El Juego como lo expresa Zabalza, citado en Martínez (2012)

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Una manera de insertar los juegos cooperativos es al inicio de casa sesión de trabajo, porque así se introducen los contenidos de mayor complejidad. Al respecto, Velásquez (2010), señala que “Las actividades en la clase de educación física deben prestar atención a los sentimientos de felicidad de los alumnos; si se sienten más satisfechos con el juego, participaran en el con mejor disposición y se favorecerá el proceso de enseñanza-aprendizaje” (P. 26). En este caso, el juego cooperativo aparece vinculado estrechamente al aprendizaje, teniendo como interés fundamental la valoración de los niños como personas y seres humanos, así como la actitud positivas que dispondrán para progresar en su rendimiento académico.

La satisfacción de los niños en las clases de educación física se verá beneficiada en la medida que se vaya internalizando las actitudes favorables hacia la participación en los juegos cooperativos. Ello conduce a generar una actividad dinámica en la cual se vean envueltos los estudiantes enfocados hacia el éxito colectivo.

En consecuencia, es importante que se preste la adecuada atención a las características de los niños y niñas a quienes van dirigidos a los juegos cooperativos. En tal sentido, debido a las amplias posibilidades didácticas que se manifiesta en las clases de educación física, la práctica de los juegos cooperativos, se intensifica esencialmente en las edades tempranas de la infancia.

En línea con estos planteamientos, que da evidenciado que la aplicación de los juegos cooperativos en la clase de educación física es válida y concluyente. Al respecto, Velásquez (2010), concluye que:

“En definitiva, es posible organizar las clases de educación física desde estructuras de aprendizaje cooperativos; algunas son muy sencillas y pueden ser aplicados desde edades tempranas; otras requieren cierta preparación por parte de los alumnos para observar determinadas parámetros del trabajo de sus compañeros y proporcionarles información adecuada para corregir posibles errores y si parecen más adecuadas para alumnos de mayor edad”. (P. 10).

En la cita anterior, se pone de manifiesto la necesidad que el docente adopte actitudes valorativas hacia el conocimiento de las estructuras de aprendizaje cooperativo, de modo que sean capaces de ponerlos en práctica en sus clases de educación física, para favorecer un proceso de enseñanza-aprendizaje, donde todos se sientan aceptados y enfocados hacia el fomento de valores de justicia y paz.

En concordancia con lo anterior expuesto, se evidencia que el juego cooperativo es una estrategia que como la define Pérez, citado en Morales y Murrieta (2014):

Son propuestas que buscan disminuir las manifestaciones de agresividad, promoviendo actitudes de sensibilización, cooperación, comunicación y solidaridad. Facilitan el encuentro con los otros y el acercamiento a la naturaleza. Buscan la participación de todos, predominando los objetivos colectivos sobre las metas individuales. Las personas juegan con otros y no contra los otros: juegan para superar desafíos u obstáculos y no para superar a los otros. (P. 73).

Para tener una idea bastante precisa de las ventajas ofrecen los programas de juego cooperativo, se considera la apreciación de Garaigordobil y Fagoaga (2006), quienes señalan que estos buscan:

Potenciar el desarrollo de factores de socialización estimulando: el conocimiento de los niños entre sí, el incremento de la interacción multidireccional, amistosa, positiva, constructiva con los compañeros del grupo y la participación grupal; las relaciones amistosas intragrupos; las habilidades de comunicación verbal y no verbal; un aumento de conductas sociales facilitadoras de la socialización, así como una disminución de conductas perturbadoras para la misma; la conducta pro social, las relaciones de ayuda y la capacidad de cooperación grupal; el desarrollo moral y normas sociales que el grupo estructura en la realización de los juegos. Favorecer el desarrollo emocional promoviendo el afrontamiento o resolución de emociones negativas.

Estimular el desarrollo de factores intelectuales tales como la atención, memoria, razonamiento lógico verbal y no verbal. (P. 83).

Características de los juegos cooperativos

En su conformación, los juegos cooperativos presentan una serie de características, que contribuyen a darle firmeza a su ejecución como herramienta didáctica en las clases de educación física. Entre estas, Garaigordobil y Fagoaga (ob. Cit.), mencionan:

La participación: ya que en estos juegos todos los miembros del grupo participan.

La comunicación y la interacción amistosa: porque todos los juegos estructuran procesos de comunicación intragrupo que implican escuchar, dialogar, tomar decisiones y negociar, entre otras.

La cooperación: ya que los juegos estimular una dinámica relacional que conduce a los jugadores a darse ayuda mutuamente para contribuir a un fin común, a una meta de grupo.

La ficción y creación porque en muchos juegos se juega a hacer como si fuese real, así como combinar estimular para crear algo nuevo.

La diversión: ya que en estos juegos los miembros del grupo se divierten interactuando de forma positiva, amistosa, constructiva con sus compañeros de grupo. (PP. 83 – 84).

Al combinar las características antes nombradas para llevar a la practica un juego cooperativo, se abren las posibilidades para la participación integral de todos los niños, ofreciéndoles oportunidades para adquirir nuevas y enriquecedoras experiencias, sintiendo que no son rechazados y aprendiendo habilidades y conductas para relacionarse en paz y armonía con los compañeros. Ello implica la ausencia de violencia en el trato, porque reina la amistad y la afectividad del uno hacia el otro.

Tipos de juegos cooperativos

Entre los juegos que se han clasificado en el rango cooperativo, se indican los siguientes, de acuerdo a lo establecido por Arranz (2013):

Juegos de presentación: son actividades dinámicas y lúdicas utilizadas para conocer los nombres de las personas del grupo.

Juegos para conocerse: son actividades lúdicas para conocerse a si mismos y conocer un poco más de otras personas.

Juegos de distensión: estas sirven para pasarlo bien sin un objetivo concreto y sin competir.

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