Resumen "PORCOFILIA Y PORCOFOBIA"

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de otro modo, desde el punto de vista de la ecología humana, el sistema entero produce una distribución eficiente de plantas, animales y hombres en la región.

Los maring, al igual que otros pueblos que practican la tala y quema, viven de “comerse el bosque”: queman árboles y cultivan en las cenizas. El ciclo ritual y la guerra ceremonial les impiden “comer” demasiado bosque con excesiva rapidez.

Los combates que se llevan a cabo en esos ciclos explican cómo las guerras implican algún tipo de equilibrio racional de ganancias y pérdidas.

Si nos remontamos a la guerra primitiva, los pueblos primitivos emprendían los combates porque carecían de soluciones alternativas a ciertos problemas. Por consiguiente, cada combate proporcionaba motivo suficiente para el próximo, y así, sucesivamente. La guerra era un medio eficaz de control demográfico, ya que un combate intenso y periódico entre grupos favorece la crianza de niños en vez de niñas. De ahí, se explica que muchos grupos practican el infanticidio femenino, ya que, aunque desde el punto de vista estrictamente biológico, las mujeres sean más valiosas que los hombres, en lo que se refiere a fuerza física y poder militar, los varones resultan más valiosos.

Se ha demostrado que las bajas habidas no afectan de una manera sustancial al índice de crecimiento demográfico, ni siquiera entre las naciones que practican formas industrializadas de matar. Una de las razones estriba en que la mujer corriente es muy fecunda y puede parir con facilidad ocho o nueve veces durante los veinticinco a treinta y cinco años en los que puede dar a luz.

Conclusión

Como bien menciona el autor, y con este hecho estoy de acuerdo, las religiones a lo largo de la historia han sido instrumentos de control indirecto sobre las pautas y conductas de la población de una determinada región o zona. Así, pues en el caso analizado de la porcofobia, vemos cómo llega a influir en la dieta alimenticia de determinados pueblos, convirtiendo a la carne de cerdo en un producto de lujo, maquillado como un tabú prohibido por el mismísimo Dios. En este caso, todo se explica debido a que la zona del Oriente Medio es una tierra árida y calurosa, no apta para este tipo de animal y para más inri, sus habitantes son nómadas que se ven en complicaciones a la hora de recolectar alimentos y, por consiguiente, deben limitar a sus competidores.

No comparto la idea de que la guerra primitiva concebida como una solución alternativa a determinados problemas, puesto que siempre hay una solución o un medio para paliar un conflicto. El problema de base es la educación y la inteligencia emocional de la que presuntamente carecen dichos pueblos primitivos.

Sin embargo, me parece muy acertada la idea de que cada combate era un motivo suficiente para comenzar otro, puesto que la sangre llama a la sangre y la venganza se cobraba su precio en la siguiente confrontación, por parte de miembros de un grupo que habían perdido a algún familiar.

Es evidente que la guerra en estos grupos locales actúa como un regulador de la población local.

Otra idea con la que manifiesto mi acuerdo es que de existir algún tipo de discriminación sexual contra las criaturas, sería más lógico pensar que los varones serían las víctimas, ya que, biológicamente son menos valiosos que los hombres, pero sucede al revés. Así, pues en las sociedades primitivas, las guerras limitan la cría de mujeres al favorecer la maximización del número de varones adultos, esa es la idea de que la guerra es un medio eficaz de control del crecimiento demográfico.

Todo ello, podemos llegar a la conclusión que es por la falta de métodos seguros y eficaces de anticoncepción o aborto, que hace que estos pueblos deban centrar su control de la población sobre individuos vivos.

En nuestro mundo actual en el que la guerra es a base de armas nucleares, hemos llegado a un punto en el que la evolución de nuestra especie depende de un gran avance adaptativo, que debe ser o bien la eliminación de las armas nucleares o bien la eliminación de la guerra