CAMERALISMO UNA PRÁCTICA OLVIDADA

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Para von Stein, el estado consiste de dos componentes centrales que se deben complementar: la Constitución y la Administración -este último término en un sentido general. Así, por ejemplo, la libertad y bienestar que la constitución establece debe ser implementada también al nivel práctico por el brazo administrativo. Lo que significa que debe haber una "administración social" que permita a los individuos ejercer esos derechos y gozar en realidad de esas garantías que la constitución promete. "Para Stein, el Estado tiene que garantizar la libertad del individuo no solamente contra las amenazas de otros individuos o de los propios agentes públicos, sino también contra la arbitrariedad de los desarrollos socioeconómicos."[1] (A través de la historia el individuo es parte integrante de la sociedad, pero su análisis esta en determinar cuál es su relación para con el estado, claro está que las respuestas varían dependiendo del ángulo que se lo mire, es decir que depende de las diferentes teorías técnicas y científicas que se aplica a una materia, lo cual cada una determina su visión o finalidad frente a la persona en su individualidad, pero el problema que suscita mas discusiones es a los individuos en su conjunto, cuando se toman medidas que afecten sus derechos, ¿será que hay alguna reacción? Todo depende del momento y del espacio porque si esa sociedad está bien educada, bien preparada seguramente habrá una manifestación frente a las decisiones que se toman; muchos tenemos la convicción de que a las personas hay que educarlas bajo unos principios previos y para luego lanzarlos al mercado social, esto tan solo genera como consecuencia que hagamos política y nación de hechos históricos y que difícilmente quedara en la pasado; pero si analizamos a personajes ilustres que abrieron el camino, ellos de alguna manera buscaron realizar grandes cambios y lo lograron, claro está con consecuencias destrozas para la sociedad. Es triste que en tiempos actuales se quiera dividir los limites de las fronteras, que existe, pero que no debiera existir por ser una ficción dentro de la ley natural, esto refleja la necesidad y la justificación de separar las razas, entre estirpes, en oportunidades y mucho mas aberrante en utilidad; por eso se hace necesario brindarles los instrumentos necesarios para que se desenvuelvan en las disciplinas que le aporten a la sociedad, antes de lanzarlos al mercado absorbente del consumismo (capitalismo), que en el plano de lo legal se estaría violando el derecho a la igualdad. Es pertinente una formación interdisciplinar para hacer frente a los menesteres cotidianos y no ser una carga más para la sociedad; de otro lado encontramos a personas que por circunstancias físicas no pueden tener las oportunidades que una persona “normal” son ignorados por la sociedad y qué decir de aquellos idealistas que con sus discursos hacen temblar estados, en beneficio de los individuos y para los individuos, ¡eso es lo esperamos!).

Destacamos entre las obras hechas por ilustres cameralistas el testamento político de Luis Von Seckendorff del principado de Vor Osse, que en palabras de Omar Guerrero se explica así:

Su obra es, con mucho, un notable programa de fortalecimiento del Estado con sus más diversos aspectos, específicamente en lo material. Seckendorff se propuso exponer las condiciones que definen el bienestar del Estado, como base de la consecución de la felicidad de los súbditos. (Cursivas fuera del texto).

Se desprende de lo expuesto anteriormente que la felicidad del hombre y de la ciudadanía, pasa por tener salud, alimentación y comodidad, garantías sociales que suministra el Estado[2].

Estado de policía, es un tipo de Estado absolutista cuyo arreglo institucional tiene como base las relaciones entre el príncipe y los súbditos como relación de dominio. Estos vínculos de dominio, sin embargo, tienen la peculiaridad de descansar en una especie de contrato; cabe aquí recordar vagamente el contrato social que desarrollo Rousseau, puede ser este el más vivo ejemplo, en el cual los súbditos se comprometen a obedecer, en tanto que el príncipe lo hace para proveerles de prosperidad. La clave de la relación radica en que, para satisfacer las necesidades de la población, al príncipe se le ha dotado de atribuciones para realizar, sin límites, todo aquello necesario al respecto. Es decir el poder príncipe es ilimitado en este sentido, (es evidente que los regimen absolutistas de los principados en su momento de auge su finalidad era proveerles de bienestar a todos los súbditos, pero en la actualidad están en decadencia, las razones pueden estar ubicadas en intereses políticos, económicos, ideológicos y culturales, que terminan desgastando la sociedad y por supuesto a países vecinos, que encuentran las justificaciones necesarias de implantar la democracia para constituir el tan anhelado estado de derecho, pero la pregunta que suscita mayor problema es ¿Cuánto tiempo debemos esperar para que la población que ha vivido en regímenes absolutistas lleguen a una verdadera democracia ? ya que nosotros pensamos que estas personas han vivido por siglos bajo el dominio principesco y de un momento a otro hablarles de democracia es un cambio trascendental para su cultura, que por mucho que discutamos y analizamos ellos van a sentir un vacío de poder, claro está, que no todos en el conglomerado social tienen los mismos lineamiento políticos e ideológicos, ya habrá otros que dirán que es necesario acabar con ese poder absoluto y otros no. Claro ejemplo el de Colombia que en su momento en la historia, cuando nos independizamos del dominio español no sabíamos qué hacer cuando quedamos “libres” por eso en una etapa de las memorias pasadas se le denomino la patria “Boba”; no todos estamos preparados para asimilar nuevos estilos de vida. Siempre el cambio se da pero para unos pocos, que son los detentadores del poder y manipulan a diario a la sociedad con sus discursos de cambio… ¿será que hay cambio? el modelo esta allí, solo toca ponerlo en práctica).

Para realizar sus cometidos, el príncipe cuenta con la administración pública, cuya actividad consiste en conformar el todo social sujeto al principado. Esta actividad organizadora es la policía.

Paralelamente, la organización medular de la administración pública radica en una antigua institución medieval, la Cámara, revolucionada por el absolutismo para atender las nuevas tareas del Estado. La Cámara es, entonces, la organización nuclear del Estado que activa a la policía para administrar a la sociedad y producir el bienestar de los súbditos (esta forma organizativa del absolutismo radicada en cabeza de la cámara, constituida para cumplir funciones especificas del estado, rodeada por