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ALCANZAR LAS ESTRELLAS

Enviado por   •  6 de Junio de 2018  •  2.354 Palabras (10 Páginas)  •  269 Visitas

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Eder limpio las lágrimas de su cara, respiro hondo. De pronto al bajar su cabeza miro al Lago y se dio cuenta que se reflejaba una estrella diferente a las demás, su resplandor era mayor al de las otras luces bailarinas, tenía un color distinto, más puro, tan cercana y tan difícil de alcanzar, solo un corazón afligido y una mente brillante podrían atraer ese regalo celestial.

09 de septiembre

Fue un día feliz, mama y yo estuvimos jugando y hablando acerca de muchas cosas, ha perdido todo su cabello, su boca siempre esta seca y su cara esta amarillenta, su mirada caída se ve triste. Me dio un gran lección que en mi escuela jamás había aprendido, ahí no se habla sobre eso, me dijo que en este mundo solo hay dos tipos de personas; las buenas que hacen cosas buenas y las malas que hacen cosas malas, que hay diferencias, pero por dentro todos somos iguales; amamos, sentimos, lloramos, pensamos, simplemente que somos libres, y eso, eso no tiene precio.”

Aquella luna en esa noche transparente, brillaba más que nunca, la misión que se le había asignado a Eder por parte de su madre había sido comprendida a tan temprana edad, y asimilada con una madurez que pocos llegamos a tener durante una larga vida. El clima ya pintaba diferente, seguían las lluvias, pero el viento hablaba por sí solo, como si quisiera revelar sus secretos, silbaba entre el pueblo, y los árboles se movían en la misma dirección, anunciando el final de un ciclo más del año, así es, el verano se despedía.

04 de octubre

Cada día intento hablar al viento, pero solo se lleva mis palabras. Todo va de mal en peor, mama ha estado tosiendo más de lo normal, ha adelgazado mucho, además tiene un color extraño, casi gris. Hay días completos que se la pasa dormida y sin ganas de comer. Como quisiera poder levantarla y que pintáramos de colores el cielo, abrir la puerta y ver el sol sin que lo apague el dolor, asesinar este miedo que trata de vencerme, ¡si solo tengo siete años!

Recuerdos… son como estrellas, siempre con nosotros, día y noche, esperando con paciencia su próxima aparición. En la mente de un niño, los recuerdos se convierten en parte importante de su vida, y es aquí en donde Eder se alimenta, de esos grandes momentos que ha pasado en su corta vida.

El eco del aullido quejumbroso de un lobo solitario, en medio de las densas nieblas hace que se estremezca el cuerpecito del niño, el invierno se encuentra de nuevo por este campo y trajo consigo demasiados sucesos. Eder como siempre sentado bajo el árbol, ahora con un cuadro de madera que carga en su mano derecha. Era un retrato de su madre. Se llevó la fotografía a los labios y beso el cristal una y otra vez, enseguida comenzó a escribir:

27 de noviembre

“Mama ha muerto. No había tenido el valor para escribir hasta ahora, fue la tarde del 26 de octubre, simplemente se quedó dormida, ya no despertó. Hoy es mi cumpleaños, no sé si sentirme bien o no, pero mama habría estado feliz por mí, sé que desde donde este, ella cuida de mí, desde aquella estrella brillante y cercana, siempre me bendice.”

Al terminar de escribir esas pocas palabras el niño comenzó a tararear la tonada de una canción de cuna que su madre solía cantarle cuando era más pequeño. Luego cerro los ojos… y mientras la melancólica tonada de la canción de cuna seguía flotando hacia el firmamento a través de los campos vibrantes, los pensamientos de Eder retrocedieron en el tiempo, hasta los sucesos que ya habían dado alguna forma a su vida y que en un futuro acabarían por sellar su destino, en una forma que él no podía prever al estar sentado ahí cantando en la dirección del cielo.

De pronto y sin explicación alguna, después de terminar la canción, algo extraño acontecía. Desde el cielo una luz que se movía, vibrante y veloz, se acercaba rápidamente hacia la tierra. Asustado y sorprendido Eder se escondió detrás del enorme tronco del árbol y se dispuso a esperar. Sigilosamente llego la enorme luz a posarse sobre el Lago, era esa estrella blanca que irradiaba cada noche en el corazón puro de ese pobre niño solitario. Sin pensarlo, Eder salió de su escondite y se dirigió a ver semejante hazaña. La tocó sin dudarlo, había cumplido su sueño, el de tocar una estrella, sentía como si al abrir sus brazos, todas las estrellas llegarían a sus manos, era el inicio de un nuevo comienzo.

Pero esa estrella no era una coincidencia, sino que llevaba consigo un mensaje celestial muy importante, con una voz muy dulce y armoniosa, la estrella dijo:

“-Mi niño: hoy he venido a aconsejarte, siempre he estado contigo, te he visto desde allá arriba, cada persona tiene una estrella que lo protege y aconseja en silencio, tu estrella soy y seré siempre yo, y ahora tu madre que es una de nosotras. Pero en especial he venido hacia ti para darte el mensaje que pondrá sentido a tu vida, ya que has pasado por cosas no muy buenas, y que hoy te serán recompensadas, -pon mucha atención al mensaje- dijo-.”

-A la gente de este planeta se le ha dado un poder especial… la facultad de elegir. Solamente aquí por muy desesperada que sea una situación, ustedes son capaces de gobernar su propio destino mediante las decisiones que toman. Se les permite pensar en lo que quieran, decir lo que les parezca, ponerse lo que más les guste, comer lo que prefieran… incluso trabajar o jugar, según les plazca. Tienen libertad de ser amables u odiosos, valientes o cobardes, ricos o pobres, perezosos o trabajadores, pecadores o santos… y desde luego, de sufrir las consecuencias o recibir el premio a sus acciones. Todo… todo está en sus manos, gracias al don de elegir que han recibido al nacer-

-Esta es la segunda vez que bajo a la tierra para cumplir una misión, la primera fue hace muchos años en un humilde pueblo llamado Belén, al nacimiento de un bebe que habría de cambiar la humanidad, así tú Eder, estas destinado para hacer cosas muy grandes, tu destino está más allá de este pueblo, más allá de este lago, más allá de las estrellas, solo… sueña… imagina… crea… ¡VUELA!-.

Desde esa mágica aparición, Eder cambio su vida; su destino. Siguió llenando cientos de páginas en su diario y así logro terminar su carrera. Pasaron 17 años rápidamente. Hoy en día, ese niño frágil y soñador se convirtió en un hombre sabio y culto. Ahora firma como el Dr. Eder Rodríguez Arango. Con una frase que dice: “Aquí y en las estrellas ¡LIBRE SOY!... “.

FIN.

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