Valor Compartido, una estrategia empresarial de alto impacto.

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Es aquí donde se considera la relación Ganar – Ganar, en la que las partes relacionadas en la compra-venta o prestación de un servicio reciben y se comparten, de ahí el nombre de valor compartido.

Las empresas no han sabido captar la importancia del entorno mayor que rodea a sus principales operaciones.

Para una empresa, el punto de partida para crear este tipo de valor compartido esta en identificar todas las necesidades, beneficios y males de la sociedad que podrían estar asociados con los productos de la firma.

Esta nueva mentalidad revela que la congruencia entre el progreso social y la productividad en la cadena de valor es mucho mayor de lo que se pensaba tradicionalmente.

Independientemente de la satisfacción de las empresas al colaborar con el ambiente social, y de este último al ver que el sistema económico devuelve a la sociedad en gran medida el apoyo y los beneficios recibidos en el mercado. Al saber que la empresa contribuye en la alimentación y salud de los integrantes de la familia el trabajador no tiene motivos para faltar a su trabajo y por el contrario si tiene razón para mejorar su desempeño e incrementar su productividad laboral.

Por otro lado, el valor compartido se encuentra comúnmente comparado con lo que es responsabilidad social, aunque esta segunda muy comúnmente usada en la actualidad para dar a la sociedad esa imagen de empresa amiga del entorno, cuando en realidad lo que deberían de estar generando es la creación de valor compartido, el cual es en realidad el compromiso no solo con el medio ambiente, sino como la comunidad en general creado desarrollo en medios ya sean bien proveedores, sociedad, ambiente y clientes entre otros. La principal diferencia entre el valor compartido y la responsabilidad social corporativa, radica en que la responsabilidad social corporativa se trata del apoyo a las causas sociales pocas veces relacionándose a las actividades empresariales. En cuanto al valor compartido existe un equilibrio entre las tareas comerciales y de negocio que trabajen en conjunto con en el crecimiento y la sustentabilidad de la empresa conjunta a las actividades de contribución al entorno social.

Las empresas en la actualidad necesitan llevar a cabo muchas innovaciones y cambios para seguir vigentes entre los consumidores y mostrar así una cara de solidez y crecimiento hacia la sociedad, la globalización actualmente mantiene a flote únicamente a las empresas con las competencias suficientes y necesarias para sobresalir en el mercado, y de esta forma posicionarse y convertirse en una empresa sustentable.

La imagen de las empresas ante los golpes económicos en varios países se ha ido enturbiando, pues ante la sociedad, las organizaciones solo velan por sus intereses y por obtener utilidades sin importar lo que tengan que hacer en su proceso, desde el afectar al medio ambiente, aprovecharse de productores y trabajadores, como también sacar la máxima ventaja sobre el consumidor y clientes. Por ese motivo Michael Porter y Mark R. Kramer proponen a las organizaciones retribuir al entorno social una parte de los beneficios que obtiene durante las actividades empresariales; toda esa retribución de las empresas para la sociedad se alcanza a través de las propuestas y tareas que la empresa destina para su logro.