Comparación ente independencias.

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Por esta razón, en el 2008 el Parlamento de Kosovo declaró la independencia, pero los serbios dudaban de la legalidad de esta independencia, por tanto el gobierno serbio pidió una opinión consultiva a la Corte Internacional de Justicia y ésta dictaminó que la declaración efectuada por Kosovo no violaba el derecho Internacional ni la resolución 1244.

En mi opinión, las razones que tiene Cataluña para solicitar la independencia no se pueden ni acercar a las que tenía Kosovo. En lo único que se parecen es en la intención nacionalista de ambas zonas. Cataluña forma parte del estado español desde hace muchísimos años. De ninguna manera los catalanes se pueden sentir presionados o marginados tal y como se sentían los kosovares en Serbia. No existe en España un Milosevic, acusado de crímenes de guerra contra la humanidad y genocidios, que haya actuado contra la población catalana y que sirva de excusa para la intervención de potencias extranjeras.

De todos modos, la independencia de Kosovo en planos económicos no ha sido nada positiva ya que tras 5 años de independencia no ha sido reconocido por la ONU y solo lo han reconocido 98 de 193 países. Tiene una renta per capita en torno a los 1500€ (la de Cataluña es de 27.400 €) y un paro del 40-50%.

Sí que es cierto que en el caso de que Cataluña se independizara nunca se llegaría a estos extremos que sufre Kosovo ya que el territorio aún español cuenta con una buena industria y “buena economía” pero al más corto plazo sufriría mucho sobre todo por los problemas derivados del euro, ya respecto a la Unión Europea, Cataluña no tendría asegurado formar parte de ella en el caso de que se lograra la independencia. Muchos expertos defienden que ni a España ni a Cataluña ni a Europa les favorecería esta secesión.

- COMPARACIÓN CATALUÑA-QUEBEC

El proceso seguido en Québec fue muy interesante. Las reivindicaciones nacionalistas quebequenses comienzan en 1759 cuando los ingleses expulsan a la corona francesa de América del Norte.

Sin embargo, no es hasta mediados de 1960 cuando resurgen las reivindicaciones nacionalistas más serias que finalmente culminan en dos referéndum que proponían una fórmula de soberanía para la libre asociación, que no independencia, con Canadá: el primero, en 1980; y el segundo, en 1995. En ambos triunfó el 'no', aunque en el segundo con un estrecho margen, circunstancia que llevó al gobierno federal a plantear a la Corte Suprema una triple pregunta: si la Constitución permite la secesión unilateral, si la ampara el Derecho Internacional y, de ser incompatibles ambas respuestas, cuál debe aplicarse preferentemente.

La Corte fue categórica: negó las dos primeras y, por consiguiente, también la tercera. Sí interesa destacar que el Tribunal no niega la posibilidad de secesión siempre que se cumplan dos cosas: que haya en la consulta o referéndum una pregunta clara y concisa que no lleve a la equivocación; y que la reforma constitucional sea fruto de un pacto entre el gobierno legítimo y la parte que quiere independizarse

En Cataluña pasa algo parecido a lo de Québec, sin embargo, el gobierno Español no es tan flexible como el canadiense y por lo tanto no permite la celebración de la consulta o referéndum.

El gobierno Canadiense no se opuso en ningún momento a la consulta, sin embargo se arriesgó a que si la consulta hubiera salido a favor de la independencia no hubiera tenido más remedio que negociar con los separatistas. Esta fórmula le fue bien, de momento porque esos nacionalistas siguen presionando aunque con menos fuerza tras conocer los resultados de la consulta.

En mi opinión el gobierno español debería de empezar a escuchar a los catalanes y si solicitan una consulta deberían concedérsela pero con limitaciones y consecuencias. Si la consulta saliera a favor de la independencia, debería celebrarse otra consulta pero a nivel nacional ya que la secesión de una región española es una cuestión de Estado y por tanto, estamos todos los españoles implicados. Si los españoles estuvieran dispuestos a la secesión de Cataluña entonces que si se pusieran a negociar.

Pero en el caso de que saliera la consulta en Cataluña negativa, directamente se tendría que zanjar el problema y olvidarse de la independencia. Sería una fórmula parecida a la canadiense pero con una mayor opinión de la gente, no solo la de la región nacionalista.

BIBLIOGRAFÍA:

- http://www.abc.es/20121105/espana/abci-diferencias-referendo-cataluna-escocia-201211031754.html

- www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=7996

- www.icj-cij.org/docket/files/141/15987.pdf

- www.lavanguardia.com/internacional/20121015.