ANAFILAXIA - SINTESIS
Enviado por Rebecca • 11 de Noviembre de 2018 • 1.757 Palabras (8 Páginas) • 279 Visitas
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- Interrumpir la administración del fármaco sospechoso, en caso de que sea debido a esta causa.
- Pedir ayuda.
- Comprobar la permeabilidad de la vía aérea, administrar oxígeno al 100% mediante mascarilla con reservorio. En caso necesario, asegurar la vía aérea mediante intubación orotraqueal o traqueostomía según la gravedad (edema laríngeo, shock).
- Comprobar el nivel de conciencia.
- Posición de Trendelemburg y relleno vascular rápido con cristaloides y coloides (1-2 litros en infusión rápida) si existe hipotensión y el paciente lo tolera.
- Monitorizar las constantes vitales: tensión arterial, frecuencia cardiaca, frecuencia respiratoria, etc.
- En caso de anafilaxia por inyección de antígeno (picadura de abeja o de avispa) se debe hacer un torniquete proximal al lugar de la inyección y aflojarlo cada diez minutos.
- Canalizar una vía venosa periférica.
- Sondaje vesical con medición de la diuresis en caso de shock.
- Adrenalina 1/1.000 subcutánea o intramuscular, 0,3-0,5 ml en adultos y 0,01 ml/kg en niños, pudiéndose repetir la dosis cada 15-20 min, hasta un total de 2-3 dosis. Como contraindicaciones relativas a este tratamiento se encuentra la hipertensión arterial grave, el hipertiroidismo mal controlado y la cardiopatía isquémica.
- Antihistamínicos H1, como dexclorferinamina (Polaramine ®) 5-10 mg, por vía intramuscular o intravenosa, lento cada 8 h, asociados a H2 como la ranitidina a dosis de 50 mg/8 h, por vía intravenosa.
- Corticoides: es de elección la hidrocortisona (Actocortina ®) por ser el de acción más rápida, 7-10 mg/kg. Puede usarse también metilprednisolona (Urbasón ®) a dosis de 80-120 mg, por vía intravenosa.
- Broncodilatadores: salbutamol 0,5-1 cc en 5 cc SF/4 h, nebulizado o 0,25-0,5, subcutáneo cada 30 min. Si éste no es eficaz puede usarse teofilina a dosis de ataque de 5 mg/kg de peso ideal. Esta dosis de teofilina debe reducirse si el paciente ha ingerido teofilinas en las últimas 24 h, en los mayores de 60 años o en pacientes diagnosticados de insuficiencia cardiaca congestiva (3 mg/kg peso ideal).
- Glucagón: se utiliza en pacientes que están en tratamiento con betabloqueantes o en aquellos en quienes la adrenalina está contraindicada. Se administrará 1 mg en bolo intravenoso, que puede repetirse cada cinco minutos si es necesario. En casos de hipotensión refractaria debida a los betabloqueantes se administrará perfusión continua de glucagón a dosis de 5-15 µg/min.
- Vasopresores: están indicados si el resto de medidas son inefectivas y la hipotensión es severa.
CONSIDERACIONES PARA LAS ENFERMERAS
- Será muy importante interrogar siempre al paciente sobre reacciones alérgicas medicamentosas o de cualquier otro tipo que haya experimentado en el pasado antes de administrar cualquier fármaco y en caso de atención urgente con la sintomatología descrita. En caso de no poder interrogarle, se consultará su historia clínica.
- Administrar siempre los fármacos que tengan menor riesgo de producir una reacción anafiláctica.
- Siempre que se administre un fármaco, sobre todo si no se había administrado antes en el paciente, hay que hacerlo despacio y vigilando la posible aparición de una reacción alérgica a él. Si esta reacción se produjera, debería suspenderse rápidamente la administración del fármaco y pedir ayuda rápidamente.
- Será importante tener en cuenta que cualquier fármaco puede ocasionar anafilaxia.
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Cómo citar:
Adan Valero MP, Paniagua Montes MA. Anafilaxia. En: Cruz Acquaroni MM, Gonzalez Gomez IC. Compendio DAE de Patologias. Coleccion De la A a la Z. 2ª ed. Madrid: Difusion Avances de Enfermeria (DAE); 2009. p. 48-50.
Osteoporosis
La osteoporosis (OTP) es una enfermedad esquelética generalizada que se caracteriza por una disminución de la masa ósea y el deterioro de la microestructura del hueso, que aumenta la fragilidad ósea y la consiguiente vulnerabilidad a las fracturas por traumatismos mínimos. Debido a este compromiso de la resistencia ósea no solamente es un trastorno cuantitativo, sino también cualitativo (Ver Imagen 1).
Es una enfermedad cada vez más común debido a la mayor expectativa de vida. Afecta al 3,6% de la población mayor de veinte años y en mayor medida a la mujer. En España afecta a 3,5 millones de personas, aproximadamente, y es causa de unas 100.000 fracturas anuales, por lo que supone un importante problema de salud pública.
Su diagnóstico se realiza en base a la densidad mineral ósea (DMO) medida por DXA, siguiendo las recomendaciones del comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (Ver Tabla 1).
Fisiopatología
El hueso es el principal componente del esqueleto adulto que cumple varias funciones específicas, como el apoyo estructural, el movimiento, la protección de órganos vitales, y constituye un gran reservorio de iones de calcio, que se liberan de forma controlada. Está formado por un tejido conjuntivo especializado muy activo en el proceso del remodelado óseo, que se hace de forma continua y equilibrada. Se lleva a cabo por los osteoclastos, células multinucleadas que se disponen a lo largo del tejido óseo provocando una acidificación que degrada la matriz ósea y produce la resorción ósea (el tiempo de resorción es de unas tres semanas). Los osteoblastos son células ricas en fosfatasa alcalina ósea que sintetizan la matriz orgánica y controlan el depósito de sales minerales participando así en la formación del nuevo hueso (el tiempo de formación tarda unos tres meses). Este proceso, a su vez, está regulado por los osteocitos (Ver Imagen 2).
El desequilibrio del remodelado óseo va a condicionar un aumento de la fragilidad y el riesgo de fractura ósea. En la infancia y pubertad el incremento de masa ósea está asociado al aumento de hormonas sexuales y el cierre de los cartílagos de crecimiento, dando lugar al pico de masa ósea, que se obtiene entre los 20 y 30 años de edad. Esto condiciona la masa ósea de una persona en edad adulta.
Miguel J. Garcia Muñoz
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