Adiciones al decreto de la ética profesional de los economistas

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El papel de los economistas tiene a su cargo el deber de trabajar por políticas que traigan desarrollo no para unos cuantos, sino para todos. Cuando un economista antepone su interés personal para conseguir dinero o apoyar a unos cuantos, claramente está atentando y actuando en contra de los hijos de la patria por la que trabaja.

La labor del economista está ligada al desarrollo de un país, de allí la importancia de que se acompañe de los valores como la alteridad, pues debe entender que no está solo en este mundo y todo lo que haga puede afectar a los demás. Debe tener presente el valor de la justica y que en una Nación los que importan no son solo él y los que tienen el poder, sino también aquellos que a pesar de estar representados por unas instituciones y personas no son tenidos en cuenta.

Considero que el economista tiene la facultad de impactar de forma positiva a las personas y enfocarlos en trabajar por conseguir los objetivos comunes y a su vez los intereses individuales de cada cual.

Los economistas se preparan en la Universidad y en el ámbito académico para planificar la mejor manera de llevar a cabo proyectos que tengan una fuerte incidencia en la sociedad, conocen la manera de optimizar sus metas, saben desarrollar la forma de llevar a cabo los proyectos y objetivos que se plantean, saben proyectar a cuánto tiempo puede conseguirlos, pueden generar impacto cuando se lo proponen.

Hoy en día se necesitan economistas apasionados por su carrera, con vocación de servicio y con valores para buscar el bienestar de la sociedad. Se necesita humanos conscientes de que lo que hagan puede tener incidencia en los demás, pero en especial, personas que quieran trabajar por los demás, por hacer, por el bien de los otros.