La situación actual de la participacion ciudadana en México.

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La ciudadanía en la antigua Roma.

La ciudadanía romana se obtenía por nacimiento, por servicios prestados al imperio o incluso la ciudadanía romana se podía comprar, las personas con ciudadanía tenían derecho a participar en las decisiones políticas de su pueblo a través del voto, además de poder ejercer un cargo público a diferencia de quienes no eran ciudadanos. El poder recaía en mayor parte en el emperador y era quien ampliaba la ciudadanía romana a los soldados y colonias itálicas, así se incluían en un Estado con derechos y obligaciones.

La ciudadanía en la Edad Media.

La Edad Media viene después de la caída del imperio romano donde se pierde todo concepto de ciudadano y se caracteriza por la Monarquía Absoluta, en donde el vasallo era quien trabajaba para el señor feudal, era dependiente de este ya que solo debía trabajar para él y guardar fidelidad, en esta época el común denominador era el vínculo de subordinación del vasallo, este no tenían derechos mucho menos ciudadanía, todo era gobernado por un monarca o señor feudal que en su mayoría fueron jerarcas de la iglesia cristiana, posteriormente surgieron Estados independientes al norte de Italia adoptando regímenes republicanos con autoridad política y judicial, nuevamente es aquí donde el ciudadano podía elegir a los miembros de las asambleas y consejos, practicando la democracia directa. El Renacimiento surge en esta etapa en las colonias italianas como medio de inspiración estaban las obras clásicas de Roma, se extendió a toda Europa durante el siglo XVI.

La ciudadanía en la Edad Moderna.

Después del Renacimiento se presentan una serie de revoluciones que reclaman a la Monarquía su libertad y ciudadanía, la Ilustración fue el inicio de los cambios en Europa, seguida de la revolución Francesa y su ” Declaración Francesa de los Derechos del Hombre y del Ciudadano (1789)” la importancia de este hecho histórico es que aquí el ciudadano ya cuenta con derechos y soberanía popular Emmanuel Joseph Sieyès pensador y participe de la revolución francesa distingue entre los derechos civiles o naturales (“ciudadanía pasiva”) y los políticos (“ciudadanía activa”). El contractualismo es la última etapa de la Edad Moderna donde aparece de nuevo el concepto de ciudadanía ya con la idea de establecer acuerdos, garantizar la libertad y derechos que de forma natural posee el individuo, para cuidar de su cumplimiento se da un contrato social, este es el proceso que da lugar a las instituciones en el siglo XXI.

La ciudadanía en la época contemporánea.

En el siglo XXI el concepto de ciudadanía se define como la relación individuo- Estado donde el ciudadano adquiere derechos y obligaciones reguladas jurídicamente, se relaciona con los derechos políticos y el poder de elección, generando una democracia indirecta, el Estado representa la organización política y el conjunto de normas que regirán el comportamiento dentro de una sociedad. Actualmente la principal preocupación del Estado por el ciudadano es garantizar sus derechos humanos, políticos y sociales.

La ciudadanía en México.

Existen cuatro condiciones básicas para que la participación ciudadana exista en un régimen democrático, a saber: el respeto de las garantías individuales, los canales institucionales y marcos jurídicos, la información y la confianza por parte de los ciudadanos hacia las instituciones democráticas, lo cual no sucede en México, porque con base en estos cuatro requisitos se explica la injerencia de la ciudadanía en los asuntos públicos en México durante el siglo XX. En México la participación ciudadana se ha hecho muy común en los últimos años, pero se desarrolló gracias a que los gobiernos contribuyeron en crear las condiciones necesarias para consolidarla. Para que la participación ciudadana pueda existir en una democracia es necesario que la sociedad confíe en las instituciones políticas. Deben tener la esperanza o la firme seguridad de que van a actuar y funcionar de acuerdo a lo que se les ha encomendado: velar por el bienestar general. Cuando no hay confianza, es porque las instituciones no están realizando sus funciones correctamente o porque la población percibe que están trabajando para favorecer un sector específico. Si no hay confianza, es casi seguro que los ciudadanos van a evitar lo más posible involucrarse con ellas. Por eso, si una democracia quiere impulsar la participación ciudadana, debe asegurar la credibilidad de sus instituciones, cosa de lo cual es muy difícil en México, por la constante lucha de partidos políticos y de compra de votos.

Después de haber entendido el concepto de ciudadanía a través de la historia, hablaremos de como los organismos gubernamentales y el poder del Estado crean mecanismos de participacion ciudadana como son la iniciativa popular, el referéndum, plebiscito, la consulta ciudadana y la audiencia pública, en donde la importancia de la participación de la ciudadanía en las decisiones queda puesta de manifiesto en la posibilidad de lograr, en cierto modo, el acceso a las determinaciones del gobierno local sin integrar la estructura de partidos políticos o del escalafón administrativo. Sin embargo, la participación ciudadana excede estos límites, y probablemente encuentra en las organizaciones no gubernamentales (ONG) a su recurso más acentuado.

Con respecto al Plebiscito, podríamos decir que es un instrumento que contribuye a la conservación del poder ya que en ella se le pregunta concretamente al pueblo sobre un tema que interese a la nación. Su implementación depende de qué tanta iniciativa muestre el pueblo en cuestión sobre peticiones suyas.

Con respecto al Referéndum, en un sistema de consulta con el Poder Legislativo o bien, que el gobierno se preocupe por explicar de manera clara el proyecto de ley para que éste fuera entendible por todos los niveles de los sectores poblacionales sin necesidad de especialización sobre el tema; este mecanismo puede resultar como una útil herramienta de los ciudadanos para emitir su opinión respecto a proyectos legislativos.

Y la Iniciativa Popular, Puede ser una forma en la que las ideas y propuestas de la población de un país se conviertan en leyes aplicables a su realidad.

La importancia de la participación de la ciudadanía en las decisiones queda puesta de manifiesto en la posibilidad de lograr, en cierto modo, el acceso a las determinaciones del gobierno local sin integrar la estructura de partidos políticos o del escalafón administrativo. Sin