Cine Chileno El cine como arte de alto impacto

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Películas Chilenas han recibido varias nominaciones en los festivales de cine internacional, tales como los premios Óscar, premios globos de oro, premios platino y premios Ariel, resultando 3 veces ganador, el año 2014 con el cortometraje “Historia de un oso” recibió un premio Óscar; el año 2013 con el film “Gloria” recibió un premio Ariel y el más reciente, el año 2015 “El botón de nácar”.

Aun con el éxito que tienen en el extranjero, en los dos estudios anteriores de CAEM (cámara de exhibidores multisalas de Chile) ya se habían analizado las caídas de asistencia del año 2011 en el promedio de espectadores por película, y del 2012 en la cantidad total de espectadores. En el año 2013, con 15 estrenos nacionales, la asistencia llegó solo a 351.243 espectadores, con una baja del 35.8% respecto del año anterior, la cifra más baja de la década.

Hoy en día se celebra “el día nacional del cine” un día de la primera semana de Octubre y el 2 de diciembre se celebra “el día del cine Chileno” (compararlos y exponer punto de vista personal)

El cine como carrera universitaria

El cine como mucha de las carreras universitarias relacionadas al arte, muchas veces no se ve realmente como opción ya que para estudiar una carrera como esta uno no puede pensar que va a obtener tanto dinero a cambio, lo que tiene que tener en mente que para realmente para lograr algo de esta industria cinematográfica, deberá de tener algo de dinero para poder invertir y triunfar en esta , cuando uno decide dedicarse a estudiar cine debe tener en cuenta el poco apoyo que existe a los cineastas chilenos y que dependerá de su forma de publicitarse si lograra tener éxito o no , esto es lamentable la verdad ya que existen muchas películas independientes que no obtienen el reconocimiento merecido acá y tampoco consiguen la publicidad necesaria llevando sus obras a ser desconocidas en su totalidad

Constanza Arenas

Según ella, una de los problemas de los filmes nacionales es que no circulan "en todo su potencial", es decir, no se quedan lo suficiente en cartelera y no llega una cantidad importante de copias a las salas. El gran motor es la venta de tickets, pero "no se piensa si la cartelera es diversa en pos de la diversidad cultural que requiere el país. Todo es Hollywood".

"El método tradicional de distribución del cine chileno propone un modelo de negocios basado en un triángulo de ganancias con tres beneficiarios, todos privados: El productor, el exhibidor y el distribuidor. Esta lógica no vela por los intereses públicos, sino por optimizar ganancias", señala Constanza.

-¿No será que no se cuentan buenas historias?

-Los realizadores no tienen la culpa de que las masas no vayan a ver cine chileno. Los exhibidores han vendido la pomada de que el público es libre de elegir lo que quiere ver. Eso no es así porque la cartelera es homogénea. Decir que los directores le dan la espalda a la audiencia es no querer ver un problema de fondo.

-Pero es lógico que los cines ofrezcan opciones que la gente sí vaya a ver.

-La necesidad de lucro es legítima, pero hay que tener en cuenta los lineamientos culturales del país. No me paro desde la trinchera de los cineastas, pero la crítica al cine chileno es desmedida.

-Las cintas de Sebastián Badilla y Nicolás López atraen más público

-Me parece fantástico. Atacarlos es un poco tonto: Criticar al comercial porque es comercial no tiene sentido.

Gabriela Sandoval

“Cuando hicimos la primera versión de SANFIC en Santiago no había un festival internacional en el que uno pudiera tener una nueva visión sobre el cine de nuevos directores. O sea, hace trece años el concepto de cine arte era Woody Allen. No había mucha oferta. Además, en esa época ya venían los nuevos directores de cine chileno como Sebastián Lelio y Alicia Scherson. Entonces, SANFIC fue una plataforma que acompañó a la nueva camada del cine chileno y, por otro lado, amplió la oferta cinematográfica de directores de prestigio”, cuenta sobre el nacimiento del certamen Gabriela Sandoval, fundadora de SANFIC.

El tema es que el cine chileno está en un nuevo gran momento. No hay festival internacional que no tenga programada alguna película chilena: hay muy buenas historias y muy buenos directores. En definitiva, es muy atractivo para todos los programadores, porque además se vende muy bien e, internacionalmente, se estrenan en distintos mercados, pero claro, después cuando estas películas se estrenan en Chile y uno hace el promedio se da cuenta de que sólo 2 mil espectadores vieron estas producciones. Entonces, claramente, falta un trabajo para resolver cómo cautivar las audiencias existentes para que el cine chileno sea tan importante como el fútbol. Falta mayor difusión y mayor conocimiento, desmitificar de que el cine chileno es aburrido.

Conclusión

En conclusión y a opinión personal, el cine chileno es infravalorado , siendo el cine el tipo de arte que más atención recibe , no le sacamos provecho a este , los cineastas independientes no reciben apoyo y se sigue sacando adelante productos repetitivos en vez de apoyar talento nuevo con una visión diferente , otra razón de que esto siga así es lo complicado que es sacar adelante carreras artísticas por el escaso