LA TOLERANCIA COMO PILAR FUNDAMENTAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y EL DESARROLLO SOCIAL

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Una parte importante de la tolerancia es la democracia, una sociedad demócrata mantiene en gran medida sus sistemas de convivencia gracias a la aceptación de la diversidad cultural de su propia realidad, y ello gracias a que se aplica la tolerancia. Mientras exista democracia en una nación, debe existir el supremo respeto a los Derechos fundamentales de todos los ciudadanos, sin importar de que índole, credo o raza sean, es ahí donde la tolerancia juega un papel preponderante y básico ya que sin ella, la democracia es un engaño, pues la intolerancia conduce directamente al totalitarismo, bien sea de extrema izquierda y/o extrema derecha, lo que inexorablemente puede calificarse como una dictadura, doctrinas éstas, históricamente fracasadas y, que solamente tienen por norte de sus actos el principio de la exclusión, y al no haber inclusión, se está oponiendo totalmente a la democracia. Es oportuno traer a colación lo expresado por la filósofa Victoria Camps, en su obra VIRTUDES POLÍTICAS (1990), cuando expresa: " La tolerancia es la virtud de la democracia". Por su parte la autora Mónica Beltrán en su obra TOLERANCIA Y LOS DERECHOS HUMANOS (2004) señala que: “la tolerancia desempeñará un papel indispensable, junto con los derechos humanos, tanto en la teoría, como en la actitud y en la práctica”.

Si trasladamos estos criterios precitados al ámbito nacional, nos damos cuenta cómo ha ido en un franco descenso éste principio universal de la tolerancia, y ello es así, por la incapacidad que tenemos de aceptar las convicciones de los demás, nos aferramos a nuestras ideas sin darnos la oportunidad de conocer, escuchar y analizar la situación de cada quién antes de emitir opiniones, lo que vendría a ser, sin lugar a dudas, una intolerancia y por supuesto, al no darle la debida cabida a éste principio, de carácter universal estaríamos en contrariedad con los países que han suscrito acuerdos y convenios internacionales que los han firmado, y de la propia manera, estaríamos en desacuerdo con el contexto de nuestra constitución, pues, esta Carta Fundamental contiene expresamente este invalorable principio de la tolerancia, tanto en su preámbulo al determinar el carácter tolerante de los principios que deben regir nuestra coexistencia, cuando señala como un fin de la República “establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica y pluricultural”. Como en las normas de los artículos dos y tres que nos indican, pluralidad política, la cual es inalcanzable cuando una sociedad no es tolerante, y el desarrollo de la persona y el respeto de su dignidad, lo que nos conduce al principio universal de la tolerancia.

En conclusión, para que exista un buen desarrollo en la sociedad debemos aprender a ser tolerantes, sobre todo actualmente que existen tantas diferencias y tantas ideologías distintas, ya sea políticas, sociales, culturales o religiosas, cada quien tiene el derecho de pensar y expresarse cómo mejor le parezca siempre y cuando no se irrespete a nadie, éste valor tan resaltante va de la mano con los Derechos Humanos ya que exige su cumplimiento y su respeto, cuando somos tolerantes estamos

respetando los derechos de los demás ya sea a libertad de expresión, de culto, de ideología... actualmente en nuestro país enfrentamos una dura situación en la que debemos ser tolerantes, no sólo entre nosotros si no también con los mandos políticos, pero por supuesto, sin permitir que se violenten nuestros principios y nuestros derechos humanos.

Referencias Bibliográficas

Fuentes Electronicas

http://www.eluniversal.com/noticias/opinion/tolerancia_23412

http://reflexionesdeldiaadia-yacenia.blogspot.com/2011/08/la-tolerancia-en-venezuela-se-esfuma.html

http://bibliotecadigital.conevyt.org.mx/colecciones/ciudadania/tolerancia_y_democracia.htm

http://masdimensiones.com/2016/03/02/el-papel-de-la-tolerancia-en-venezuela/