Globalización y crisis del 2008

...

Entre las principales causas de la crisis, caben a destacar: los fallos en la regulación económica, la gran cantidad de delitos cometidos por los bancos, la sobrevaloración de productos, la crisis alimentaria mundial, energética, crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados. Las consecuencias de dicha crisis, comenzaron a manifestarse de forma muy grave a comienzos del 2008, contagiando primero al sistema financiero estadounidense y más tarde al internacional. Lo que propiciaría una crisis de liquidez y causando indirectamente una crisis alimentaria global y diferentes derrumbes bursátiles como la crisis bursátil mundial de octubre de 2008, en conjunto una crisis económica a escala internacional. Los inicios de esta crisis, datan de mediados del año 2007, con la caída de bancos menores de inversión, aunque se considera que surgió en 2008, tras la caída del banco estadounidense Lehman Brothers. Con esto, las bolsas y mercados de valores se derrumbaron y provocaron la crisis financiera de 2008, también conocida como la Gran Recesión, en todo el mundo. En la década de los años 2000, se vivió un notable incremento de los precios de las materias primas, tras su anterior abaratamiento entre 19980-2000. En enero del 2008 el precio del petróleo superó, por primera vez en su historia, los 100$ el barril y alcanzó los 147$ el barril en julio. Los mismo ocurrió con el precio de los alimentos, por lo que el aumento del precio en materias primas y en comida fue objeto de debate en la 34º cumbre del G8. Este suceso comenzó a causar verdaderos daños económicos, amenazando con problemas sociales en los países en vías de desarrollo. En busca de ventajas competitivas, lo países rebajaron la cotización de sus monedas, para así facilitar su exportación y ayudar a salir de la crisis.

En cuanto a España se refiere, nos situamos en 1998 con la aprobación, por parte del gobierno presidido por Aznar, de la ley de suelos. Con esta ley, se pretendía maximizar la construcción de viviendas y convertir terrenos en urbanizables. Cabía a destacar tres tipos de suelos: Suelo urbano (Suelo ya transformado para urbanizar), Suelo no urbanizable (Suelos sometidos a algún régimen especial de protección) y los Suelos Urbanizables (Suelos sujetos a transformaciones para poder ser urbanizables). Esta ley, pretendía privatizar el mercado del suelo y fue copiada con entusiasmo por autonomías de todo signo político, para ello se pretendía aumentar el terreno urbanizable y convertir el mercado del suelo en un negocio rentable para empresarios, de este modo aumentarían las inversiones, se construirían más casas y al haber más oferta, bajaría el precio de la vivienda por lo que sería más factible la compra de una casa. Para el año 2002, el ritmo de la construcción ya se había disparado y en ese mismo año, el gobierno de Aznar aprobó la nueva reforma laboral. La finalidad de esta reforma era reducir los derechos laborales, de este modo a contratación de trabajadores sería más factible para los empresarios, así se contrataría más personal y la tasa de desempleo bajaría notoriamente. De esta forma se disparó la necesidad de mano de obra, llegando a venir extranjeros a trabajar a España. El problema ocurre cuando la ley de suelo no tiene el impacto previsto, al dispararse la demanda de vivienda, el precio de las casas subió lo que a su vez, hizo aumentar notablemente el precio del suelo. El resultado, fue que el precio de la vivienda se disparó, pasando de 1.089 €/m2 en 1998, a 1667 €/m2 en 2002. Situándonos en el 2005, la construcción de viviendas estaba masificada, ese año España construyó más viviendas que Francia, Alemania e Italia juntas. Gracias a la masificación en el sector de la construcción, el PIB de España había aumentado considerablemente; pero, por otro lado, el precio de las viviendas seguía en aumento, pasando a costar 2516 €/m2 en 2005. En cambio, la tasa de desempleo había bajado notoriamente, pasando de 13,9% en el año 2000, al 9,2% en el 2005, a consecuencia de la reforma laboral. El problema viene cuando el constante aumento del precio de las viviendas no concuerda con el aumento de los sueldos, los cuales se habían quedado congelados. La razón por la cual, a pesar de esta situación, la gente sigue comprando pisos es gracias a que los bancos redujeron las condiciones y exigencias para conceder préstamos y créditos, de este modo a pesar de tener un sueldo notablemente bajo, se podía seguir conservando la misma calidad de vida. Con el continuo aumento del precio de las viviendas, los compradores debían hipotecarse por muchos años para poder gozar del bien de la vivienda. En 2008, con el estallido de la crisis económica en Estados Unidos, a consecuencia de esto los bancos dejaron de conceder préstamos, los inversores dejaron de comprar deuda. Al no prestarse dinero, el consumo se desplomó, se contrajo la economía y se redujo notablemente el PIB español. Las empresas comenzaron a hacer despidos en masa y familias fueron desahuciadas de sus casas por impago al no tener una fuente de ingreso estable. La recuperación económica de la crisis se hizo notable en el 2014, en el 2013 la tasa de desempleo alcanzó su máximo del 26.9%, a partir de entonces, el empleo comenzó con su lenta recuperación. Se dejó atrás la recesión en 2014 con un crecimiento del 1,4% del PIB, se crearon 433.000 puestos de empleo y el paro descendió hasta el 23.78% en 2015. En 2016, España ya se había convertido en el segundo país de la Eurozona que más crece, al registrar un crecimiento del 0.7% en el segundo trimestre de ese año.

Esta crisis financiera, supuso de algún modo, el inicio del declive del liberalismo económico y supondrá el paso a un nuevo orden económico-financiero mundial, con un mayor peso de la intervención pública estatal

[pic 1]

BIBLIOGRAFÍA.

- https://es.wikipedia.org/wiki/Globalizaci%C3%B3n

- https://procesossociales.wordpress.com/2012/07/16/el-fin-de-la-guerra-fria-y-la-globalizacion/

- https://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Fr%C3%ADa

- https://www.youtube.com/watch?v=hIUVlaLiaKU