EL COMBATE POR STANLEY

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Los Guardias Escoceses llegaron primero; en la noche del siete al ocho de junio se encontraban también los Guardias Galeses. Retrasados en la carga hicieron imposible una descarga nocturna en Bluff Cove. Los hombres de la Guardia estaban desconformes de todas formas con el lugar de desembarco asignado en Fitz Roy. Ellos no mostraron tampoco, ni aún luego de irrumpir el día, ningún apuro en abandonar los apenas protegidos pero cómodos barcos. Amenaza aérea?; desde hacía diez días no se había visto ningún avión argentino más sobre las islas. Alrededor del mediodía, cuando se pudo convencer a las tropas sobre el peligro, la rampa de desembarco del buque encajó.

La tragedia comenzó. A las 1310 horas atacaron cuatro A4M Skykawk del Grupo 5 a órdenes del 1er Tte Chacón a ambos barcos, luego de que el primer escalón de Mirages había desviado con éxito a la patrulla de Harriers. Cinco bombas hallaron sus respectivos blancos, ambos buques ardieron. El Sir Tristam estaba casi vacío, el Sir Galahad en cambio casi totalmente cargado con vehículos, munición, gasolina y más de dos compañías de Guardias Galeses. Resultado: Hubo sesenta y tres muertos. Poco más tarde los "Argies" hundieron un bote de desembarco con la totalidad del material de conducción y equipos de comunicaciones de la 5ta Br. Aún otro buque más sería bombardeado y alcanzado ese mismo día. Un C-130 argentino arrojó bombas sobre el supertanque americano de veintidosmil toneladas Hércules, el cual no había tomado parte del conflicto y se encontraba alejado de la lucha, las bombas entraron por la compuerta de carga que estaba abierta y dieron en el blanco, pero no todas explotaron. Luego de tratativas con hombres de seguridad, sus propios dueños decidieron hundir al dañado buque.

El incidente de Fitz Roy retrasó el ataque inglés alrededor de veinticuatro horas. El plan preveía penetrar e irumpir en la noche del doce de junio la circunferencia externa de defensa de Puerto Argentino (Mte Longdon - Dos Hermanas - Mte Harriet), y en la siguiente noche la circunferencia interior (Tumbledown - Mte Williams - Wireless Ridge). Las enseñanzas de los combates de Goose Green (por motivos de presión internos en cuanto al tiempo y de la deficiente preparación debido al nombrado - vení como estás que hay fiesta) habían hecho cambiar las cosas. Esta vez los objetivos eran más realistas, el apoyo de fuego suficiente, con cinco baterías de artillería, tres destructores y tiempo adecuado para la exploración.

Los defensores de Puerto Argentino, aproximadamente cinco mil quinientos hombres, se habían preparado ante todo para el rechazo de un ataque desde el mar. A pesar de que el avance inglés ahora era abiertamente desde tierra, los argentinos apenas variaron su dispositivo de defensa. El principal motivo para aferrarse al plan original fue que no podían abastecer a más tropas en los cerros. Los helicópteros, principales medios de transporte en estas islas sin caminos, no alcanzaban. Los últimos dos CH - 47 "Chinook" habían vuelto a la argentina el ocho de junio, el resto de la "aviación de la isla" había sido derrotada. Apenas podía esperarse apoyo aéreo desde tierra firme, dos tercios de los entonces cazabombarderos en capacidad de ser empleados sobre las islas se habían perdido. Cuando el plan del comandante de las islas, General Menendez, fue rechazado por el jefe de la junta, General Galtieri, el cual preveía tomar a las fuerzas inglesas desde retaguardia con tropas de la Gran Malvina y desde el continente, se debió reconocer que en Puerto Argentino se estaba solo por si mismo.

EL COMBATE POR LA CIRCUNFERENCIA DE DEFENSA EXTERIOR

Monte Longdon

En función del resultado de los reconocimientos y la exploración, el Tcnl Pike (J 3 Para) había excluído la posibilidad de un ataque de flanco sobre las posiciones del Regimiento 7. La Ca B debía atacar el Monte Longdon en forma frontal, con tres secciones adelante pero en formación profunda y estrecha debido al peligro de existencia de minas. El Tcnl Pike rechazó la preparación de artillería, el confiaba en la sorpresa. Debido a esto último empleó a la Ca A que en forma simultánea desde una saliente del monte apoyaría el avance por el fuego. La Ca C fue mantenida por Pike a retaguardia lista para ser empleada. El Cbo Bailey, J Gpo/4/B relata: "La noche del once al doce de junio era fria y sin viento. No sentíamos frio, pienso yo que era por la adrenalina. En la posición de partida para el ataque nos detuvimos sólo unos minutos. Yo me dí vuelta y charlé unas palabras con mis hombres. La mayoría fumaba, hablaba bajo con sus compañeros, se engarzaron las bayonetas. Después iniciamos el ataque entre bloques de piedra y arbustos densos, cuesta arriba bastante empinado. Estaba tan claro que podía verse hasta unos doscientos o trescientos metros. Sin embargo todo permanecía calmo, hasta que alguien pisó una mina . . ."

El efecto de la sorpresa llegó hasta allí. Los argentinos, alarmados, se hicieron a las armas. La 6ta Sec estaba en posición sobre el ala derecha, en un terreno sin cubiertas y bajo fuego preciso de francotiradores equipados con aparatos de visión nocturna ya desde el principio del ataque. También las otras dos secciones empeñadas en primera línea avanzaban paso a paso sobre el flanco empinado y rocoso. Una y otra vez fueron batidas y detenidas por posiciones hábilmente establecidas, con fuego rasante y granadas de mano. Y la Ca A?. La saliente norte del monte, bautizada 'ala avanzada', se mostró inútil como base de fuego porque era dominada por las posiciones en la cresta del monte y casi no ofrecía cubiertas. Al encontrarse la Ca A bajo intenso fuego enemigo y cuando las bajas comenzaron a amontonarse, Pike hizo replegar la subunidad y la encolumnó detrás de la Ca B. El coordinador de apoyo de fuego, Cap William Mc Cracken, desconforme con la decisión de atacar sin preparación de artillería, se separó del puesto comando del regimiento y , con sus observadores y un par de hombres más del Gpo Cdo/B, conformó un grupo de asalto (tiradores) y se mezcló con las tropas que encabezaban el ataque: "Nosotros habíamos establecido una técnica especial. Por lo pronto llevábamos nuestras armas en en posición de tiro. Luego abríamos el fuego en forma sorpresiva y violenta. Eso mantenía al enemigo por un tiempo corto en la posición. Durante ese tiempo tomaba posición en las cercanías un 'Sesenta y seis' (Lcoh Liv 66mm), al mismo tiempo atraíamos el fuego enemigo, y esto último le daba al apuntador de lanzacohetes la oportunidad de apuntar al fogonazo. Luego del impacto no quedaba mucho de la posición."

Eso