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ANALISIS DE MONTAJE DEL CAPITULO UNO DE “BASTARDOS SIN GLORIA” (2009), DE QUENTIN TARANTINO

Enviado por   •  7 de Marzo de 2018  •  2.135 Palabras (9 Páginas)  •  1.669 Visitas

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Secuencia “Confesión” (00:07:06): Después de presentarse y beber el vaso de leche, Landa pide a Lapadite que invite a sus hijas a salir de la casa para conversar en privado. El espacio escénico se concentra ahora en la mesa de la casa donde se desarrolla el diálogo entre ambos personajes. La iluminación resalta sobre el vaso vacío en la mitad de la mesa. Es importante mencionar que a partir de este momento, por pedido de Landa, los personajes comienzan a hablar en inglés. Este cambio en el lenguaje hace la conversación mas de ida y vuelta, Landa va sincerando el propósito de su visita y empieza a interrogar de forma más incisiva a Lapadite. Durante el inicio de la conversación, abundan los planos medios (20) con escasos primeros planos. El montaje se centra en la dinámica del plano y contraplano dispuesto por los turnos para hablar de cada personaje. Cuando Landa comienza a preguntar por los Dreyfus, la óptica de los planos va cerrándose haciendo más grandes a los personajes con respecto al fondo. Lapadite prende su pipa en el momento de mayor tensión que es cuando aparece el primer Primerísimo primer plano, seguido de un plano detalle del granjero encendiendo su pipa. Hasta este punto todos los planos fueron fijos, cuando llega el momento de la confesión y se produce el primer plano en movimiento de la conversación: un giro de 180° en plano conjunto de ambos personajes que supone un cambio de eje. Este cambio de eje es seguido de otro sofisticado movimiento de cámara: una vez puesto Lapadite en primer plano, la cámara baja a través de sus piernas a travesando el suelo hasta llegar al sótano de la casa, en donde se ve un plano conjunto de los judíos escondidos. El plano centra en un plano medio horizontal de Shoshana, la hija de los Dreyfus de quien precisamente hablan los dos personajes. Luego de revelar esta información al espectador, el montaje vuelve a bajar la tensión y regresan los planos pechos y medios de ambos personajes. Cuando Landa parece cambiar el tema para disuadir un poco a Lapadite, vemos reiterados planos conjuntos contrapicados de ambos y luego una dinámica de corte de planos de perfil de cada uno (a diferencia de la dinámica del plano y contraplano inicial de la secuencia). Esta apertura de planos de perfil se termina con la segunda arremetida de Landa en la que pregunta directamente a Lapadite si tiene judíos escondidos. A partir de este momento los planos empiezan a ser frontales y se cierran. En el momento de la confesión, reaparecen los primeros planos de ambos. Para los momentos de mayor tensión, los planos tiene un ligero zoom in hacia los rostros para otorgar mayor dramatismo. La confesión termina con primerísimos primeros planos de ambos hasta que luego Landa decide retornar al francés y fingir haber terminado para dar paso a la masacre. Entonces los planos vuelven a abrirse para mostrar el espacio escénico donde se desarrollara el tiroteo. Aparece la música de terror después de 54 angustiantes planos en donde solo se escuchó el silencio de la casa acompañado de esporádicos bramidos de vacas.

Secuencia “Tiroteo” (00:19:22): La secuencia final de esta escena es la escena del tiroteo donde Landa hace ingresar a 3 soldados que disparan hacia el suelo donde Lapadite indicó con señas que se escondían los Dreyfus. Esta secuencia tiene mucho dinamismo y variedad de planos, tanto de angulación como de movimiento. La secuencia inicia con un plano detalle de las botas de los oficiales nazis ingresando a la casa, este detalle agrega suspenso a la escena. Los disparos al suelo son mostrados a través de planos cenitales combinados con planos medios de Landa que dirige el asalto. Se agregan planos detalles del suelo agujereado por las balas. Las reacciones de Landa son mostradas también a través de planos supinos que muestran su rostro desde la perspectiva del suelo. Se mezclan algunos planos detalles de entre las tablas en la que se muestra a Shoshana huyendo de los tiros. La escapada de Shoshana vuelve a poner la cámara en movimiento. Un plano a resaltar es en el que se muestra la huida de Shoshana: un plano que combina un plano entero de Landa atravesando la puerta de la casa y a través de la puerta se muestra en la profundidad del plano a Shoshana corriendo, como un fragmento de plano general. En seguida la cámara acompaña a Shoshana para ponernos en su punto de vista haciendo un traveling en plano pecho de perfil seguido de un primer plano, todo en movimiento. Finalmente la secuencia termina con un primer plano de Landa en el que le perdona la vida a su presa. Esta secuencia tiene 28 planos en apenas dos minutos, lo que hace un promedio de 4 segundos por plano. Considerablemente más dinámica que las secuencias anteriores.

- Comparaciones finales y conclusiones.

Este capítulo primero de “Bastardos sin gloria” es una demostración magistral del montaje de cine clásico; donde prima la coherencia de los tamaños de planos con los requerimientos expresivos de los personajes y objetos puestos en escena. Tiene un uso dosificado e inteligente de los movimientos de cámara, que en ningún momento resaltan por sobre la narración de la historia. Es muy inteligente el montaje paralelo que en un momento se instala al mostrarnos en simultaneo la discusión entre Landa y Lapadite con las reacciones de Shoshana escondida debajo del suelo. Esta lógica será luego recreada en “Los ocho más odiados”, aunque con un estilo distinto. “Bastardos sin gloria” tiene un uso del montaje bastante clásico a mi entender, con pretensiones menores que las de otras películas de Tarantino, como “Pulp fiction”, poniendo por encima el valor de la historia misma y de los personajes.

El capítulo inicial de “Los ocho más odiados” tiene un desarrollo similar al de “Bastardos sin gloria”. Ambas al ser películas de género western, utilizan códigos repetidos, como la tensión de la música inicial, la presentación de amplios parajes del oeste americano, y la mecánica de un personaje que se acerca a otro para entablar un conflicto. Sin embargo cabe mencionar que a diferencia de “Bastardos sin gloria”, en “Los ocho más odiados” hay aparentemente una pretensión más estética por parte del director, que opta por mostrar mas inserts que no pertenecen al desarrollo mismo de la historia, sino que son más de ambientación; como mostrar a los caballos en cámara lenta, y una considerable mayor cuota de planos generales paisajísticos. Creo que el director ha preferido para su última película mostrar una cara más estética del western (en su capítulo inicial) con la finalidad de ambientar de una manera más cautivante al espectador.

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