ANÁLISIS: UNA VERDAD INCÓMODA

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de una forma más económica que las energías no renovables. Todo progreso lleva consigo el incremento del mercado mundial, los países que se están desarrollando necesitan aumentar su capital exportando sus productos a otros países fuera de sus fronteras teniendo estos que cumplir unos niveles de calidad que conllevan, también, tecnologías más modernas y menos contaminantes.

Las naciones que se están preocupando por el medio ambiente, por el mundo en el que vivimos, no van a invertir en empresas pertenecientes a países que se están desarrollando económicamente y que no respeten unas normas medioambientales. De esta manera, se podría llegar a concienciar a los países en vías de desarrollo sensibilizando a los consumidores de países ya desarrollados a demandar productos o bienes ecológicos y respetosos con la naturaleza.

Opinión personal

“Una verdad incómoda” resume durante hora y media los grandes problemas medioambientales con los que estamos conviviendo en el presente, por lo que creo que, como tantos otros documentales que tratan estas temáticas, intentan concienciar a la población sobre los daños que podemos sufrir si no conseguimos minimizar nuestro impacto en la naturaleza. Para concienciar a la población, el documental muestra las consecuencias fatales de las acciones humanas, las secuelas de los graves daños causados por los cambios meteorológicos que terminan afectando en mayor medida a los seres humanos por lo que pienso que, sobre todo, intenta transmitir a la humanidad la situación a la que podemos llegar haciendo hincapié, como cualquier film estadounidense, en su propio país, en la grave acción que EEUU está desarrollando en todo el planeta.

Al Gore es el narrador, la persona que enfatiza sobre lo que más puede preocupar a los habitantes de nuestro planeta. Llegados a este punto, me parece correcto que por fin, un político haya hablado sin tapujos de temas medioambientales, ya que quizás a dado un empujón a la conservación de la medio y los recursos haciendo llegar sus ideas a países que no se han preocupado por la situación que atravesamos. El documental Una verdad incómoda, en muchos casos, ha sido la única “cultura” o “conocimiento”, las únicas luces proyectadas sobre la conciencia de los ciudadanos que no están día a día pendientes de estos temas. Sin embargo, durante la película, enlaza unos argumentos con otros, dejando vislumbrar su vida política y rasgos de la personal; quizás, ya que ha podido hacer un film centrado en unos de los temas que rige su vida, ha aprovechado para hacer, de algún modo, campaña a su favor. Esta es la idea que a mí me transmitió porque no creo que tenga nada que ver el cambio climático y los efectos devastadores de éste con el fallecimiento de su hijo a la edad de seis años o con su niñez en una granja familiar.

A pesar de dedicar más de media hora a su vida, en los dos tercios restantes del documental, no nombra algunos sucesos meteorológicos que, en algunas ocasiones, afectan a los cambios meteorológicos y los fuertes efectos que producen tifones, huracanes… como es el caso por ejemplo del fenómeno del Niño que, a grandes rasgos, cambia el movimiento de las corrientes marinas y por lo tanto la posición de las corrientes frías y cálidas. Sin embargo, un aspecto positivo del documental es la parte científica que demuestra con las tablas, datos e imágenes que manifiestan el aumento de CO2 en la atmósfera, la disminución de los casquetes polares…

Por otro lado, Al Gore ha recibido duras críticas respecto a su forma de vida, ya que precisamente no vive de la manera que predica. Según los datos que he encontrado, el domicilio de Al Gore tiene cerca de 930 metros cuadrados, una residencia por encima de la media, teniendo que hacer elevados gastos de energía para poder mantener una casa con 20 dormitorio. Aunque sea criticado por esto, y yo esté de acuerdo con la idea de que su forma de vida debería asemejarse más al tipo de vida que tanto instruye, Al Gore ha invertido una gran suma del dinero que ha ganado como conferenciante en proyectos solares y eólicos que disminuirían el consumo de energía en el mundo.

Para terminar, me gustaría decir que Una verdad incómoda es una película recomendable siempre y cuando no se quede sólo en eso, sino que las personas que la vean intenten seguir una base científica y contrasten ellos mismos esa verdad que se trata en la película sacando sus propias conclusiones.