Capaz de convertirse en un experto en todos los ámbitos,

...

los Óscar, los Globos de Oro o los BAFTA y más tardes reconocidas como grandes obras maestras.

ETAPAS Y EVOLUCIÓN

INICIOS: DOCUMENTALES

En 1951, Kubrick apartó su pasión por la fotografía para dar un empuje a su carrera cinematográfica con documentales de corta duración. Animado por, Alex Singer, un amigo de la escuela secundaria que trabajaba en la productora The March of Time y soñaba con ser su propio director, se convenció de que podía rodar un documental por menos de lo que la productora estaba pagando a otros cineastas. Así fue cómo surgió su primer corto, ‘Días de lucha’, que rodó junto a Singer con financiación

independiente y en el que destaca el uso del que más tarde se convertiría en uno de

sus movimientos de cámara más característicos, el travelling inverso. El éxito inicial de este primer contacto con el mundo del cine hizo que Kubrick abandonase definitivamente la fotografía y comenzase a trabajar en otros proyectos: ‘Flying Padre’

(1951) y ‘La gente de mar’ (1953), su primera película en color. A pesar de que sólo hay constancia de estos tres proyectos, se cree que Kubrick participó en otros documentales.

Durante esta etapa también entró en contacto con el mundo televisivo trabajando en

un episodio de la serie ‘Omnibus’ como director de segunda unidad.

El hecho de que él mismo tuviese que desempeñar la labor de director, editor, y

técnico de sonido sirvieron a Kubrick para adquirir un conocimiento sólido y exhaustivo de todos los aspectos técnicos de la cinematografía.

PASO DEFINITIVO AL CINE: CINE BÉLICO Y CINE NEGRO

En 1953, vería la luz su primera película, ‘Miedo y deseo’, una producción en la que, siguiendo en la misma línea de bajo presupuesto, él y su mujer serían el único equipo de la película, aunque el guion lo escribió su amigo Howard Sackler. Aunque cosechó algunas críticas respetables, el filme fue tachado como un esfuerzo de aficionados y el propio Kubrick intentaría sacarlo fuera de circulación. ‘Miedo y deseo’ muestra su interés por el tema bélico.

Sus dos siguientes filmes, ‘El beso del asesino’ y ‘Atraco perfecto’, lo llevarían a introducirse en la temática del cine negro. La primera sigue la línea de su primer largometraje mientras que en la segunda contaría por vez primera con la presencia de un reparto y un equipo profesional. Pese a que el punto álgido del cine negro tuvo lugar en los años 40, ‘Atraco perfecto’ es considerado uno de los mejores ejemplos de este género, llamando la atención de Metro-Goldwyn-Mayer. Además, su narrativa no lineal tendría una gran influencia en directores posteriores de la talla de Quentin Tarantino, entre otros.

No sería hasta 1957 cuando Kubrick cosechase su primer éxito comercial significativo. Basada en la novela antibelicista de Humphrey Cobbs, ‘Senderos de gloria’ despertó la admiración de la crítica y la industria cinematográfica por el tratamiento libre, sin sentimentalismos, ni tapujos en las escenas de combate. Especialmente significativa es la escena de la marcha del coronel Dax a través de sus soldados en la trinchera en un ininterrumpido contraplano de seguimiento que se ha convertido en todo un clásico cinematográfico. Sin embargo, dadas sus representaciones ficticias del ejército francés, el filme llegó a prohibirse en Francia y Alemania.

HOLLYWOOD Y LAS GRANDES SUPERPRODUCCIONES

Tras el triunfo cosechado con ‘Senderos de gloria’, en sustitución de Anthony Mann, Kirk Douglas decidió contratarle para el que sería su mayor trabajo y el más caro de la historia de Estados Unidos en su momento: ‘Spartacus’. Pese al éxito entre el público y la crítica, los problemas durante el rodaje fueron varios, desde conflictos con Douglas y

la amenaza del director de fotografía, Russel Metty, con abandonar la película por la constante intromisión de Kubrick en su trabajo (a pesar de que gracias a ello ganaría el único premio de toda su carrera: un Óscar a la Mejor Fotografía) hasta la insatisfacción con el guion y con el hecho de no tener el control absoluto de todo. Sin embargo, Kubrick intuía que el proyecto podía significar el empuje definitivo a su carrera.

Un año después Marlon Brando le ofrecería el puesto de director para ‘El rostro impenetrable’. Sin embargo, Kubrick renunció al proyecto a los seis meses quejándose de que el guion, escrito por un entonces desconocido San Peckinpah, no estuviese acabado.

En 1962, Kubrick probaría suerte con el humor negro en sus dos siguientes proyectos. Primero con una adaptación de la novela de Vladimir Nabokov. ‘Lolita’, marcaría un punto de inflexión poniendo fin a la etapa naturalista y abriendo paso al surrealismo

en sus trabajos. Por su parte, el tratamiento desde un punto de vista comediante de un tema tabú, en aquel entonces, como era la guerra nuclear en ‘Dr. Stranglove’ supuso

un salto audaz y peligroso que suscitó gran controversia.

Tardó cinco años en desarrollar ‘2001: una odisea en el espacio’, concebida como Cinerama y fotografiada en el Super Panavisión 70. El filme rompía con todos sus trabajos anteriores, además de convertirse en todo un desafío de las convenciones del género de la ciencia-ficción y contener rompedores efectos especiales diseñados por el propio Kubrick. Describe la película como «una experiencia no verbal» con un interesante contraste cargado de simbolismo. En un principio, no fue un éxito inmediato entre la crítica que la acusaban de falta de diálogo, ritmo lento y argumento aparentemente impenetrable. Incluso, el Vaticano la describió como «una película realizada por un agnóstico que golpeó el ojo de buey». Sin embargo, a día de hoy es considerada una de las más grandes dentro del género y el avance de Hollywood más importante desde ‘Ciudadano Kane’.

Tras la anulación de ‘Napoleón’, Kubrick buscaba un proyecto rápido que pudiese

rodar con un presupuesto reducido. En 1971 llegaría a las pantallas una exploración de la violencia y la rehabilitación experimental llevada a cabo por las autoridades policiales, también conocida como ‘La Naranja Mecánica’. La alusión al Reino Unido y

el debate que