Upstream Color

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4. Diseño sonoro

En este sentido cabe destacar que el mismo Shane Carruth quien se encarga del soundtrack y aunque es relevante dentro de la historia, realmente no se hace mucho uso de este y se prefiere utilizar la crudeza de las tomas y el sonido diegético. De esta forma encontramos que la utilización del sonido ajeno a la película es sutil y simplemente para ilustrar con detalle lo que se espera de lo visual. Aun así debo decir que la banda sonora es de lo que más me gustó del filme porque a pesar de su sutileza existe y embona perfecto con la intención narrativa.

5. Edición

La edición de la película en términos generales es compleja, fragmentaria y con insertos que dejan muchas dudas. Todas estas alternaciones entre la historia de los dos personajes principales, el granjero, los parásitos y los cerdos son cansadas y no siguen una línea que nos guíe; más allá de la intención de Carruth de hacer una película retadora intelectualmente hablando.

6. Análisis de Escenas

La primera escena a analizar es la escena en la que Kris y Jeff se abrazan apanicados y armados en espera de que algo pase sin saber a ciencia cierta qué es lo que pasará. Esta escena ocurre en una bañera y pasa después de que el granjero se deshace de las crías de los cerdos y Kris y Jeff tienen esa sensación de ausencia. La escena es terriblemente angustiante, seguimos viendo esos tintes con contrastes oscuros en las tomas y close ups pero con un muy buen manejo del sonido que da una sensación de tranquilidad pero choca con el estrés de la escena y genera más incomodidad al espectador.

La segunda escena a analizar tiene que ver con la escena en la que el ladrón hace todo el rito para el desarrollo de la píldora donde contiene el parásito del cerdo para hipnotizar y robarle a Kris. En esta escena vemos pocas veces la cara del ladrón, vemos más el proceso desde cómo escarba la tierra en unas macetas, recoge cada uno de los parásitos que encuentra, los analiza para saber cuáles son benignos y cuáles malignos, después mete a cada uno de los malignos en la cápsula que le dará a sus clientes/víctimas. Esta escena se alterna con otra donde vemos dos adolescentes que realizan exactamente los mismos movimientos sin ver, haciéndonos ver que estos parásitos, de alguna forma, crean una especie de lazo telepático entre los que lo consumen. La escena tiene pocas tomas expresivas de los personajes y se concentra más en los efectos y el proceso de esta droga. Se manejan muchos colores vivos y luz para que se vea a detalle todo lo que se hace.