Los impactos y los daños causados por el conflicto armado
Enviado por mondoro • 15 de Octubre de 2018 • 1.618 Palabras (7 Páginas) • 342 Visitas
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Los hombres de igual manera han sido víctimas de este conflicto los mismos que desarrollan sus roles como las personas cabezas del hogar, los trabajadores y luchadores para buscar el sustento diario para su familia, los que trabajaban en el campo y cuidaban sus terrenos; estos hombres a raíz del desplazamiento forzado tuvieron que dejar sus trabajos, sus terrenos, hasta a su familia. Tener que salir de sus tierras, ver como mataban o reclutaban a sus hijos para estos grupos armados, tal vez quedar heridos y que el sustento económico de su familia pasara a manos de su esposa. No es fácil para estas víctimas rehacer su vida, tener que buscar trabajo en el campo que sea para poder sustentar a su familia, el cargo psicológico y moral al ver que violaban a sus esposas o mataban a sus hijos son secuelas que para las victimas sobrevivientes quedaran para siempre, que todo el sufrimiento y dolor vivido no quisieran volverlo a repetir.
Este periodo lleno de guerra, dolor, injusticia, violencia ha tocado hasta los más pequeños de nuestra sociedad, a los niños colombianos que tuvieron que padecer este desgarrador conflicto, niños, que tuvieron que dejar de lado, o ni siquiera tener, su niñez, niños que en vez de estudiar, divertirse, salir a correr a jugar con sus amigos, tenían que salir a correr pero a huir de la guerra, con sus padres para que no los asesinaran, salir a correr con el miedo de caer en un campo minado y perder la vida. Muchos de estos pequeños tuvieron que vivir el hecho de que mataran a sus padres enfrente de ellos, sufrieron de agresiones físicas, verbales, las niñas eran violadas y maltratadas. Niñas y niños que en la actualidad deben vivir no solo con esos actos inhumanos en su cabeza, sino con enfermedades de transmisión sexual, abortos, embarazos, abandonos. Muchos eran reclutados por las fuerzas armadas de este conflicto para integrarlos en sus tropas. el hecho de tener que salir de sus tierras, para poder “iniciar” una nueva vida ha generado discriminaciones y rechazos por parte de las personas que tristemente no tienen la magnitud del conflicto y las profundas secuelas que este ha dejado en la vida y en la memoria de sus víctimas.
Lo triste de este episodio de violencia es se siga repitiendo en la actualidad, tal vez no de la misma manera, pero si con el rechazo y la discriminación de dichas víctimas y la discriminación tanto en ese periodo del conflicto armado como en la actualidad de la comunidad LGBTI, puesto que su preferencia sexual es motivo para agredirlos por los grupos armados; en la actualidad esa discriminación la viven a diario por parte de los civiles, empleados públicos y hasta entidades al no respetarle sus Derechos y al no reconocer su calidad de victima por atentar contra su integridad, la vida digna, sus derechos fundamentales y al no verlos como un ciudadano del común, que tiene las mismas capacidades y cualidades para ejercer un oficio, un cargo, una profesión. El silencio ha sido su peor arma de protección ya que la sociedad los amenaza con limpiezas sociales impartiendo en ellos el miedo y siendo oprimidos una vez más por la violencia.
Estas y todas las victimas sobrevivientes del conflicto armado no solo deben vivir a diario con el miedo y las secuelas que les dejo la guerra, sino también con la frustración de la falta de reconocimiento social y político, de las precarias acciones de verdad, justicia y garantías de no repetición, situación que se ve agravada por la indolencia social, pues las víctimas no reclaman siempre una justicia punitiva, pero si necesitan justicia en cuanto investigación judicial, esclarecimiento de la verdad, y sobre todo conciencia pues si por una parte existe impunidad, al otro extremo esta la re-victimización, situación que también resulta incómoda para las víctimas.
Las víctimas necesitan ser protagonistas de esta historia, más que ser mostradas en los medios de comunicación con dolor, pesar, fragilidad, o simplemente llenarlos de comentarios denigrantes, estos protagonistas necesitan con urgencia ser asumidas y defendidas y sobre todo reconocidas como ciudadanas, pero lastimosamente en Colombia existe la enferma más grande que un país puede tener, y el la corrupción que incrementa la falta de credibilidad en el Estado y fragilidad democrática y por otro lado existe la indiferencia social, esa que se encarga que el mismo pueblo se carcoma entre sí, es decir que entre el Estado y el pueblo es improbable que no haya repetición de esta tragedia y de esta forma las victimas seguirán incrédulas e inseguras.
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