débiles y las más infectadas por redes de corrupción, es acá en donde suelo con que se efectivice la ley, donde no solamente se combata la corrupción como el mal, sino que esto provoque un efecto de cascada positivo sobre todas las áreas y a todos niveles. No solamente ha sido el caso IHSS el que ha despertado a la sociedad, está el caso de INJUPEM también como referentes a nivel nacional, y localmente, en nuestra ciudad, casos como el “camarazo” que a pesar de haber sido denunciado hace ya un par de años, aun no se ha responsabilizado a nadie por ello.

De igual forma, la justicia penal, en todas sus manifestaciones, desde que inicia el proceso en el Ministerio Publico, urge de reformas que cambien el chip aun inquisitivo, en el cual aunque la ley establece que todo ciudadano imputado de un delito deberá ser tratado como inocente mientras no se demuestre lo contrario mediante un debido proceso y ante tribunal competente, urge reforma judicial de igual forma, se requiere de más jueces independientes y valientes, respaldados por una Corte Suprema libre de influencias, que, aunque algo casi imposible en este momento en el país, puede llegar a ser una realidad, eliminar de las páginas de nuestros diarios vergonzosas noticias como las que ahora ennegrecen al Poder Judicial, en donde los supuestos veladores del sistema Judicial se regodearon en el poder que se les otorgó, haciendo uso desmesurado de los fondos, implementando el nepotismo como un práctica habitual, y, aun más grave, ejerciendo influencia directa sobre jueces para beneficio personal o familiar. Urge una reforma penitenciaria, en que las prisiones dejen de ser escuelas del crimen y en realidad se proponga la reformación y reinserción del delincuente a la sociedad, de forma que salga a ser productivo y no destructivo.

Vinculado a la reforma judicial, esta también el mejoramiento de la seguridad pública, actualmente, existe un temor generalizado en la población, a ser asaltado, a ser víctima de atentados, de extorsiones, de secuestro, combinación de múltiples factores socio económicos, pero agudizado por una inoperante policía preventiva, igualmente infectada en sus altos mandos por estas mismas redes de corrupción y más grave aún coludidas con el crimen organizado. Estadísticas del observatorio de la violencia de la UNAH del año 2015, revelan un escandaloso índice de homicidios en nuestra ciudad de La ceiba, muy por encima del indicie nacional, 88.3 por cada cien mil habitantes, convirtiendo a La Ceiba en uno de los municipios más violentos del país. Es por esto que urge que se implementen programas de prevención, no solamente de reforzamiento militar en las calles, el poder de la prevención es mayor al poder de curación.

En conclusión, después de observar a lo largo de muchos años actos de lesiva ocurrencia hacia una ya débil economía Estatal, de observar como gobierno tras gobierno han fracasado en sus míseros intentos de frenar la corrupción, de regresarle la seguridad al pueblo, de lograr una verdadera transparencia en los procesos electorales y de aplicar la justicia con equidad, es que ahogados en un mar de corrupción y de redes, de crimen organizado y de desinterés estatal en resolverlos, que aparece la MACCIH, con la misión de intentar poner orden a un país que se caracteriza por lo contrario, es de esperar si la disciplina de los integrantes de la MACCIH se conjugara con su paciencia, porque no será trabajo de meses, será de años, pero que si encuentra uno, dos, tres, los que sean, verdaderos funcionarios dispuestos a afrontar los retos que la lucha contra la corrupción presenta, podre de repente un día sentarme a leer un periódico, en donde figure una primera plana que lea, Honduras, si mi Honduras, la tierra que amo, Honduras, el país con el menor índice de corrupción, con el menor índice de homicidios, con la más alta tasa de alfabetismo, con el sistema de salud más eficiente del área y con un pueblo que se enorgullezca de vivir en él, que deje de huir hacia el norte para amar una tierra que no es nuestra.