“ALTERACIONES FISIOPATOLÓGICAS ASOCIADAS AL EMBARAZO”
Enviado por Sandra75 • 6 de Febrero de 2018 • 5.176 Palabras (21 Páginas) • 331 Visitas
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Durante cada mes del ciclo sexual femenino ocurre un aumento y una disminución cíclicos tanto de FSH como de LH. Tanto la FSH y LH estimulan a sus células efectoras en los ovarios, combinándose con receptores altamente específicos de las membranas efectoras ováricas. Los receptores activados, a su vez, fomentan tanto el ritmo de secreción como el crecimiento y proliferación de las células. Casi todos estos efectos estimuladores se deben a la activación del sistema de segundo mensajero del mono fosfato de adenosina cíclico en el citoplasma celular, que promueve la formación de protein cinasa y múltiples fosforilaciones de enzimas esenciales que inducen la síntesis de hormonas sexuales.
Fase folicular del ciclo ovárico
Durante unos pocos días al comienzo de cada ciclo sexual mensual femenino, las concentraciones de FSH y LH secretadas en la adenohipofisis experimenta un aumento ligero o moderado; el ascenso de FSH es algo mayor y precede en unos días al de LH. Estas hormonas sobre todo la FSH, inducen el crecimiento acelerado de 6 a 12 folículos primarios cada mes. El efecto inicial es la proliferación rápida de las células de la granulosa con lo que las capas de dichas células se multiplican. Además, las células fusiformes derivadas del intersticio ovárico, se agrupan formando varias capas por fuera de las células de la granulosa, dando origen a una segunda más de células denominada teca. Esta se divide en dos capas. En la teca interna, las células adoptan características epiteliales similares a las de la célula de la granulosa y desarrollan la capacidad de secretar hormonas sexuales esteroides adicionales (estrógeno y progesterona). La capa externa, o teca externa es una capsula de tejido conjuntivo muy vascularizada que reviste al folículo en desarrollo.
Tras la fase proliferativa inicial de crecimiento que dura unos días, la masa de células de la granulosa secreta un líquido folicular que contiene una elevada concentración de estrógenos. La acumulación de este líquido hace que aparezca una cavidad o antro dentro de las células de la granulosa.
El crecimiento inicial del folículo primario hasta la etapa antral depende sobre todo de la FSH sola. Después se produce un crecimiento muy acelerado que forma folículos mucho más grandes denominados folículos vesiculares. Este crecimiento acelerado se debe a:
1) Se secretan estrógenos al interior del folículo, lo que hace que las células de la granulosa formen cantidades crecientes de receptores de FSH y produce un efecto de retroalimentación positiva, haciendo que las células de la granulosa sean incluso más sensibles a la FSH.
2) La FSH hipofisaria y los estrógenos se asocian para estimular también a los receptores de LH, además de por la FSH e induciendo un rápido incremento de la secreción folicular.
3) La cantidad creciente de estrógenos del folículo, más el aumento de la LH hipofisaria, actúan para inducir la proliferación de las células tecales del folículo y promover su secreción.
Cuerpo amarillo: fase > del ciclo ovárico
Durante las primeras horas tras la expulsión del ovulo del folículo, las células de la granulosa y de la teca interna que quedan se convierten con rapidez en células luteínicas. Aumenta dos veces o más de diámetro y se llenan de inclusiones lipidicas que le dan un aspecto amarillento.
Este proceso recibe el nombre de luteinizacion y el conjunto de la masa de células se denomina cuerpo lúteo.
Las células de la granulosa del cuerpo lúteo desarrollan un extenso retículo endoplasmico liso que forma grandes cantidades de las hormonas sexuales femeninas progesterona y estrógeno sobre todo la progesterona.
La transformación de las células de la granulosa y de la teca interna en células luteínicas depende de manera primordial de la LH secretada por la adenohipofisis. La luteinización también depende de la expulsión del óvulo del folículo.
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Ciclo endometrial
Fase proliferativa
Al comienzo de cada ciclo mensual, la mayor parte del endometrio se descama con la menstruación. Luego de esta, solo persiste una fina capa de estroma endometrial y las únicas células epiteliales presentes son las localizadas en las porciones profundas de las glándulas y criptas del endometrio. Bajo la influencia de los estrógenos, secretados en cantidades crecientes por el ovario durante la primera fase del ciclo mensual ovárico, las células del estroma y las células epiteliales proliferan con rapidez. La superficie endometrial se reepiteliza entre 4 y 7 días tras el comienzo de la menstruación.
Después, durante la semana y media siguiente, es decir antes de que se produzca la ovulación, el endometrio aumenta mucho de espesor, debido al creciente número de células del estroma y al crecimiento progresivo de las glándulas endometriales y de nuevos vasos sanguíneos en el interior del endometrio. En el momento de la ovulación, el endometrio tiene unos 3 a 5 milímetros de grosor.
Fase secretora
Durante la mayor parte de la última mitad del ciclo mensual, después de producida la ovulación, el cuerpo lúteo secreta grandes cantidades de progesterona y estrógenos. Los estrógenos producen una ligera proliferación adicional del endometrio en esta fase del ciclo, mientras la progesterona provoca una notable tumefacción y el desarrollo secretor del endometrio.
Las glándulas se vuelven más tortuosas; en las células del epitelio glandular se acumula un exceso de sustancias secretoras. También aumentan el citoplasma de las células del estroma y los depósitos de lípidos y glucógeno en las células del estroma, mientras el aporte sanguíneo al endometrio sigue incrementándose de forma proporcional al desarrollo de la actividad secretora, a medida que los vasos sanguíneos se van haciendo más tortuosos. En el momento culminante de la fase secretora, alrededor de una semana después de la ovulación, el endometrio tiene un espesor de 5 a 6 milímetros.
El objetivo general de todas estas modificaciones endometriales es producir un endometrio muy secretor que contenga grandes cantidades de nutrientes almacenados, capaz de ofrecer unas condiciones adecuadas para la implantación de un óvulo fecundado durante la última fase del ciclo menstrual.[pic 3]
La fecundación del óvulo suele producirse en la ampolla
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