Análisis Centro - Periferia del Estado de Hidalgo

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El Gral. Ávila Camacho junto a los 5 integrantes del grupo “El Círculo negro” compagina para que entrara en vigor la “Real Constitución Política del Estado Mexicano”, la cual se integra por 11 artículos y señala con claridad que el Estado Mexicano es una monarquía absoluta compuesta por tres instituciones reales: El monarca, el Círculo negro y el partido; disposición total del monarca sobre la vida y propiedad de los habitantes, permanencia de los miembros del círculo negro, control del partido para con la sociedad, etc. Esta Constitución la promulgaron el 1 de enero de 1946 y que sellaron con su propia sangre los seis intervinientes. Bajo la condición que el Monarca no pueda extender más allá de seis años su cargo o será acreedor a un decreto de pena de muerte, por parte del círculo negro. Ahora bien, una vez que el monarca elige libremente a su sucesor, los miembros del círculo eligen sus puestos a ocupar en la Administración Pública. Por último el sexto ejemplar de la Constitución debía ser transferido de Monarca a Monarca, empero el confesor arguye que algún presidente lo extravió o lo hizo perdedizo. Los otros cinco fueron sepultados con sus amos.

Reincidiendo y/o retomando en que la democracia no existe o por lo menos esos años hubo mayor farsa, ya que era más fácil oprimir a la población o llevar a cabo injusticias electorales y sociales, vienen a la mente ejemplos del cinismo e insensibilidad cometidos por ejemplo las matanzas: Tanto la del 7 de julio de 1952 al hacer trampa para ganar la elección Adolfo Ruiz Cortinez, como la del 2 de octubre de 1968 en Tlatelolco con Gustavo Díaz Ordaz y la del jueves de corpus con el Secretario de Gobernación de Díaz Ordaz, Luis Echeverría Álvarez quien era un demente y prominente asesino. En cuanto a inexistencia democrática el anciano confesor aduce por ejemplo, que semanas previas a la elección de Ruiz Cortínez, se designaron los porcentajes de las elecciones, o cuando el Círculo Negro hegemonizó varios partidos en coalición al PRI y a sus oposiciones les prohibió contender en la elección de José López Portillo y Pacheco, ante esta elección dicen los priistas: “Competimos contra nuestra propia sombra” y enseguida ríen.

Cuando sale López Portillo la crisis económica se detonó, si bien ya había iniciado el declive del PRI con la matanza de 1968 y de la cual asegura el vetusto confesor, Díaz Ordaz había sido un gran monarca, un monarca absoluto. Echeverría echo al hoyo a su partido, López Portillo y Pacheco hizo caer en crisis al país tras en un principio haber conmovido a la nación cuando llorase en la tribuna de la Cámara de Diputados. Llega entonces Miguel de la Madrid Hurtado “El sepultero del pri”, un magnífico economista que tenía como encomienda dar finiquito a las malas y anteriores consecuencias económicas; cabe señalar que para entonces el Círculo negro había reducido su número de integrantes puesto que habían perecido dos de sus pertenecientes, lógicamente no se informó a ningún ente público sobre estos hechos. Como se vio durante las sesiones de clase, un hecho es distinto a un acto.

El acto se provoca por voluntad del ser humano y el hecho solamente sucede, esto lo marca el confidente cuando enferma demasiado y se cancela la entrevista pactada para ese día; resaltando que en especial un político cree que es la razón y determinación de todas las cosas, en vista de ello un hecho fue que estaba muy decaído tal día y que cuando una persona muere como el que estaba en vísperas también es considerado como hecho.

El Licenciado de la Madrid comenzó bien sus labores pero después instrumentó una política copiada del modelo inglés y estadounidense, el neoliberalismo. A los miembros restantes del círculo negro no les parecía muy buena idea pero estaba en toda su facultad el monarca. Por desgracia, comenzó un periodo de gobierno desastroso con hechos como actos que perjudicaron la gestión del monarca en turno. La inflación cada día iba en aumento llegando a hiperinflaciones máximas, sofocándose la economía del país, más adelante el terremoto de 1985 cual destruyera la Ciudad de México, dejó quebrado al país y al gobierno. El círculo estaba en total desacuerdo de todas las peripecias pero no obstante, vísperas a la candidatura siguiente, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano pelea con don Fidel Velázquez y se separa del partido, pues Cárdenas intentaba reinstalar la política de su padre y al serle denegado; crea el Frente Nacional Democrático junto con sus seguidores y para 1988 se incorporan en un partido nuevo, creando así al Partido de la Revolución Democrática.

En dicha elección el licenciado de la Madrid intentaba postular a Manuel Camacho Solís, pero como le fue enviada una sorpresa decide como su sucesor a Carlos Salinas, en la cual el perredista salió triunfante, por marcada diferencia, seguido del panista Manuel Clouthier y el priismo cayendo al sótano. Por lo consiguiente, se cometió el más grande y descarado fraude electoral en la historia de México, una vez que se percataron que Salinas había perdido, se inventó que se había caído el sistema computacional, añadiéndosele además un fallo de energía eléctrica, para lo cual se había decretado a Carlos Salinas como vencedor. El anciano afirma que CSDG es uno de los seres más maquiavélicos y astutos de la política e historia de los monarcas. Poco a poco y siendo tan cauteloso para que los partícipes del círculo negro no se dieran cuenta, ya para entonces solo quedaban el viejo y Fidel Velázquez puesto que al iniciar Salinas su monarquía, el tercer miembro falleció. Carlos Salinas visualizó quienes eran los poderosos del partido, cerrando además certeros tratos con millonarios nacionales e internacionales siguiendo con la política de su predecesor, privatizando empresas paraestatales. Por lo que don Fidel se entrevistó con él, tras este hecho y el envío del líder petrolero “la quina” a prisión, haciéndolo pasar como culpable del asesinato de un Ministerio Público. En la interlocución, Salinas de Gortari argumentó que estaba en sus facultades haber hecho eso y comprometiéndose a no violar la Real Constitución.

Llegado el momento de que Salinas dispusiera de su elección a sucesor, engaño al círculo negro que ya solo se componía de don Fidel y el confidente, haciéndoles creer que quería a Manuel Camacho, pero ello implicaba la reelección y darle muerte, por tanto, el líder de las masas y político de mayor importancia en el país don Fidel, le denegó en toda respuesta esa candidatura, por lo que en su segunda intervención optó por Luis Donaldo Colosio Murrieta, idea aprobada por el círculo, pero no tuvieron tiempo de cantar victoria porque se desencadenó en enero