Amor infiel

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Durante el camino a casa Amelia le comenta lo sucedido a su madre Elena. Alejandro, que iba en la parte trasera del auto escucho cuando su hermana Amelia le comento a su madre Elena que Alfredo no la podría apoyar con los gastos de su carrera de Psicología.

Al llegar a casa, Alejandro se siente decidido a encontrar un trabajo para ayudar a pagar la carrera de su hermana Amelia. Después de unos días Alejandro consigue un trabajo estable de mesero en un restaurante. El sueldo no era muy bueno pero le bastaría para ayudar con los gastos para la carrera de su hermana Amelia.

Por otro lado Bertha Esquivel y su hijo Alberto continuaron su vida normal junto a Alfredo llevándolo cada 10 días al hospital para que le aplicaran el tratamiento debido.

Alfredo siguió visitando a su ex esposa para ver a sus hijos y se sintieran igual de amados como lo hacían cuando eran un matrimonio él y Elena.

A Bertha no le molestaba que Alfredo siguiera visitando a su ex esposa y a sus hijos pues ella no era una mujer celosa y comprendía que sus hijos necesitarían de él. A Alberto mucho menos no le importaba que viera a sus hijos pues este no sentía odio alguno hacia ellos.

Después de dos años de seguir repitiendo la rutina, Amelia logra graduarse de su carrera de Psicología. Alfredo se sentía muy orgulloso de ella pues ya tenía a una Psicóloga muy buena dentro de la familia.

Alejandro, después de que su hermana termino la carrera, decidió renunciar a su trabajo, pues él no se sentía cómodo trabajando ahí porque él quería ser mucho más que solo un mesero. Y gracias a las ganas de ser alguien en la vida y ese entusiasmo que tenia de hacer las cosas logra ser contratado como gerente de una compañía muy importante reconocida en todo el mundo.

Después de esto, tiempo después un día la ex esposa de Alfredo, Elena López recibe estando en su casa con sus dos hijos Alejandro y Amelia, recibe una llamada de Bertha la actual esposa de Alfredo.

Elena, confundida por la llamada, decide contestar para ver que ocurría. Al contestar Bertha le dice:

- Elena, Alfredo se puso muy mal, está en el hospital y está muy grave.

Elena, asustada, decide dirigirse al hospital con sus dos hijos para ver el estado el Alfredo. Al entrar al hospital, nuevamente coinciden estas dos familias, pero en esta ocasión el ambiente se sentía muy apagado, silencioso, se sentía muy tétrico.

Las dos familias se dirigen hacia la sala de espera para obtener noticias de Alfredo.

Durante la espera, Elena con una voz quebradiza le pregunta a Bertha:

-¿Qué ocurrió?

Bertha llorando le contesta:

-Fuimos a cenar, al terminar íbamos camino a casa y de la nada Alfredo se comenzó a sentir mal, fue ahí cuando no tuvo más conocimiento de sí mismo pues se desmayó.

Esto era algo grandioso. Pues las dos familias ya no discutían ni peleaban, lo malo es que tuvo que pasar esto para que se pudieran llevar bien.

Después de una hora de angustia, reciben la terrible noticia de que Alfredo había muerto.

Las dos familias destrozadas por la terrible noticia, y consolándose una con otra comprenden que no tenía cazo discutir cuando pudieron haber vivido en paz. Por desgracia tuvo que morir Alfredo para que hicieran conciencia.