PREVENCION DE LESIONES DE RODILLA EN SPINNING..
Enviado por tolero • 28 de Enero de 2018 • 4.866 Palabras (20 Páginas) • 396 Visitas
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con dolor (Gaida et al. 2011)
Una amplia gama de tratamientos de fisioterapia ha sido recomendada para el tratamiento de la tendinopatía rotuliana como modalidades electroterapéuticas como programas de ejercicio, como la manipulación de tejidos blandos, y técnicas manuales. Estos tratamientos tienen diferentes mecanismos teóricos de acción, pero todos tienen el mismo objetivo, reducir el dolor y mejorar la función. Si se necesita tanta variedad de opciones de tratamiento nos sugiere que la estrategia optima no se conoce y se necesita más investigación para el tratamiento más efectivo (Stasinopoulus et al. 2011)
Cannell et al. (2001), Young et al. (2005),Bahr et al. (2006), ,Frohm et al.(2007), Kongsgaard et al. (2009), Larsson et al. (2012) reportaron cambios significativos en la aplicación del entrenamiento excéntrico. En contraste, Visnes et al. (2005) mencionan que el entrenamiento excéntrico no tiene ningún efecto en los jugadores de voleibol con tendinopatía rotuliana.
Stasinopoulus et al. (2011) señalan que el entrenamiento excéntrico y los ejercicios con estiramiento estáticos es superior al entrenamiento excéntrico aislado para reducir el dolor y mejorar la función en pacientes con tendinopatía patelar. En concordancia, Norregaard et al. (2006) señalan que la combinación de programas de ejercicio excéntrico con estiramiento tiene efectos positivos. En cambio, otros tratamientos conservadores como la crioterapia, la electroterapia, el masaje, los vendajes funcionales, la medicación antiinflamatoria o las infiltraciones, no han demostrado claramente sus efectos (Peer y Lysens, 2005; Wei et al. 2006).
Por otra parte, el masaje transverso consiste en proporcionar una analgesia temporal y durante este período permite el tratamiento funcionar que de otro modo y a causa del dolor no se pudiera efectuar (Vázquez, 2009) (Gallego - 2009 - books.google.com) al respecto, Rutland et al. (2010) y Hunter (2010) mencionan que el masaje transverso profundo debe ser firme para mejorar la disposición de las fibras colágenas del tendón y mejorar la fuerza tensil del tendón.
Por lo anteriormente señalado es conveniente evaluar el uso de tres técnicas fisioterapéuticas (ejercicios excéntricos, estiramientos estáticos y masaje transverso profundo) que han mostrado resultados de alta confiabilidad y efectividad en estudios previos que han evaluado para la tendinopatía rotuliana.
III. Marco de referencia
La tendinopatía patelar crónica (TPC) conocida también como rodilla del saltador (jumper’s knee) es una lesión de etiología desconocida, pero que está asociada al sobre uso caracterizado con dolor para saltar y aterrizar. Stasinopoulos (2011) que aparece durante o después de la actividad (Romeo-Rodriguez et al, 2011) no obstante menciona que el término no es correcto ya que ésta condición puede aparecer en personas que no realizan saltos en sus deportes o que no son atletas. Esta lesión afecta principalmente a participantes en deportes que involucra saltos (Gaida et al, 2011), afecta particularmente la parte distal del tendón con reblandecimiento de la zona (Ferran et al, 2014) y dolor a la palpación con 86% signo positivo (Rabin, 2006) con desarrollo de pseudoquistes y mineralización con fibrocartílago del tendón (Jensen y Di Fabio, 1989). Además encontramos aumento de la presencia de fibroblastos, hiperplasia vascular, mayores cantidades de proteoglicanos y glicosaminoglicanos, colágeno desorganizado, ausencia de células inflamatorias y prostaglandinas (Stasinopoulos, 2011). Es un desorden musculoesquelético común en ambos deportistas recreacionales y élite en donde más del 50% de atletas son forzados a retirarse de su deporte pero continúan con dolor (Gaida et al. 2011). Su recuperación debido a los microtraumas es deficiente (Van Wilgen et al, 2011), pudiendo ir de 20 hasta 90 días con rehabilitación previo al regreso al deporte no obstante la recuperación total puede tardar hasta 12 meses (Rudaysky y Cook, 2014); las fuerzas externas de los microtraumas pueden ser de hasta 17 veces el peso corporal (Rutland et al, 2010); también es resistente al tratamiento y recurrente en naturaleza (Rabin, 2006). Estudios demuestran que la tendinopatía patelar crónica en la población deportista ocurre en un 14.2% (Kaux et al, 2014). En voleibolistas ocurre el 40% (Kaux et al, 2014) mientras en basquetbol representa el 32% (Van Wilgen, 2011; Rutland,2010). También se da en deportes como fútbol soccer, bailadores. Afecta a ambos sexos, con una mayor predominancia en el sexo masculino y puede verse afectada por la edad, mayor tejido adiposo (Longo et al, 2011), y en hombres, la circunferencia de la cadera (mayor a 83 cm) y la prevalencia ocurre en adolescentes de 16 años en adelante, y de 65 años principalmente (Rudavsky y Cook, 2014).
Existen diversos factores, extrínsecos e intrínsecos que son predisponentes a padecer TPC. Entre ellos:
Factores intrínsecos: el desbalance de fuerza musculares del muslo, la alineación postural y/o asimetrías corporales, la estructura del pie, una dorsiflexion reducida del pie, falta de fuerza y flexibilidad principalmente del cuádriceps, características antropométricas (talla, peso, fuerza y longitud del tendón patelar, acortamientos musculares, ubicación de la patela, generalmente ascendida (Longo et al, 2011; Rutland et al, 2010; Rudavsky y Cook, 2014).
Factores extrínsecos: carga física, repetición, intensidad, frecuencia o mayor duración de entrenamiento, fatiga, técnica pobre y errores de entrenamiento, superficies impropias, calzado insuficiente, equipo inapropiado (Longo et al, 2011; Rutland et al, 2010; Rudavsky y Cook, 2014).
Para su evaluación y diagnóstico, se utilizan diversas escalas, la más conocida es la VISA-P (Van Wilgen et al, 2011; Longo et al, 2011; Gaida et al, 2011; Kaux et al. 2014) la cual consiste en una evaluación de funcionalidad y habilidades para practicar deporte mediante 8 a 10 preguntas mediante una escala EVA inversa del 1 al 10, siendo el 10 donde no hay dolor, pudiendo obtener un máximo de 100 puntos refiriendo una persona sana. Además se usa la escala visual análoga (EVA) para evaluación de dolor. La escala de Blazina o la escala de Kennedy, son buenas opciones para la evaluación de la funcionalidad de un paciente (Rutland, 2010). La goniometría es una herramienta útil para delimitar la restricción de movimiento de flexión y extensión de rodilla. En imagenología, se puede utilizar ecografía y RMN aunque se considera que su especificidad de ambos estudios no es la adecuada para diagnosticar (Van Wilgen et al, 2011). No obstante, el mejor diagnóstico se podrá obtener mediante una vasta historia clínica y una buena
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