Las Subvenciones son fuente de generación de empleo para las PYMES en Castilla y León, España?

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Autores como Aghion, Dewatripont, Du, Harrison, y Legros, (2015) sostienen que las ayudas estatales son beneficiosas siempre que estén adecuadamente dirigidas y debidamente gobernadas, realizando un estudio sobre las empresas medianas y grandes de China en los periodos de 1998 a 2007 midiendo como las subvenciones como políticas industriales incrementan la productividad de las empresas. Los programas de apoyo a las empresas son políticas industriales populares utilizadas por la mayoría de los gobiernos de la Unión Europea y otros países industrializados para fomentar la competitividad, el crecimiento auto sostenible y el empleo, sobre todo en las zonas desfavorecidas (Cerqua y Pellegrini 2014), argumentos que también fueron mencionados en la investigación de Harris y Trainor (2005) que realizaron un estudio sobre las subvenciones otorgadas por el gobierno de Irlanda del Norte a la industria manufacturera con el objetivo de buscar si este tipo de ayudas incrementan la productividad de las empresas justificando adicionalmente que la intervención por parte del gobierno se basa en la necesidad de crear las condiciones económicas que conducirían a un aumento del empleo en la región más desfavorecida social y económicamente del Reino Unido.

Las subvenciones tienen varias ventajas como el hecho que las empresas pueden tener una financiación a bajo costo o en el mejor de los casos sin costo. En la literatura se argumenta como ventaja que las ayudas estatales pueden ser útiles para mitigar las externalidades, como los efectos indirectos del conocimiento o los daños ambientales. Otro factor a considerar es la existencia de imperfecciones del mercado de capitales y restricciones de crédito, que pueden ser aliviadas por una política de ayuda estatal específica. (Decramer y Vanormelingen, 2016)

Una de las principales desventajas como lo plantea Harris y Trainor (2005) argumentan que las subvenciones pueden fomentar una mayor falta de competencia y una menor eficiencia, ya que las empresas se vuelven excesivamente dependientes de las subvenciones de "producción" y no reorganizan sus actividades y mejoran su desempeño en la misma medida que las empresas no asistidas que se enfrentan las mismas presiones de mercado competitivo. Otra de las principales desventajas de las subvenciones competencia desleal en países en vía de desarrollo en el sentido que se otorguen las ayudas sin mérito y más por influencias políticas como lo menciona Castris y Pelegrini (2012) sobre la corrupción e influencia para obtener incentivos fiscales y subvenciones se reflejan la capacidad de la empresa de sobornar o coaccionar a los líderes del gobierno local, , el mal uso de los recursos refiriéndose a la inversión en actividades o activos no productivos para la empresa, que no se tenga un monitoreo constante del uso de los recursos por las entidades otorgantes de la subvención.

Actualmente en el mundo económico las empresas PYMES son consideradas como la columna vertebral de la economía mundial, estas proporcionan en gran medida la generación de empleo y crecimiento económico de los países. La definición de PYME varía de un país a otro, Meredith (1994) sostuvo que la definición de PYME debe comprender no sólo los componentes cuantitativos tales como el volumen de negocios, los activos y los niveles de personal, sino también componentes cualitativos tales como cómo se organiza y opera el negocio. La Comisión Europea define a las Pymes como empresas con menos de 250 empleados, que tiene un volumen máximo de negocios anuales por $50 millones de euros o un balance general no superior a $43 millones de euros, aportando tres cuartas partes del total de puestos de trabajo a nivel mundial y teniendo un participación significativa en el PIB mundial.[3] Las PYMES se constituyen como un fuente de crecimiento para las economías de muchos países y gracias a su estructura relativamente débil pueden adaptarse rápidamente a los cambios económicos, y satisfacer las necesidades de los clientes locales, creciendo a veces en grandes y poderosas corporaciones o fracasando en un corto tiempo desde el inicio de la empresa (Altman y Sabato, 2005). La importancia de las PYME en la evolución de la economía, la reducción de la pobreza, el aumento del empleo, el producto, la innovación tecnológica y la elevación de la posición social y de la norma son mundialmente probadas y reconocidas tanto en las economías emergentes como en las desarrolladas (Abiodun y Entebang, 2015).

Desde el Acuerdo de Capital de Basilea (Basilea II y Basilea III) que ha cambiado la forma en que los bancos analizan los créditos, se introdujeron nuevas técnicas para la gestión del riesgo y con esto ha reducido la entrada y actividad crediticia para las PYMES.[4] Hoy en día las PYMES presentan varias dificultades para encontrar diferentes fuentes de financiación, ya sea por el tamaño, por el nivel de activos, el número de empleados, indicadores financieros, localización, entre otros factores. Esto se puede evidenciar en el estudio realizado por Huergo, Trenado, y Ubierna, (2015), enfocándose en el evidente en el caso de las empresas que deciden iniciar proyectos de I + D en presencia de limitaciones financieras, por el mayor nivel de incertidumbre que rodea a los proyectos innovadores y el carácter público del conocimiento, las empresas innovadoras generalmente enfrentan un mayor costo de financiamiento externo e incluso pueden ser racionadas por crédito. Con estas dificultades que las PYMES encuentren financiación en el sector bancario como la menciona Moro y Fink, (2013) que existe una brecha de financiación dentro del sector del PYME. Tal condición se agrava cuando las PYMES tienen que solicitar crédito de los bancos, debido a que éstos suelen adoptar diferentes enfoques de préstamo que se pueden agrupar en cuatro categorías: los préstamos de los estados financieros (en base a la evaluación de la información a partir de datos de balance), préstamos basados en activos (basado en la provisión de una garantía), los modelos de calificación de crédito y el préstamo en relación. Esta relación es encontrada en el estudio Canales y Nanda (2012), donde encuentran que la estructura organizativa de las entidades financieras afecta la financiación de las PYMES demostrando que las prestamos se otorgan en mayor proporción a las grandes empresas que a las PYMES. Mc Namara, Murro y O´Donohoe (2017) encuentran que las deudas de las PYMES son más altas en los países con ambientes de quiebra más eficientes en términos de recuperación de deudas y en países con entornos regulatorios menos estrictos por medio de menores requisitos regulatorios de capital para los bancos, la deuda a largo plazo es sinónimo de entornos de quiebra eficientes, mientras que la información y los entornos