Comencemos sin preámbulos: el libro que tiene en sus manos el lector es el primer volumen de una serie antológica en tres tomos que constituye la recopilación más completa
Enviado por Antonio • 11 de Junio de 2018 • 2.883 Palabras (12 Páginas) • 490 Visitas
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la Escuela de Tartu y del consejo de redacción de su revista, Semeiotiké A estas inapreciables ayudas se ha sumado en fecha reciente la de Liubov Kiseliova, estudiosa y colaboradora de Lotman, también de la Universidad de Tartu, a cuya laboriosidad los estudiosos de la semiótica debemos agradecer la más completa bibliografía de las publicaciones de Lotman por todo el planeta (Materialy k bibliografli trudov professora Iu. M. Lotmana», en Sbomikstateik 70-letiiuprof Ju. M. Lotmana, Tartu, 1992, págs. 5 14-565, y, en una versión aumentada, en el tomo III de I. M. L., Izbrannye stat‟z, Tallin, Alexandra, 1993, págs. 441-482). 3 No contamos entre estos libros teóricos mayores de Lotman el titulado Diálogo con la pantalla, escrito conjuntamente con Iuri Tsivián, publicado en 1994, y definido por sus propios autores como «un alfabeto del lenguaje del cine, unas primeras lecciones del lenguaje cinematográfico —pero excelente en calidad de tal.
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de la más reciente producción de Lotman, la de los últimos veinte años, que es precisamente la menos conocida y accesible entre nosotros. Sobre lo primero, nos vemos obligados a retomar aquí, por su inalterada validez, algunas afirmaciones que formulamos hace dos años al prologar una selección nuestra de trabajos de la Escuela de Tartu para un número monográfico de la revista mexicana Escritos4. A más de treinta años de su inicio, la vasta y variada producción científica de Lotman y la Escuela de Tartu sigue siendo, casi en su totalidad, una terra incognita para la gran mayoría de los investigadores de lengua española. Aún son muy contadas las traducciones al español de sus libros y de sus abundantes artículos, las cuales —hecho nada desdeñable— casi siempre presentan considerables, cuando no muy graves deficiencias —entre otras cosas, porque por lo regular son traducciones de traducciones (esto es, del ruso al francés, italiano o inglés, y de éstos al español) y a menudo «inconfesas» (pero delatadas por la transcripción fonética no española de las palabras rusas y por los italianismos, galicismos, etc.), o a causa del pobre conocimiento del ruso y/o de la teoría literaria y la semiótica por parte de los traductores. La extrema escasez de estas traducciones puede ser comprobada echando una ligera ojeada a la más completa bibliografía de los trabajos de/sobre la Escuela de Tartu disponibles en español, francés, inglés, italiano, alemán y portugués, realizada por el profesor Manuel Cáceres Sánchez, de la Universidad de Granada (Discurso, Sevilla, núm. 8, 1993), a cuya labor de edición y organización debemos dos importantes momentos en la divulgación del pensamiento de/sobre Lotman en España: el citado número de la revista Discurso, de la Asociación Andaluza de Semiótica, dedicado por entero a Lotman y la Escuela de Tartu, y la Reunión Internacional In Memoriam Iuri M. Lotman, (Universidad de Granada, 26-28 de octubre de 1995). Por otra parte, la otra cara de estas traducciones «al cuadrado» es que están asociadas a una recepción pasiva, sin iniciativa propia, como evidencia el hecho de que la dependencia respecto de las ediciones extranjeras se extiende a la selección de los trabajos —y en el caso de una recopilación se produce un calco del contenido de una o varias ediciones foráneas— con la consiguiente subordinación a una agenda extranjera de intereses y necesidades teóricos —sea una del país mediador que encargó o editó, o la del antólogo(-autor) que propone, o una de transacción— y, además, con el consiguiente doble desfase cronológico —el de la edición propia respecto a la edición extranjera y el de ésta respecto a las publicaciones originales. Felizmente, los antólogos de las ediciones italiana (1973) y francesa (1976) en que se basó la recopilación editada por Cátedra en 1979, Semiótica de la cultura, fueron los propios Lotman y Uspenski, y el más reciente de los textos allí recogidos había sido publicado en ruso «sólo» cinco años antes5. La enorme laguna en materia de traducciones españolas de la Escuela de Tartu no ha sido reducida en mucho ni siquiera por la intervención divulgativa de la revista teórica cubana Criterios, ni, en general, por nuestra propia labor en Cuba y México en el dominio de la selección y traducción directa del ruso, que desde 1982 hasta 1995 había puesto en circulación en español un total de 17 textos de Lotman y 18 de otros miembros de la Escuela (labor que había comenzado en 1972 con traducciones indirectas a través del francés y del rumano). Lamentablemente, la deseada aparición de nuevos traductores de los textos originales de la Escuela no siempre ha tenido los benéficos resultados esperados (como los meritorios de la reciente incorporación del también investigador y traductor cubano Rinaldo Acosta), sino en ocasiones todo lo contrario: traducciones deficientes e incompetentes desde el punto de vista de la lengua y la cultura generales y de la 4 «Mostrar la Escuela de Tartu como escuela: más allá de Lotman y Uspenski», en Escritos, Centro de Ciencias del Lenguaje, Universidad Autónoma de Puebla, núm. 9, 1993, págs. 7-13. El volumen incluye once trabajos de la Escuela: de Lotman, B. A. Uspenski, V. Vs. Ivánov, V. N. Toporov, E. M. Meletinski, 1. 1. Levin y Peeter Torop. 5 Lotman y Uspenski, eds., Travaux sur les systt5mes de signes. École de Tartu, textos escogidos y presentados por I. M. Lotman y B. A. Ouspenski, Bruselas, Complexe, 1976; Lotman y Uspenski. eds., Richerche semiotiche. Nuove tendenze delle scienze umane nell‟URSS, Turín, Einaudi, 1973.
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terminología científica especializada, que sólo vienen a desfigurar y desacreditar el pensamiento de los semióticos de Tartu, a pesar de las incuestionablemente buenas intenciones de quienes las encargaron o las aceptaron entusiastamente para su divulgación6. A esta limitación se suman aquellas relacionadas con la distribución y el mercado editorial, que a menudo hacen que permanezcan desconocidas o inaccesibles (física y/o económicamente) las dispersas ediciones españolas de artículos y libros de la Escuela en la América Latina, las mexicanas en España o en muchos países de América Latina, y las cubanas en casi todas partes. Ahora bien, los estudiosos hispanoparlantes que leen italiano, francés, inglés, portugués o/y alemán no están en una situación mucho mejor, y ello por razones análogas: las traducciones, en mayor número y casi siempre realizadas de la lengua original y con mayor competencia lingüística y científica, son, de todos modos, muy escasas en comparación con el corpus de la Escuela, y también de muy (o más) difícil acceso por razones de distribución y precios, así como por su dispersión
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