Los orígenes de la modulación digital

Los orígenes de la modulación digital

Desde el inicio de la radio por onda continua y de la telefonía, todas las señales no-telegráficas transmitidas habían sido analógicas, es decir, señales que tienen una naturaleza continua pero cuya modulación se efectúa variando algún parámetro de las mismas (voltaje, amplitud, frecuencia, fase, etc). Por ejemplo, en una transmisión de radio (o telefónica) de amplitud modulada, o AM, se varía la amplitud de la onda (o el voltaje, en un conductor físico) en forma análoga a cómo se modulan los sonidos que recoge el micrófono. O bien, en una transmisión de FM, se varía la frecuencia central de la onda representando tal variación por analogía los sonidos transmitidos. Las señales análogas, por consiguiente, pueden tener muchos modos de emisión (amplitud, frecuencia o fase de onda).

Las señales digitales representan simplemente presencia o ausencia de señal. Es decir, en una secuencia de transmisión sólo existen dos estados posibles (positivo/negativo o uno/cero) y la manera en que se genera la presencia o ausencia de esas señales se llama manipulación.

De alguna manera, el código Morse podía considerarse un sistema digital, pero en realidad los elementos tenían distinta duración en el tiempo: la presencia de una raya duraba tres veces más que un punto. El cero (-----) tarda 19 veces más para ser transmitido que la letra e (.).

El Baudot, primer código de las teletipos, podía considerarse el primer sistema digital: se trataba de permutaciones de cinco elementos de igual duración que podían estar presentes o no y cuyas combinaciones representaban las letras o signos que se querian transmitir. Es decir, un código binario que podía transmitirse por manipulación para formar signos. Al adoptarse las computadoras, su lenguaje se basó también en un sistema digital, en el cual había presencias y ausencia de señal. En computación los "baudios" pasarían a llamarse "bits" (aunque no son estrictamente lo mismo).

La primera persona que se le ocurrió que un código de baudios podría servir para la transmisión de sonidos (o imágenes) fue el investigador británico Alec H. Reeves. Desde los años 20, Reeves había hecho varios aportes en las técnicas de transmisión, experimentó con microondas y desarrolló los parámetros de la transmisión por banda lateral única (SSB), con la motivación tornar eficiente el uso de espectro

Reeves, quien trabajaba en Standard Telephone & Cables (subsidiaria de ITT) pensó a fines de la década del 30 que una señal sonora podía ser transmitida tomando muestras muy frecuentes del sonido y asignando a cada sonido un valor numérico que sería emitido por línea o por radio a través de un código de presencia o ausencia de elementos. La terminal receptora asignaría a distintos sonidos los datos numéricos