Crítica a "Ilusiones Ópticas" de Cristián Jimenez

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Cristián Jiménez expone igualmente dicha mutación incluyendo el modernismo y la antigüedad de la ciudad en el mismo plano. Por ejemplo, con el reflejo de las casas pequeñas de pueblo en los grandes cristales de la empresa Vida Sur o cómo hace referencia a lo liso e incambiable del clima dentro del mall, en comparación al aparente frío abrasador, pero natural, de las calles y casas clásicas valdivianas.

El uso de la profundidad de campo es igualmente vital en este punto pues, al operarlo, el autor está haciendo lo que Bordwell llama un comentario narrativo que, para mí, aportan igualmente a esa crítica que acerca levemente la película al panfleto. Un ejemplo de esto es la fiesta que vemos al iniciar el film. Es una fiesta que la empresa Vida Sur le organizó a sus empleados y sirve para exponer la relación opresor/oprimido no solo en el explícito cinismo en los diálogos, sino también en el modo de filmación de la escena. Se disponen muchos personajes extras que, rodeando a David (Álvaro Rudolphy) y Gonzalo (Gregory Cohen), nos cuentan la resignación con la que el pueblo, así representado, acepta las bonificaciones que les dan sus jefes. Bonos que no son más que sobras que buscan contentar a los perrillos para que no se puedan despegar de sus superiores. Y aunque esta parte de la película está describiéndonos como personajes a David y Gonzalo, en realidad está contando mucho más del contexto en el que viven ellos y, claro, el realizador y nosotros los espectadores.

Estas decisiones conviven, entonces, con lo que Bordwell dice sobre el cine de arte y ensayo, estableciendo una vez más el filme en las lógicas del cine moderno. Se aleja totalmente de lo industrial, pues sale a la calle, lejos de estudios, y pone sus personajes en el campo, dándoles un gran valor realista. Se toma el tiempo con algunos planos largos y montaje interno que nos muestran la relación de los personajes y aquí importa igualmente el uso de los tiempos muertos, que le atribuiría un realismo objetivo al filme, según la clasificación del autor. (2)

Dichos aspectos nos muestran, en esta película en específico, la manera en que el nuevo cine chileno convive con el clásico. Ilusiones Ópticas no es solo un film que busca ignorar su contexto político-social para adentrarse a la vida de privada de estos personajes. No es solo un film que busca cerrarse a su realidad. Es un film que establece dichas intimidades en su realidad contextual y que se niega a ignorarla. Y esto abre sin duda una discusión que parece interesarles a varios autores a los que no les gustan las clasificaciones categóricas hechas recientemente de las obras contemporáneas chilenas.

Y es de entenderse si gracias a estas operaciones cinematográficas, a estos modos de narración y filmación, a estas decisiones estéticas y artísticas, a la precisión en la actuación y dirección, a las modos de operación que permite el cine moderno de arte y ensayo, es que la línea que separa al nuevo cine chileno con el clásico de post-dictadura se hace más y más difusa.

Personalmente, me gusta que haya un comentario crítico al contexto y situación político-social. Y qué mejor si se hace en filmes no clásicos, de gran valor artístico, alejados de la superficialidad y el facilismo de la industria, con bajo presupuesto, cercanos a la realidad y totalmente relacionables con sus espectadores.

BIBLIOGRAFÍA:

(1) M. Morales y R. Gonzales. (2013). Nuevo cine chileno: más premiado y menos político. Agosto de 2015, de LA TERCERA Sitio web: http://www.latercera.com/noticia/entretencion/2013/10/661-546660-9-nuevo-cine-chileno-mas-premiado-y-menos-politico.shtml

(2) David Bordwell. (1996). La narración en el cine de ficción. Barcelona: Paidós.