La Falsa Necesidad

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Pero cuando comenzamos a convertir ese uso en un abuso manteniendo una relación más estrecha con la tecnologia que con nuestro entorno familiar y social, centrados solamente en los dispositivos en las relaciones cibernautas que se generan; entonces es cuando comenzamos a alejarnos de la realidad en la que vivimos, ignorando de esta manera el tiempo y el espacio en el que vivimos.

Es entonces cuando vemos “la otra cara de la moneda”, como se mencionaba al inicio, la herramienta por sí sola no es buena ni es mala, depende del uso que le dé el portador, en este caso el lado negativo comienza al dejar de lado los valores morales y optar por satisfacer nuestras necesidades a cualquier cuenta. El desarrollo de una adicción a la tecnologia no es ajena a cualquier otra adicción, pasando por fases, primero la sensación de disfrute, al descubrir de cierto modo con la tecnologia revoluciona nuestra vida, da un giro asombroso, que nos motiva a perseverar en esa acción, a dedicarle cada vez más tiempo progresivamente e inadvertidamente nos hemos sumergido en la cuenta de la situación de “necesidad”, una sensación de una falsa necesidad hacia la tecnologia, en la que si no desarrollamos la conducta, se produce el malestar de perseverar , por no obtener la satisfacción que obtenía al inicio, esto se vuelve un problema cuando el tiempo que dedicamos no es lo más importante, en ocasiones por satisfacer nuestras necesidades creemos que cualquier precio lo amerita, lo que puede llevar a problemas económicos o de salud a una persona.

Los efectos que podría desarrollar una persona que se vuelve adicta a la tecnologías: se llega a descuidar las obligaciones escolares/laborales y familiares, se pierden amistades o se entra en un estado de aislamiento, se abandonan aficiones y actividades propias del tiempo libre, descenso en el rendimiento tanto escolar/laboral como físico, gasto incontrolado, depresión, obsesión, ansiedad, conductas obsesivas, perdida de interés en la situación actual (social), privación del sueño, fatigación, debilitación del sistema inmunológico y alteración de los sistemas corporales debido a la alimentación irregular consecuente.

Pero, si la tecnologia se vuelve parte de nuestra vida, ¿Cómo evitamos convertirnos en dependientes?

Maite Nicuesa Guelbenzu, Doctora en Filosofía y experta en coaching opnina en su blog WebConsultas como podemos evitarlo:

“En primer lugar, limitando el tiempo de uso. Dentro del calendario de rutinas y actividades semanales que tiene tu hijo, determina qué momento tiene permitido jugar con sus videojuegos, por ejemplo. Sé muy estricto a la hora de cumplir la norma y mantener tu autoridad.

[…]

Cuando los niños y adolescentes estén jugando a los videojuegos, es positivo que los padres estén cerca, incluso en la misma habitación, que estén presentes pero a una distancia prudencial (así los hijos no se sienten controlados). Pueden aprovechar para leer el periódico o escribir cartas.

Conviene relativizar el peso que se da a las tecnologías en el hogar. Para ello, juega con tus hijos a juegos de mesa, prepara con ellos recetas de cocina, haz planes al aire libre, charla con ellos, crea un entorno cultural con una buena biblioteca en casa… Educar en un ambiente más humano es la mejor fórmula para que los niños no llenen con las tecnologías otros vacíos personales.”

Pese a que estas recomendaciones las da a los padres para evitar la adicción en infantes y adolescentes, es una buena medida para todos los que estamos ligados a la tecnologia, convendría realizarnos un examen para determinar si realmente estamos haciendo un uso eficaz de la tecnologia o no.

En conclusión, es importante conocer las tecnologías que nos rodean, ya que estas han logrado grandes alcances a nivel científico, para mejorar la calidad de vida de las personas de todas capacidades, y tener cuidado al momento de utilizarlas ya que podríamos enfocarnos de manera errónea y dar un pequeño paso a una gran adicción llegando en casos extremos a consecuencias