Corrientes pedagogicas contemoraneas.
Enviado por poland6525 • 4 de Mayo de 2018 • 1.896 Palabras (8 Páginas) • 331 Visitas
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Las críticas a la escuela son muy fuertes. Se manifiesta que no se centra en el ser humano, sino en colocarlo en una lista de números, logra desvirtuar el proceso de formación humana y desecha aquel que no cumpla el promedio solicitado por el sistema.
Es evidente que en algunas instituciones y especialmente dentro de las aulas, los docentes por presiones, limitaciones paradigmáticas y posiblemente falta de iniciativa se han orientado por modelos técnicos, se rige objetivos de aprendizaje y estrategias de acción para conseguir resultados esperados, es decir se preocupan por los resultados de aprendizaje deseados en los estudiantes, además se encuentra en el marco de los desafíos que ahora tiene que pugnar por los inmensos volúmenes de datos (que no son ni información con sentido, menos conocimientos en varios casos) provenientes de los medios masivos de comunicación. De otra parte, al docente le preocupa la seguridad, la fiabilidad de la información impartida de los módulos que les ofrecen editoriales que se lucran con la organización de ideas de algunas experiencias educativas, pero que están lejos de la contextualización necesaria para una formación.
Estos desafíos ponen a la educación en una auténtica entrecrucijada. Se debe avanzar en la dirección de consolidar nuevos imaginarios y significaciones sociales. Una cultura de la compleja mirada sobre la vida y sobre la forma de relacionarnos entre semejantes. Una educación que permita entender las tensiones propias de los subsistemas normativo, ético y cultural.
En este ámbito es oportuno señalar al máximo exponente de los desarrollos emancipadores de las pedagogías críticas en Latinoamérica y el mundo, él pedagogo Brasileño Paulo Freire; desarrollo la pedagogía emancipadora, que incluye en su significado el acto de enseñanza-aprendizaje como núcleo central (ya que dentro de este contexto no tiene sentido hablar de la enseñanza sin hacerlo a la vez del aprendizaje), significado que no está basado en los resultados, sino cuando los alumnos sean participantes activos en la construcción de su aprendizaje sobre la base de una adecuada relación dialéctica (relación de diálogo, interacción) interacción profesor-alumno y alumno-materia de enseñanza.
En consecuencia es importante mencionar los criterios de Freire (1979) cuando señala:
“Para nosotros... el problema no radica solamente en explicar a la gentes sino dialogar con ella sobre su acción”
Las acciones educativas se realizan como procesos de comunicación en lo que las expectativas, las motivaciones, las interpretaciones y las valoraciones de los participantes interactúan, por lo que desde esta perspectiva, la escuela, las aulas y el mismo currículo, son ámbitos dinámicos constituidos y construidos sobre la base del intercambio de los participantes, vista la enseñanza como un proceso continuo de toma de decisiones.
Cada uno es parte del todo social, pero tenemos con el “otro” un hilo en el tejido, somos un espejo del otro, somos individuos de una sociabilidad que nos acompaña toda la vida. Y los cambios cotidianos, dependen de cada persona. De las posibilidades de identificar nuestras potencialidades y debilidades.
Existe una construcción conjunta del conocimiento entre los participantes activos del mismo a través de la praxis, con una explícita orientación a la transformación, en la que la acción, reflexión, la teoría y la práctica, se unifican en un proceso dialéctico, los estudiantes y docentes buscan enfrentar los problemas de la realidad objetiva en la que viven y se desarrollan; por lo que la fuente fundamental para la selección de los contenidos es la propia realidad social en estrecho vínculo con la comunidad donde se encuentra ubicada la escuela. “La acción crítica es la praxis, que se mueve entre la reflexión y la acción” (Freire, 1979).
La educación es un proceso que busca humanizar, en palabras de Savater Ferando (1997): “Nacemos humanos pero eso no basta: tenemos también que llegar a Serlo” busca dar sentido a un mundo que se presenta en principio caótico para el individuo, de brindar las herramientas necesarias para la búsqueda de la felicidad; se convierte en el verdadero camino para lograr la humanidad. El verdadero ser del hombre se encuentra en la libertad que solamente da el conocimiento y que solo puede ser transmitido a través de la enseñanza.
Se debe tomar conciencia que el desarrollo y bienestar de un país se logra por medio del a forma como piensen y actúen sus habitantes, por eso es interesante tener en cuenta que la educación permite desarrollos únicos y valiosos en las personas por consiguiente el camino a seguir para transformar la estructura mental y corporal de los niños, para que a futuro se desarrollen los valores que le aporten al propósito de formar ciudadanos íntegros para fortalecer las acciones derivadas de la paz.
Se busca una educación que nos forme para manejar en forma adecuada las tensiones y conflictos, sin acudir a la descalificación y la violencia. Una manera de formarnos en todos los espacios definitorios de nuestra sociedad: la familia, el trabajo, los lugares donde se producen mensajes y sentidos sociales, la ciudad, las nuevas formas de juntarnos, el campo y todos los nuevos espacios de sociabilidad humana.
Tendremos que encontrar las intersecciones entre las tareas por una democracia de ciudadanías activas y las resistencias conservadoras de la participación en la sociedad. Debemos ir tras la búsqueda de los vértices más difíciles: los referidos a la reconciliación, la solidaridad y verdad.
BIBLIOGRAFÍA.
ZULETA.E. (1998). Elogio de la Dificultad y Otros ensayos. Editorial Alberto Valencia. Cali (Colombia)
KARL R. Popper. (1994). El Universo Abierto. Un argumento en favor del Indeterminismo. Editorial Tecno. (3ra Ed). Madrid (España).
SAVATER, Fernando. (1997). El valor de educar. Barcelona
FREIRE, Paulo. Pedagogía de la esperanza: un reencuentro con la Pedagogía del oprimido. Río de Janeiro: Paz e Terra, 245 p. (1992)
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