RESOLUCIÓN DE PROBLEMA RELACIONADO CON DISCAPACIDAD VISUAL: BAJA VISIÓN SEVERA POR RETINITIS PIGMENTOSA.
Enviado por John0099 • 9 de Abril de 2018 • 2.903 Palabras (12 Páginas) • 458 Visitas
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En este caso los primeros síntomas aparecieron a la edad de 4 años, la madre dice que presentaba dificultad para ver y movilizarse en las noches o en ambientes poco iluminados, el niño también mostraba miedo a la oscuridad, por lo que debía dormir acompañado; con la pérdida gradual de la visión periférica el niño comenzó a tropezar con objetos constantemente y a perder sus juguetes, la madre asegura que no era capaz de encontrarlos incluso cuando estos estaban a su alrededor.
A pesar de lo avanzado del déficit y de la imposibilidad de tratamiento, el estudiante se desenvuelve en un ambiente familiar estimulante y positivo, proviene de una familia nuclear constituida por un padre que trabaja como profesor universitario, una madre que trabaja como profesora en un instituto privado y un hermano de 11 años que comenzó a cursar 6to grado de educación primaria en la misma escuela a la que ha sido integrado; ningún otro miembro de la familia se encuentra afectado con la misma enfermedad, incluso la madre siendo portadora del gen defectuoso no presenta ningún síntoma relacionado. La familia se mudó recientemente a una vivienda en el centro de la ciudad, lo que facilita su movilidad hacia el trabajo y la escuela. Debido al horario de trabajo de los padres, ambos niños pasan un tiempo considerable en casa de la abuela materna, lo que hace que el niño necesite movilizarse constantemente acompañado de algún adulto. A pesar de esto, el niño posee cierta autonomía, en ocasiones es capaz de realizar tareas como vestirse y desvestirse sin ayuda, puede desplazarse por sí solo a través de la casa, y juega constantemente con su hermano, con quien comparte habitación. También acude regularmente al oftalmólogo acompañado de sus padres, este le ha recomendado proteger la retina de los rayos ultravioletas y el uso de ayudas ópticas para mejorar la visión.
Junto a su hermano, es capaz de desplazarse por la urbanización en la que vive, donde es reconocido por los vecinos de la comunidad quienes son conscientes de su condición. Posee compañeros de juego, aunque es reacio a ciertas actividades debido a sus limitaciones, por lo que prefiere pasar su tiempo libre estudiando o bajo el cuidado de algún familiar.
La escuela a la que es ingresado se encuentra en una zona rural, cercana a su residencia; es una unidad educativa que imparte educación preescolar y primaria hasta el 6to grado y posee una matrícula de 328 estudiantes. La institución tiene un espacio abierto para la hora del recreo, donde los niños también realizan las actividades de educación física. Esta consta de un solo piso, lo que la hace una edificación simple sin muchas barreras físicas que limiten la movilización del niño. El salón de clases al que es integrado es amplio y consta de 20 alumnos; en este ninguno niño sufre alguna discapacidad y la maestra nunca ha tratado con un alumno con su tipo de necesidades antes. Esta aula no posee buena iluminación debido a las escasas ventanas, además estas están situadas a lo alto de la pared.
2.- Abordaje pedagógico:
Al momento de integrar a un niño con discapacidad visual a una escuela regular, el docente debe estimar su dominio en las diferentes áreas curriculares para así poder generar los cambios pertinentes en el contenido, los recursos técnicos, las actividades y la organización del aula para cubrir sus necesidades y la del resto de los alumnos.
El docente debe evaluar sus capacidades haciendo hincapié en sus posibilidades más que en sus limitaciones, cambiando los objetivos previamente planteados para la clase lo menos posible, dándole así la oportunidad de desarrollarse a la par de sus compañeros y de potenciar todas sus capacidades sensoriales, incluidas las visuales.
El niño debe ser entrenado para hacer un mejor aprovechamiento de su resto visual, ya que este, por mínimo que sea, será siempre útil para su vida cotidiana: en la realización de tareas, en su movilidad, su independencia y autoestima, ayudándolo a obtener una información más completa de su entorno. Los padres y el docente deben conocer bajo qué circunstancias el alumno puede usar la visión de manera más eficiente. Se le puede instruir en la observación de detalles, a la discriminación de formas y contornos, haciéndolo buscar características o elementos que definan los objetos, enseñándole a estudiarlos, memorizarlos, y así desarrollar sus experiencias visuales.
Aun así, se debe tomar en cuenta que una de las consecuencias de la renititis pigmentosa es la pérdida gradual de la visión hasta producir la ceguera, por esto, los padres y el docente deben también entrenarlo en el aprovechamiento y uso de otras capacidades sensoriales para compensar la discapacidad visual y evitar retrasos en el desarrollo o desarmonías. Ya que el tacto y la audición son la vía fundamental para recoger información en personas con esta condición, el docente puede lograr una conexión entre lo que el niño toca y escucha, animándolo a manipular objetos y aprender a reconocerlos mediante su forma, su peso, el olor o los sonidos que hace. El niño puede crear un esquema del cuerpo humano al conocer su propio cuerpo, permitiéndole esto tener imágenes mentales de cuerpos distintos al suyo y reconocer mediante sus movimientos el espacio que estos ocupan; también es importante instruirlo en los sonidos cotidianos, como los de su propio cuerpo, la naturaleza, los animales, objetos comunes, instrumentos, etc. Hacerle notar el silencio en contraste al ruido. Estimularlo a través de olores y sabores, haciéndole memorizar y distinguir diferentes sustancias.
Las personas con déficit visual tienen también la necesidad de movilizarse por su cuenta en ciertas situaciones y lugares, esto hace necesario que el individuo tenga conocimiento de su propia posición, el espacio que ocupa y como desplazarse a través de él.
Ribero y Ruiz (Citados por Perez, P. 2003) Define la orientación como el proceso cognitivo que permite establecer y actualizar la posición que se ocupa en el espacio a través de la información sensorial, mientras que la movilidad en sentido amplio, es la capacidad para desplazarse de un lugar a otro, de modo seguro, independiente y eficaz.
Por lo tanto, el entrenamiento de la orientación y la movilidad logra que el individuo sume la capacidad de su resto visual y el uso de la información táctil y auditiva para desplazarse. Puede enseñársele a usar las dos manos al moverse para evitar golpear objetos, a reconocer las diferentes partes de las calles que normalmente transita y los lugares que frecuenta. También puede hacer uso de ayudas como el bastón blanco para recoger información de su entorno y protegerse.
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