Juegos aplicados en el grupo para favorecer la identidad personal nadamas la primer hoja

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Al empezar el juego primero les mencioné a los niños las reglas y se acomodaron en un círculo alrededor de la mesa en donde estaba el juego, yo me imaginaba que todo iba a salir muy bien, que los niños iban a respetar las reglas, que se divertirían mucho y que también aprenderían a utilizar un juego diferente entre otras cosas, pero lamentablemente fue todo lo contrario.

Primeramente no respetaron su turno y querían jugar todos al mismo tiempo, lo que ocasionó que se hiciera todo un desorden y hasta comenzaron a pelearse, los más conflictivos y que se desesperaron fueron Leonardo, Carlo, Jair y Paloma; los demás también pero no llegaron a causar problemas mayores, les hablé fuerte, los regañé, bajé la voz, hice todo lo que pensé que funcionaria para calmarlos pero nada funcionó.

En esos momentos me sentí mal porque no podía manejar la situación y los niños seguían arrebatándose el juego y lo que hice fue quitárselos y dejar de jugar. Observé que la mayoría de los alumnos se sintieron tristes pero les expliqué que tenían que seguir las reglas y esperar su turno y como hicieron todo lo contrario tuve que terminar con la actividad; Diego me pedía que lo regresara, que ya iban a hacer caso, pero si hubiera hecho lo que me pidieron hubiera faltado a mi propia norma, tratar que los alumnos siguieran las reglas y los niños iban a seguir pensando que siempre se iba a hacer de esa manera; el propósito de esto era que vieran que su comportamiento tiene una consecuencia y que deben de cambiar su manera de actuar ante estas situaciones. “Seguir un juego de mesa con preescolares que deciden no seguir las reglas cuando descubren que éstas no van a su favor suele ser un problema” (Feldam, 2009, p. 80) cuando los niños se dieron cuenta que al estar siguiendo las indicaciones iban a tardarse más en participar y aparte de que tenían que esperar su turno, fue cuando se descontroló el salón y como menciona el autor, se convierte en un problema difícil de resolver.

Un factor que creo que afectó esta actividad fue que se aplicó en los primeros meses del ciclo escolar y los alumnos tenían poco de estar dentro del aula y todavía no tenían bien claro cuál es el funcionamiento de la escuela y a qué iban a este plantel, aunque la actividad que describí del memorama fue primero que ésta, no se presentó el mismo problema y este factor no complicó el funcionamiento del juego, así que pueden ser diversas cosas las que afecten cada actividad que se realiza en el aula y que se deben tomar en cuenta para su organización y ejecución.

B. Juegos organizados

Este tipo de juegos tienen como finalidad favorecer la integración, del grupo, es decir, que los niños respeten a sus compañeros y trabajen en conjunto para lograr lo que se proponga en la actividad. La maestra es quien realiza con los niños el juego, ella participa como guía y control del orden, de las reglas y de los resultados. Aunque es complicado trabajar con este tipo de juegos el resultado es lo que importa y el avance que tendrán los niños es, más que nada, el propósito de estas actividades y para los alumnos que por medio de los juegos organizados se den cuenta que existen reglas y hay que aceptarlas y cumplirlas, son cosas que a ellos les interesa y esto ayuda a motivarlos y hacer, que en esos pequeños momentos, intenten poder regular su conducta.

En el preescolar las reglas representan un ejemplo interesante de cómo jugar, no como una conducta obligatoria porque a la vez los niños están divirtiéndose y no se hace de manera sistematizada, siendo esto lo que les ayuda a llevarlo a cabo con toda la disposición y gusto por hacerlo y dándole ahí la importancia de implementar los juegos en el aula.

Al principio del ciclo escolar me pude dar cuenta que los preescolares batallaban mucho para trabajar en equipos, la edad en que se encuentran es la más difícil para su integración ya que es entre cuatro y cinco años. En este periodo suele pasar que los pequeños no compartan y quieran realizar todo ellos solos, sin ayuda de algún compañero y esto fue lo que pasó al principio, aunado a esto afectaba en la regulación de la conducta porque se realizaba cualquier actividad en equipo y como no querían compartir se enojaban y comenzaban las discusiones.

Hubo una ocasión que jugaron a la gallinita ciega, este juego tiene como aprendizaje esperado de apoyar a quien percibe que lo necesita, la competencia a favorecer, reconoce sus cualidades y capacidades y desarrolla su sensibilidad hacia las cualidades y necesidades de otros, perteneciente al campo formativo de desarrollo personal y social del aspecto identidad personal.

El propósito de esta actividad era que los alumnos organizaran el juego y estuvieran apoyando al niño que le tocara ser la gallinita ciega. Debo de reconocer que el comportamiento de los alumnos en esta actividad fue diferente a lo que se veía la mayoría de los días en el aula; los estudiantes estuvieron siguiendo las reglas del juego a pesar de que la actividad se realizó en el patio, lo malo fue que parte del propósito no se cumplió, porque al niño que le tocaba ayudar a la gallinita ciega no lo hacía y se iba para otra parte, pero simplemente les llamaba la atención y les recordaba cuál era su función en el juego; sí se les dificultó estar apoyando a su compañero, pero lo que pasa es que los alumnos no están acostumbrados a trabajar en equipo, Francisco fue el que sobre salió en esta actividad porque realizó muy bien los dos roles, tanto el de ser la gallinita como el de estar apoyando. Me gustó ver como hacía todo lo posible por ayudar a sus amigos, la diferencia de este niño es que antes de entrar al jardín de niños estuvo en una guardería y esto quiere decir mucho, ya que con anterioridad le han enseñado a colaborar y a ser más cooperativo, habilidades que se aprenden con la interacción.

A pesar de los imprevistos y de que tenía miedo de sacar a los niños al patio, con esta actividad los estudiantes tuvieron avances en cuanto a su conducta y a controlar sus emociones. Me llamó la atención que esta vez las niñas fueron las que batallaron para seguir las indicaciones, porque de repente se iban al área de juegos y esa era precisamente una de las reglas, que tenían que estar solamente en el patio y no irse para otras partes; con esto me di cuenta que es más fácil en las niñas respetar las reglas porque son más dóciles que los varones ya que con solo recordarles la norma, inmediatamente se regresaban; también entiendo que la misma emoción de salir al patio y estar jugando algo tan divertido, hace que se descontrolen un poco, nada fuera de lo normal.

Tanto les gustó este juego que después