Vale la pena defender una cultura

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Si tenemos en cuenta todo este recorrido que se dio para que los pueblos indígenas formaran de alguna manera parte de nuestra cultura y el lugar que hoy ocupan dentro de nuestra sociedad o nación, podemos cuestionarnos si en realidad ¿vale la pena luchar por lo que en realidad uno quiere tener? Los alcances que ellos tuvieron y la posición que hoy en día ocupan en el territorio nacional dejan entre ver que a pesar de que lleve mucho tiempo siempre es posible alcanzar lo que se propone, ellos con año de recorrido y cultura encima lograron pertenecer al territorio democrático y que se les respetaran sus derechos, ahora participan en unas elecciones democráticas, tienen derecho a la educación básica y en algunos de los casos tiene privilegios para el acceso a la educación superior; así mismo se les respetan sus territorios y la mayorías han sido declarados patrimonios nacionales. Sus costumbres son respetadas y en muchos de los casos admiradas. Las personas que han tenido la posibilidad de estar en contacto con ellos relatan que sus costumbres y creencias son maravillosas, incluso en la sociedad actual hay quienes manifiestan que por ejemplo en cuanto los partos les gustaría incluir o replicar algunas de esas costumbres que ellos llevan, se sienten identificados de alguna manera con eso.

Además de ser importante conocer, respetar y luchar por lo que se quiere; así mismo es vital conservar las tradiciones y apoyar los nuevos surgimientos culturales para seguir sosteniéndonos no sólo como individuos, sino para preservar nuestra identidad. Tal identidad es la que nos diferencia de esa otra parte del mundo que igualmente se preocupa y ocupa de sostener sus características que los hace únicos.

Gran parte de nuestro desgaste como sociedad tiene que ver con el hecho de no haber aprendido a acondicionar costumbres de otras sociedades a las nuestras o a respetarlas sino que las quisimos e impusimos.

El problema del querer ser, del culto a la posesión de lo material, el apegarse a las ideas alucinantes de futuro, es decir, todo el sistema capitalista que prevalece en la actualidad y desde el cual se puede ensayar sobre la motivación de, por ejemplo, los involucrados en el narcotráfico (dejando a un lado las circunstancias de pobreza y de maldad), tiene que ver con esa pérdida de valores que se han ido erosionando con el paso de los años.

El narcotráfico, es una guerra que no debió arraigarse en nosotros, que no era nuestra, que en sus bases está descompuesto pues allí no habita ninguna virtud como lo pudo ser antes la libertad.

Pensemos en que dependemos de nuestra cultura para salir adelante de nuestros problemas.

Mirar el pasado sirve para pronosticar consecuencias del futuro. Los focos de alerta están encendidos; hay que saber leerlos para poder resolver los problemas que como sociedad nos están afectando. No podemos sentarnos a esperar a que el gobierno o los demás resuelva los problemas que ellos mismos no han aprendido a descifrar, porque no tienen los elementos necesarios para solucionarlos porque es muy posible que no conozcan ni quieran saber de nuestra propia cultura.

Referencias

Correa, François. (2006). Interpretaciones antropológicas de lo “Indígena” en Colombia. Universidad Nacional De Colombia. Recuperado de: https://core.ac.uk/download/pdf/25748768.pdf