Análisis Jurídico a "El mercader de Venecia"

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el derecho de pedir, sin embargo, su pretensión resulta injusta por ser contraria al principio axiológico de proporcionalidad, que no es otra cosa sino que el resultado de la acción del Estado produzca una afectación razonable y no excesiva para el sujeto que será sancionado. Dicho lo anterior, Baltazar pronuncia sentencia en la que se condena a Antonio a pagar con una libra de su carne, no obstante, apegándose a la estricta interpretación de la ley y de lo establecido en el pagaré, le exige al hebreo cortar la carne de Antonio sin derramar una sola gota de sangre toda vez que ello no fue pactado. En tal virtud, Shylock opta por la suma de los seis mil ducados que le fueron ofrecidos, sin embargo, Baltazar le aclara que es imposible para el Tribunal sustituir el objeto de la sentencia, de tal forma que atendiendo a las estrictas leyes venecianas sólo puede cobrar la fianza que fue pactada, es decir, la libra de carne del pecho de Antonio, pero deberá hacerlo sin derramar una sola gota de sangre y ese pedazo de carne que corte no podrá ser mayor ni menor al peso exacto de una libra y si ese mandato es violado, entonces sus bienes le serán confiscados por el Estado de Venecia.

Shylock viéndose en el estado imposible de cobrar su garantía, decide retirarse del Tribunal, empero, Baltazar lo retiene y le señala que su pretensión real no era el cobro de la garantía pactada en el pagaré, sino atentar contra la vida de un ciudadano veneciano, en consecuencia, sus bienes le serían divididos para que una mitad enriquezca a las arcas del Estado y; la otra, pase a ser de Antonio. Por misericordia, el Dux le perdona la vida y Antonio solicita al Tribunal que se ordene a Shylock convertirse al Cristianismo, resolviendo el juicio en ese sentido. Al final, tanto la obsesiva pretensión de Shylock como la petición Antonio en la sentencia del Tribunal, devienen en legales pero no justas, pues ambas cosas superan por mucho los puntos litigiosos y el principio de proporcionalidad.