Autobiografía ludica.

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Pero no todo fue alegría y diversión en los juegos. Recuerdo que sentía un gran temor por el juego del gallito ciego. Sentía miedo al desplazarme con los ojos vendados, tenía miedo a tropezar, a caerme, sentía inseguridad y vergüenza. Este temor tenía que ver con lo que explicaba Huizinga, acerca de la tensión , producto de la incertidumbre que en cada persona moviliza aspectos profundos de su ser algunos juegos. El juego es tensión que se manifiesta en variadas conductas no placenteras. Pero aun así, la carga emocional que conlleva de darse cuenta de conductas propias no deseadas puede, con un proceso de elaboración posterior, ser evaluado como placer de descubrir.

Ya en la etapa escolar, a la edad de 7 años mis juegos dramáticos se veian influenciados cada vez mas por los medios masivos de comunicación. Jugaba con mis amigos a ser los Powers Rangers ,los súper héroes de 1994. A mi me gustaba siempre ser la “pink ranger” , imitaba todos sus movimientos y simbolizaba sus armas con unos platos de plástico imitando a su boomeran y unas ramas de árbol que simbolizaba los pequeños tridentes. También a los 11 jugaba a ser Sailor Moon, animé de chicas heroínas que salvaban al mundo de la malvada reina Morgana. Ya para ese entonces me disfrazaba con el atuendo que vendían en las jugueterías. A medida que iba creciendo los juegos fantasiosos se iban complejizando e intentaban ser los mas parecido posible al modelo a imitar. Los movimientos y diálogos intentaban ser cada vez mas parecidos al de los personajes.

Paralelamente con mis amigos del barrio jugábamos a juegos tradicionales como la escondida y a Cachura monta la burra, “rango” en su versión más contemporánea. Ya con reglas bien establecidas por nosotros y modificadas según la complejidad del juego, el que se equivocaba realizaba una prenda elegida por el resto del grupo, como en el caso de rango. En el juego de rango se ponían de manifiesto claramente las habilidades motrices y destrezas, ya que había que saltar alto por encima del otro jugador mientras este tenía[1] su espalda inclinada hacia adelante, sin tocarlo.

A la edad de 12 años comencé a asistir a instituciones no formales como las guías scouts. Allí comencé a relacionarme más con chicas de otros entornos ajenos al mio( otro barrio ,otras escuelas). Los juegos que jugábamos eran aún mas de carácter grupal, aprendíamos canciones nuevas íbamos de campamento, realizábamos sketchs teatrales, armábamos fogones etc… Los juegos eran cooperativos, grupales, y a veces competitivos como por ejemplo “ la búsqueda del tesoro” con linternas, donde por grupos teníamos que llegar acumular “insignias”. Fue una experiencia única e inolvidable.

Todos estos juegos mencionados constituyen lo que Vigotsky y Piaget denominan, el funcionamiento de estructuras mentales que en su desarrollo e interacción con el medio, permite la integración del individuo a este. Para Piaget el origen del juego se halla en lo afectivo y para Vigotsky el juego es el escenario en donde los niños reproducen y recrean los conocimientos que tienen del mundo que los rodea. Cabe destacar también que estos juegos no hubieran podido ser desarrollados, sin un “andamiaje” concepto que Bruner utiliza para denominar a la mediación que realiza el adulto para que el niño construya conocimiento. Los padres ,primos, hermanos mayores ,maestros etc, son el andamiaje primordial para el aprendizaje de estos juegos ,son esenciales para la construcción de la subjetividad y la autonomía del niño ,dejando de lado progresivamente la heteronomía y superando el egocentrismo de los primeros años de vida.

El juego es cultural, es innato en tanto que necesitamos de la socialización con los demás para aprender a jugar, está condicionado por el contexto en el que vivimos y según ello tomara distintas significaciones y modalidades. Es muy importante que la cultura sea rica en juego, ya que estos constituirán la mirada del mundo que lo contiene al mismo tiempo que construye el mundo. Permite indudablemente también la adquisición progresiva de valores y tradiciones y permite la resolución de problemas mediante los desafíos.(Ruth Harf)

Con este recorrido por mi infancia y esos maravillosas juegos y momentos vividos, y todo lo que implica y proporciona el juego al sujeto, concluyo en que como docente en formación tendría que proyectar mi mirada y mi que hacer docente, reconceptualizar el juego, y atribuirle el valor y el espacio que hoy por prejuicio y desconocimiento se le ha quitado al juego a nivel social,y específicamente en la educación.

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