El Profesional Reflexivo (D.A. Schön)

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pueden estar operando de forma más o menos tácita, es decir, casi espontánea. Debo tener en cuenta que mis acciones deben de ser con tacto, es decir, hacer uso de la sensibilidad de saber actuar con eficacia ante las situaciones que ocurren en el aula, a establecer un clima de aprendizaje adecuado para sus alumnos, de identificar las características de cada niño; así como ser capaz de mostrar seguridad, confianza, comprensión entre otros aspectos.

El último es la reflexión que el profesional hace sobre el proceso de la acción aquí surgen preguntas como ¿qué es lo que debería haber hecho?, en este sentido, el conocimiento aparece como un instrumento de evaluación, análisis, reconocimiento y reconstrucción de la intervención pasada, en relación con el contexto y la situación. Esto también se puede conversar con otras personas haciendo reflexión sobre dicha experiencia, dándome la oportunidad de darme cuenta de la importancia de estas experiencias como profesional.

Finalmente “en todo caso hay que apuntar que estos tres componentes del pensamiento práctico no deben ser entendidos como elementos independientes entre sí, sino que, bien al contrario, se necesitan mutuamente para garantizar una intervención práctica racional” (Domingo, S. F.). Es decir, estos tres elementos no pueden realizarse de forma individual y sin ninguna conexión entre sí, ya que todos son necesarios para garantizar con plenitud la reflexión.

A partir de las ideas expuestas puedo concluir que la figura de practicante reflexivo se impone cada vez con más fuerza en nuestra sociedad. Por este motivo es importante recuperar la razón práctica, es decir, los saberes de la experiencia basada en un diálogo con lo real y la reflexión en la acción y sobre la acción.

Todos los docentes deben ser capaces de poder alcanzar la practica reflexiva, ya que les permitirá asociar la teoría a la práctica. Cuando el maestro reflexiona se pregunta qué hace bien y qué puede hacer mejor y por qué. Es ahí donde al reflexionar sobre su práctica aprende de ella y en consecuencia la refuerza.

Los profesores tienen la capacidad de reflexionar a través de la observación de los alumnos, hacer eficaz la enseñanza (su propia práctica docente, hacer los ajustes pertinentes y de ser necesario reorientarla), convirtiéndose en una acción permanente encaminada a mejorar mediante diversas metodologías y estrategias el aprendizaje de los alumnos. Por lo que un verdadero educador profesional debe tener muy clara la importancia de la pedagogía, la perseverancia, de la diferencia que él, como educador reflexivo, puede hacer en la vida de un educando.

Referencia:

Domingo, R., Á., (S/F). El Profesional Reflexivo (D.A. Schön). Descripción de las tres fases del pensamiento práctico. (1-5). Disponible en: http://www.practicareflexiva.pro/docs/D.SCHON_FUNDAMENTOS.pdf