¿Mística, Resignación o ninguna de las anteriores?
Enviado por tolero • 28 de Agosto de 2018 • 1.350 Palabras (6 Páginas) • 273 Visitas
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como docente, son las acciones nefastas en la educación de hoy. Lo esencial no es sólo cumplir, cumplir y ser funcionario; entregar papeles y más papeles (planificaciones, y diseños del año que viene (cuando aún no hemos conocido a los alumnos) entregar evidencias, evidencias de las evidencias etc. Lo esencial no se encuentra ni siquiera en los perfeccionamientos que han sido todos muy malos; está en el “hacer de cada uno” pero no lo que se hace por imposición sino por un convencimiento interior que legitima al educando y los hace parte de nosotros mismos ese es nuestro gran compromiso.
El alumno quiere y necesita que lo encaminen a descubrir y a escuchar su voz interior. Es tener la posibilidad de proyectarse en el tiempo y realizarse como personas.
No podemos pensar que nosotros somos imprescindibles para entregar contenidos, conocimientos. Estamos en el siglo XXI y somos bombardeados con información por todos lados. Estamos en una era de la tecnología y las comunicaciones. Y esto permite que me sienta parte, que nos sintamos parte de la aldea global. ¿Qué me queda por hacer como profesor? Latearme, mostrarme abúlico, transmitir lo mismo que está en los textos y que el alumno puede leer solo. Entregarle guías que son las fotocopias que recibieron sus papás años anteriores? Hacer todos los años las mismas pruebas?. etc
Creo que hay que aprender de la mística del profesor normalista que se formó para ser profesor durante años. Hay que aprender de la mística con que se egresaba de las grandes universidades estatales donde se llegaba con ansias a hacer clases, de formar de ser partícipe de este proceso con los estudiantes, de internalizar los valores, la transversalidad que en buenas cuentas es lo más importante del proceso de aprendizaje; lo demás lo puede aprender solo. Ya que cada vez el bombardeo de información se va acrecentando.
Para que el profesor sea irreemplazable debe conservar la mística que significa ser responsable de la formación de otras generaciones, tener un criterio amplio, utilizar muchos códigos de lenguaje; no sentirse dueño de la verdad, dejar de lado el conductismo, dejar de ser el ogro y el profesor difícil que cuando tenía una gran cantidad de rojos era considerado un excelente profesor. Hoy día sabemos que ese profesor no maneja estrategias para lograr aprendizajes, por lo tanto no es un buen profesor.
La performance del profesor de hoy es el que es capaz de entender a sus alumnos en la diversidad; que no tiene las mismas preferencias que él, pero que se ha hecho necesario e imprescindible para los estudiantes. Es el que crece día a día y amplía sus experiencias comunicativas, para entenderlos. El que aprende también de ellos. Es el que se equivoca y el que acepta que sus alumnos se equivoquen. Es el que se alegra de los logros de sus estudiantes; el que está triste cuando estos tienen dificultades y problemas, el que los extraña cuando se van porque se han hecho imprescindibles también para él o para ella. Es el que se ha proyectado también de alguna forma en ellos.
Como podemos ver nuestra profesión tiene su encanto. No caigamos en ser meros funcionarios que lo único que interesa es cumplir con los reglamentos. Ser profesor es más que eso sobre todo si somos nerudianos.
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