La ciudad de los mil y un problemas

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El gran problema radica en que los recursos que deberían ser invertidos en este sistema desaparecen y terminan en los grandes bolsillos de dirigentes negligentes, irresponsables y criminales que roban sin piedad y que no tienen ni un poco de compasión con aquellas humildes personas que además de tener que soportar condiciones de vida paupérrimas en algunos casos, deben lidiar con la incertidumbre y el miedo de enfermarse y no tener modo de recibir atención médica.

Debido a esta falta de dinero los hospitales de la ciudad tienen cada vez más problemas financieros y se quedan sin instrumentos hospitalarios para realizar su labor, además pierden recursos humanos por la incapacidad de cumplir con el pago de los salarios. De este modo no es raro ver que con frecuencia los empleados de estos centros organicen protestas para solicitar mejores condiciones laborales.

Esta nota escrita por Juan Sánchez (2013) relata una de las tantas situaciones que resalta el desorden en la organización del sistema:

Como se mencionaba anteriormente, muchos médicos realizan protestas para hacer peticiones, pero esto lamentablemente se deriva en la suspensión de las consultas a los pacientes y lo que hace el personal de reemplazo como en el fragmento se menciona es remitirlos a otros centros asistenciales que seguramente están saturados.

Para una descripción más general, en este fragmento de una nota escrita por María Cardona (2012) se hace un pequeño análisis de la situación de los centros de salud gracias a una entrevista al director del DADIS (Departamento Administrativo Distrital de Salud) Jorge Correa:

Es totalmente cierta esta reflexión, los centros de salud en gran medida no cumplen con ciertas condiciones de salubridad para poder prestar el servicio, pero no es fácil acabar con estos lugares por la gran cantidad de personas que allí son atendidas. Lo mejor es un cambio en la administración de estos y la destinación de recursos con miras a mejorar la calidad en la atención, en vez de pensar en cerrarlos.

Por todo lo anteriormente escrito es importante y urgente una intervención seria de las autoridades en este asunto, de lo contrario quienes paguen las consecuencias de la pésima calidad del sistema de salud de la ciudad serán los cartageneros que nada tienen que ver con lo que sucede y que constitucionalmente tienen el derecho de recibir una buena atención.

- EDUCACIÓN

La educación en Cartagena podría decirse coloquialmente que está ‘perdiendo el año’, los altos índices de deserción escolar sumados a los bajos promedios académicos presentados en las escuelas públicas hacen pensar seriamente en un profundo cambio radical que debe ser hecho lo más pronto posible, porque en definitiva la gran perjudicada a largo plazo es la ciudad con el gran porcentaje de personas que no terminaron su bachillerato y con la baja competitividad que esto puede acarrear.

Este problema podría deberse a muchos factores como por ejemplo las malas instalaciones de los colegios, el pésimo nivel de los profesores, las pandillas, la indiferencia a la importancia de una buena educación, las dificultades económicas de las familias, la carencia de medios de transporte etc.

Lo anteriormente mencionado lo describe William Arellano (2013) en un fragmento de su columna donde presenta estadísticas útiles para medir el nivel de la educación en la ciudad:

Viendo estas cifras no es incorrecto pensar que los colegios privados tienen mucha más calidad que los públicos, y no es para menos, los presupuestos de ambos tipos de escuelas (privada y pública) son muy diferentes: los primeros se financian gracias a los pagos mensuales de sus estudiantes, y los segundos lo hacen con una pequeña cantidad proveniente de los dineros públicos que se le reparten a todas estas instituciones, lo cual en la práctica no alcanza para nada provechoso para el estudiantado.

Por todo lo anterior es importante que este tema sea de suma prioridad para los dirigentes locales y así poder solucionar todos los factores que jueguen en contra del desarrollo mental de los niños y jóvenes de la ciudad. Ellos deben dar soluciones contundentes y cortar desde la raíz, no arreglos temporales que solo traten de ocultar la triste realidad y que luego de un tiempo no hayan terminado con el asunto.

- Conclusiones:

En conclusión general, Cartagena afronta unos problemas sociales muy graves que impiden que la ciudad se desarrolle correctamente. La brecha existente entre las clases sociales es muy grande y el pronostico para el futuro en cuanto a este tema se refiere es pésimo. Es de extremada urgencia que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto y ejecuten mejoras en varios asuntos como la gestión de los servicios públicos, el sistema de salud, el sistema educativo, la inseguridad, las vías entre otras cosas.

Además es importante que cada uno de los ciudadanos desde su vida particular colabore en cualquier aspecto que le sea posible para lograr así tener una Cartagena más equitativa y a la par de los tiempos luego de tantos años de espera.