Relaciones de ambiente y salud con el desarrollo endógeno

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Surge desde los inicios de la humanidad una relación del ambiente con la humanidad, siendo este el mejor aliado para ofrecer calidad de vida a las personas y aportarles una buena salud; siendo los hombres quienes procesan, cambian, modifican los recursos alterando el curso natural de la vida, desencadenando enfermedades en las personas que afectan su salud; pues sus acciones representan gran riesgos tanto para el ambiente como en los efectos sobre la salud y la sensibilidad de las personas.

Estos cambios afectan gravemente a los ecosistemas y espacios naturales, constituyendo un problema grave al ambiente y a la salud humana, al sustituir un ambiente limpio y sano que es imprescindible para la salud y el bienestar de todas las personas, por uno cargado de agentes contaminantes que ponen en riesgo a la todas las especies vivas del planeta; pues los efectos del ambiente sobre la salud son vitales para la supervivencia.

Las enfermedades que afectan mayormente a la salud en la actualidad son las relacionadas con aquellos factores que han afectado al ambiente, pues desde la contaminación del aire proliferan las enfermedades respiratorias, el cáncer generado por la exposición de agentes químicos en la atmosfera, el asma y las alergias, así como los trastornos reproductivos y del desarrollo neurológico.

Esta relación ambiente y salud sirve para la satisfacción de las necesidades materiales y humanas. La subsistencia y la salud de todas las formas de vida, humana, vegetal y animal dependen de los importantísimos ecosistemas naturales que las sustentan con una gran variedad de servicios y bienes disponibles. A este respecto, según la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Desde la disponibilidad de agua y alimentos, hasta la regulación de los vectores de enfermedades, las plagas y los agentes patógenos, la salud y el bienestar humanos dependen de servicios y condiciones del medio ambiente natural. En la base de todos los servicios de los ecosistemas se encuentra la biodiversidad”.

Por esta razón de disposición de todos los recursos es vital procurar la supervivencia de todas las especies presentes en los distintos ecosistemas del planeta y de todos sus componentes bióticos (vivientes) y abióticos (sin vida), que han desarrollado mecanismos estables propios y un balance interno que ha evolucionado durante siglos, con la finalidad de mantener esa estabilidad y equilibrio entre especies y así garantizar la cadena trófica, para así mantener la sucesión de etapas naturales durante las que ocurre el proceso de transferencia de energía alimenticia a través de una serie de organismos, en donde cada uno se alimenta del que lo precede y sirve como alimento del siguiente y de esta forma perdurar en el tiempo.

Surge de esta manera entonces la relación del ambiente y la salud con el desarrollo endógeno que busca la preservación de los ecosistemas, mediante un trabajo social, de participación comunitaria que permita hacer uso de los recursos pero a la vez permitirles a los ecosistemas absorber determinados detritos y residuos y para recuperar el suelo y purificar el agua dulce es limitada; de tal forma que los hombres se puedan aprovechar de ellos pero que no agoten o sobrepasen su capacidad y posibilidades de proveer recursos y de degradar o metabolizar los desechos, ya que una sobrecarga o solicitación externa excesiva puede reducir la resistencia del ecosistema, lo que a su vez puede promover un importante cambio desfavorable en el mismo o, peor aún, su pérdida, afectando el ambiente y la salud de las personas.

Siendo recomendable el uso de los ecosistemas a través de la sustentabilidad, para no alterar su proceso y evitar que su daño pueda repercutir en la salud. Es entonces con el desarrollo endógeno que se procura la protección y conservación de la sustentabilidad de los ecosistemas porque son los que sostienen toda la vida en este planeta y se prevén los daños al ambiente.