Cementerio de los libros olvidados
Enviado por Jerry • 6 de Abril de 2018 • 987 Palabras (4 Páginas) • 366 Visitas
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Daniel no creo que haya creído tan confesión de amor tan bien hecha por su padre hasta que se le concedió tomar un libro. El viaje por todo este lugar tan inmenso me hizo pensar que el libro que tomará Daniel tenía que ser especial, único, para que tomará su futura labor de ser el próximo guardián, y así fue, ni mandado a hacer, tomo el libro de La sombra de viento de Julian Carax, sin embargo el relato no puedo ser mejor “me acerque hasta él y acaricié las palabras con la yema de los dedos” tal libro devoró la tristeza de Daniel y su mañana sumergida en esta increíble historia del hombre que busca su verdadero padre volando su imaginación. Por lo cual Daniel ahora se encargaría de que los libros no son dueños de nadie pero es necesario que todos sepan su contenido.
En mi opinión creo el si tenemos la oportunidad algún día de ir al cementerio de los muertos podría estar seguro que va a ser más grande de lo descrito por el autor, esto es evidente, La relación con the fantastic flying book es exuberante la ola tecnología está arrasando con todo con nuestras costumbres, con nuestra comunicación, con nuestra cultura, con todo. Hemos pasado de ser seres sociales a zombis virtuales, Este suceso bélico ha llevado más y más libros al cementerio, donde cada vez será más difícil encontrar al guardia del cementerio y cada vez será más la labor de resucitar un libro será más complicado. Sin embargo, este acontecimiento de “evolución” la importancia de leer un libro es contunde a pesar de que la hayamos reemplazado por otras cosas, leer es soñar leer es vivir, aunque la labro de un guardia del cementerio de los libros sea difícil este ayudará a mucha a atreverse a soñar y muchas veces a ser libre por su imaginación.
Concluyo con esta frase de Kafka “En general, creo que solo debemos leer libros que nos muerdan y nos arañen. Si el libro que estamos leyendo no nos obliga a despertarnos como un mazazo en el cráneo, ¿para qué molestarnos en leerlo? ¿Para qué nos haga felices, como dices tú? Cielo santo, ¡seríamos igualmente felices si no tuviéramos ningún libro! Los libros que nos hacen felices podríamos escribirlos nosotros mismos si no nos quedara otro remedio. Lo que necesitamos es libros que nos golpeen como unas desgracias dolorosas, como la muerte de alguien a quien queríamos más que a nosotros mismos, libros que nos hagan sentirnos desterrados a las junglas más remotas, lejos de toda presencia humana, algo semejante al suicidio. Un libro debe ser el hacha que quiebre el mar helado dentro de nosotros. Eso es lo que creo”.
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